lunes, 25 de febrero de 2013

1969

El año que nació Tristante
   Con una prosa clara y directa, despojada de florituras innecesarias, Tristante sitúa al lector en la región de Murcia, en el momento en que casi se han cumplido treinta años de la dictadura franquista. En este contexto aparece Julio Alsina, protagonista indiscutible de la novela, que es presentado con unos rasgos que lo colocan en plena decadencia: engañado y abandonado por su mujer, centro de las burlas de sus compañeros, y adicto al alcohol. Su monótona vida, carente de estímulos, le lleva a asumir todas las guardias en fechas importantes, que los demás policías no quieren realizar. De ahí que trabaje la Nochebuena de 1968.
   Es difícil hablar del desarrollo de 1969 sin desvelar nada del argumento. La trama, crece a un ritmo trepidante, consiguiendo en el lector un efecto curioso: a medida que la investigación avanza, crece el desconcierto ante las inconexas averiguaciones. Todo ello queda aderezado con un elenco de personajes. Entre ellos destacan fundamentalmente dos: Rosa Gil, falangista y miembro de la Sección Femenina, y Joaquín Ruiz Funes, uno de los mejores amigos de Julio. No obstante, 1969 podría considerarse como una obra grupal, donde abundan los personajes secundarios, pero que aportan también su pequeños avances para la trama.
   En otras palabras, hacia mitad de la novela el lector se encuentra inmerso en un enfrentamiento de bandos ideológicos, protagonizado por el suicidio (o presunto asesinato) de Ivonne, la desaparición de su amiga Veronique, el paradero desconocido de dos cazadores (y de su perro) y la ausencia de una pareja de enamorados. Previamente, el asesinato macabro de una chica llamada Antonia en los aledaños de aquel entorno, y con cuya historia empieza este título, acabará también convirtiéndose en un punto relevante de la narración.  
    La trama nos llevará de Murcia a La Tercia, pequeña localidad donde otros hechos extraños tienen lugar. Todo tiene su motivo y Alsina deberá no sólo enfrentarse a sus superiores, sino también intentar esclarecer lo que realmente oculta esa pedanía perdida de la mano de Dios.


    Es la oportunidad que Alsina necesita para reinventarse a sí mismo, ya que sólo al enfrentarse a su primer caso de verdad en años consigue superar sus propios miedos, esos que le tenían muerto en vida, echando a perder una carrera prometedora. Todo un escenario decorado en el fondo por la increíble hazaña de la llegada del hombre a la Luna.

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