jueves, 10 de marzo de 2022

DE COMO MIGUEL DE CERVANTES RESUELVE LA CONTINUACIÓN DE LA OBRA

En el capítulo VIII, final de la primera parte de la primera parte, hay dos aventuras y un final sorprendente.
La primera es la famosa aventura de los molinos. En el camino se encuentran con treinta o cuarenta molinos de viento y don Quijote le dice a Sancho que son gigantes y que van a entrar en batalla con ellos. Sancho le corrige y le dice que no son gigantes sino molinos de viento, pero don Quijote insiste en su fantasía y arremete contra ellos. Le da una lanzada en el aspa, pero cuando un fuerte viento mueve al aspa, rompe su lanza en pedazos y los lleva por delante a don Quijote y Rocinante. Sancho acude a ayudarlos y le dice a don Quijote que bien le había dicho que no eran gigantes. Don Quijote cree que fue el encantador Frestón quien convirtió a los gigantes en molinos para quitarle la gloria de su vencimiento.
Pasan esa noche afuera descansando entre unos árboles y don Quijote desgaja un ramo de uno de ellos para reemplazar a su lanza, ya que había leído que otro caballero hizo lo mismo cuando se quedó sin espada. El día siguiente, don Quijote le dice a Sancho que sólo puede ayudarlo en batalla si es contra gente baja y canallas, pero que no debe interferir si es un altercado entre caballeros hasta que reciba la orden de caballería.



Y luego empieza la aventura del secuestro. En el camino ven que se acercan dos frailes y detrás de ellos un coche en el que viene una señora vizcaína que va a Sevilla. Don Quijote, sin embargo, cree que son encantadores que llevan en el coche a alguna princesa secuestrada. De nuevo, Sancho trata de hacerlo entender que son frailes y gente pasajera en el coche, pero don Quijote le responde que no sabe mucho de aventuras.
Don Quijote se les acerca a los frailes, les llama "gente endiablada y descomunal", y les exige que dejen libres a las princesas que han secuestrado. Los frailes se quedan muy asombrados ante tales acusaciones e insisten en que no son endiablados ni llevan a nadie secuestrado, pero no llegan a convencer a don Quijote, quien arremete contra el primer fraile, dejándolo tirado al suelo mientras que el otro huye.
Sancho comienza a quitarle los hábitos al fraile porque cree que le corresponden como despojos de batalla. Llegan dos mozos de los frailes y atacan a Sancho. Mientras tanto, don Quijote está hablando con la señora que viene en el coche. Le dice que el único agradecimiento que quiere de ella por haberle salvado es que regrese a Toboso y que le cuente todo lo sucedido a su señora Dulcinea. Un escudero vizcaíno que acompaña a la señora escucha esto, amenaza a don Quijote y los dos comienzan una pelea de espadas.
Aquí la historia queda en suspenso, ya que Cervantes interrumpe el argumento para decir que el autor dejó la historia en este punto y que no ha hallado más escrito sobre esta batalla. Aquí también menciona a un segundo autor y dice que éste no pudo creer que no existieran en los archivos documentos sobre el famoso caballero.


Donde se concluye y da fin a la estupenda batalla que el gallardo vizcaíno y el valiente manchego tuvieron

Dejamos en la primera parte desta historia al valeroso vizcaíno y al famoso don Quijote con las espadas altas y desnudas, en guisa de descargar dos furibundos fendientes, tales, que, si en lleno se acertaban, por lo menos se dividirían y fenderían de arriba abajo y abrirían como una granada; y que en aquel punto tan dudoso paró y quedó destroncada tan sabrosa historia, sin que nos diese noticia su autor dónde se podría hallar lo que della faltaba.

Causóme esto mucha pesadumbre, porque el gusto de haber leído tan poco se volvía en disgusto de pensar el mal camino que se ofrecía para hallar lo mucho que a mi parecer faltaba de tan sabroso cuento. Parecióme cosa imposible y fuera de toda buena costumbre que a tan buen caballero le hubiese faltado algún sabio que tomara a cargo el escrebir sus nunca vistas hazañas, cosa que no faltó a ninguno de los caballeros andantes,

de los que dicen las gentes
que van a sus aventuras,

porque cada uno dellos tenía uno o dos sabios como de molde, que no solamente escribían sus hechos, sino que pintaban sus más mínimos pensamientos y niñerías, por más escondidas que fuesen; y no había de ser tan desdichado tan buen caballero, que le faltase a él lo que sobró a Platir y a otros semejantes. Y, así, no podía inclinarme a creer que tan gallarda historia hubiese quedado manca y estropeada, y echaba la culpa a la malignidad del tiempo, devorador y consumidor de todas las cosas, el cual, o la tenía oculta, o consumida.

Por otra parte, me parecía que, pues entre sus libros se habían hallado tan modernos como Desengaño de celos y Ninfas y pastores de Henares, que también su historia debía de ser moderna y que, ya que no estuviese escrita, estaría en la memoria de la gente de su aldea y de las a ella circunvecinas. Esta imaginación me traía confuso y deseoso de saber real y verdaderamente toda la vida y milagros de nuestro famoso español don Quijote de la Mancha, luz y espejo de la caballería manchega, y el primero que en nuestra edad y en estos tan calamitosos tiempos se puso al trabajo y ejercicio de las andantes armas, y al de desfacer agravios, socorrer viudas, amparar doncellas, de aquellas que andaban con sus azotes y palafrenes y con toda su virginidad a cuestas, de monte en monte y de valle en valle: que si no era que algún follón o algún villano de hacha y capellina o algún descomunal gigante las forzaba, doncella hubo en los pasados tiempos que, al cabo de ochenta años, que en todos ellos no durmió un día debajo de tejado, y se fue tan entera a la sepultura como la madre que la había parido. Digo, pues, que por estos y otros muchos respetos es digno nuestro gallardo Quijote de continuas y memorables alabanzas, y aun a mí no se me deben negar, por el trabajo y diligencia que puse en buscar el fin desta agradable historia; aunque bien sé que si el cielo, el caso y la fortuna no me ayudan, el mundo quedara falto y sin el pasatiempo y gusto que bien casi dos horas podrá tener el que con atención la leyere. Pasó, pues, el hallarla en esta manera:

Estando yo un día en el Alcaná de Toledo, llegó un muchacho a vender unos cartapacios y papeles viejos a un sedero; y como yo soy aficionado a leer aunque sean los papeles rotos de las calles, llevado desta mi natural inclinación tomé un cartapacio de los que el muchacho vendía y vile con carácteres que conocí ser arábigos. Y puesto que aunque los conocía no los sabía leer, anduve mirando si parecía por allí algún morisco aljamiado que los leyese, y no fue muy dificultoso hallar intérprete semejante, pues aunque le buscara de otra mejor y más antigua lengua le hallara. En fin, la suerte me deparó uno, que, diciéndole mi deseo y poniéndole el libro en las manos, le abrió por medio, y, leyendo un poco en él, se comenzó a reír.

Preguntéle yo que de qué se reía, y respondióme que de una cosa que tenía aquel libro escrita en el margen por anotación. Díjele que me la dijese, y él, sin dejar la risa, dijo:

—Está, como he dicho, aquí en el margen escrito esto: «Esta Dulcinea del Toboso, tantas veces en esta historia referida, dicen que tuvo la mejor mano para salar puercos que otra mujer de toda la Mancha».

Cuando yo oí decir «Dulcinea del Toboso», quedé atónito y suspenso, porque luego se me representó que aquellos cartapacios contenían la historia de don Quijote. Con esta imaginación, le di priesa que leyese el principio, y haciéndolo ansí, volviendo de improviso el arábigo en castellano, dijo que decía: Historia de don Quijote de la Mancha, escrita por Cide Hamete Benengeli, historiador arábigo. Mucha discreción fue menester para disimular el contento que recebí cuando llegó a mis oídos el título del libro, y, salteándosele al sedero, compré al muchacho todos los papeles y cartapacios por medio real; que si él tuviera discreción y supiera lo que yo los deseaba, bien se pudiera prometer y llevar más de seis reales de la compra. Apartéme luego con el morisco por el claustro de la iglesia mayor, y roguéle me volviese aquellos cartapacios, todos los que trataban de don Quijote, en lengua castellana, sin quitarles ni añadirles nada, ofreciéndole la paga que él quisiese. Contentóse con dos arrobas de pasas y dos fanegas de trigo, y prometió de traducirlos bien y fielmente y con mucha brevedad. Pero yo, por facilitar más el negocio y por no dejar de la mano tan buen hallazgo, le truje a mi casa, donde en poco más de mes y medio la tradujo toda, del mesmo modo que aquí se refiere.

Estaba en el primero cartapacio pintada muy al natural la batalla de don Quijote con el vizcaíno, puestos en la mesma postura que la historia cuenta, levantadas las espadas, el uno cubierto de su rodela, el otro de la almohada, y la mula del vizcaíno tan al vivo, que estaba mostrando ser de alquiler a tiro de ballesta. Tenía a los pies escrito el vizcaíno un título que decía, «Don Sancho de Azpeitia» que, sin duda, debía de ser su nombre, y a los pies de Rocinante estaba otro que decía «Don Quijote». Estaba Rocinante maravillosamente pintado, tan largo y tendido, tan atenuado y flaco, con tanto espinazo, tan hético confirmado, que mostraba bien al descubierto con cuánta advertencia y propriedad se le había puesto el nombre de «Rocinante». Junto a él estaba Sancho Panza, que tenía del cabestro a su asno, a los pies del cual estaba otro rétulo que decía «Sancho Zancas», y debía de ser que tenía, a lo que mostraba la pintura, la barriga grande, el talle corto y las zancas largas, y por esto se le debió de poner nombre de «Panza» y de «Zancas», que con estos dos sobrenombres le llama algunas veces la historia. Otras algunas menudencias había que advertir, pero todas son de poca importancia y que no hacen al caso a la verdadera relación de la historia, que ninguna es mala como sea verdadera.

Si a esta se le puede poner alguna objeción cerca de su verdad, no podrá ser otra sino haber sido su autor arábigo, siendo muy propio de los de aquella nación ser mentirosos; aunque, por ser tan nuestros enemigos, antes se puede entender haber quedado falto en ella que demasiado. Y ansí me parece a mí, pues cuando pudiera y debiera estender la pluma en las alabanzas de tan buen caballero, parece que de industria las pasa en silencio: cosa mal hecha y peor pensada, habiendo y debiendo ser los historiadores puntuales, verdaderos y nonada apasionados, y que ni el interés ni el miedo, el rancor ni la afición, no les hagan torcer del camino de la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir. En esta sé que se hallará todo lo que se acertare a desear en la más apacible; y si algo bueno en ella faltare, para mí tengo que fue por culpa del galgo de su autor, antes que por falta del sujeto. En fin, su segunda parte, siguiendo la tradución, comenzaba desta manera:

Puestas y levantadas en alto las cortadoras espadas de los dos valerosos y enojados combatientes, no parecía sino que estaban amenazando al cielo, a la tierra y al abismo: tal era el denuedo y continente que tenían. Y el primero que fue a descargar el golpe fue el colérico vizcaíno; el cual fue dado con tanta fuerza y tanta furia, que, a no volvérsele la espada en el camino, aquel solo golpe fuera bastante para dar fin a su rigurosa contienda y a todas las aventuras de nuestro caballero; mas la buena suerte, que para mayores cosas le tenía guardado, torció la espada de su contrario, de modo que, aunque le acertó en el hombro izquierdo, no le hizo otro daño que desarmarle todo aquel lado, llevándole de camino gran parte de la celada, con la mitad de la oreja, que todo ello con espantosa ruina vino al suelo, dejándole muy maltrecho.

¡Válame Dios, y quién será aquel que buenamente pueda contar ahora la rabia que entró en el corazón de nuestro manchego, viéndose parar de aquella manera! No se diga más sino que fue de manera que se alzó de nuevo en los estribos y, apretando más la espada en las dos manos, con tal furia descargó sobre el vizcaíno, acertándole de lleno sobre la almohada y sobre la cabeza, que, sin ser parte tan buena defensa, como si cayera sobre él una montaña, comenzó a echar sangre por las narices y por la boca y por los oídos, y a dar muestras de caer de la mula abajo, de donde cayera, sin duda, si no se abrazara con el cuello; pero, con todo eso, sacó los pies de los estribos y luego soltó los brazos, y la mula, espantada del terrible golpe, dio a correr por el campo, y a pocos corcovos dio con su dueño en tierra.

Estábaselo con mucho sosiego mirando don Quijote, y como lo vio caer, saltó de su caballo y con mucha ligereza se llegó a él, y poniéndole la punta de la espada en los ojos, le dijo que se rindiese; si no, que le cortaría la cabeza. Estaba el vizcaíno tan turbado, que no podía responder palabra; y él lo pasara mal, según estaba ciego don Quijote, si las señoras del coche, que hasta entonces con gran desmayo habían mirado la pendencia, no fueran a donde estaba y le pidieran con mucho encarecimiento les hiciese tan gran merced y favor de perdonar la vida a aquel su escudero. A lo cual don Quijote respondió, con mucho entono y gravedad:

—Por cierto, fermosas señoras, yo soy muy contento de hacer lo que me pedís, mas ha de ser con una condición y concierto: y es que este caballero me ha de prometer de ir al lugar del Toboso y presentarse de mi parte ante la sin par doña Dulcinea, para que ella haga dél lo que más fuere de su voluntad.

La temerosa y desconsolada señora, sin entrar en cuenta de lo que don Quijote pedía, y sin preguntar quién Dulcinea fuese, le prometieron que el escudero haría todo aquello que de su parte le fuese mandado.

—Pues en fe de esa palabra yo no le haré más daño, puesto que me lo tenía bien merecido.

miércoles, 2 de marzo de 2022

Club de Lectores

Entre visillos de Carmen Martín Gaite (01/03/2022)

Comentario de Rosario

Entre visillos de la escritora Carmen Martin Gaite retrata a la perfección la hipocresía y conservadurismo de una sociedad provinciana, nunca se menciona cuál es, de mediados del siglo 20, donde guardar las formas y las apariencias ante los demás era lo primordial, aunque todos hablen de todos y sepan todo, o casi todo, de la vida de los demás.

Ahora nos queda muy lejos y anticuada la sociedad asfixiante de esa época, la manera en que se relacionan y socializan los chicos y chicas, y ver a las familias cómo educaban a las hijas, inculcándoles que como única salida para ellas prosperar en la vida y no quedarse solas y solteras, era una buena boda, que lo que se espera de ellas, casi unas niñas aún, es que guarden su honra para asegurarse encontrar un buen marido, se les enseñaba a ser unas buenas esposas y mujeres de su casa para que cuidasen a sus maridos, les dieran hijos y les cocinaran y alimentasen bien y estar siempre perfectas y felices.

La mayoría de ellos son unos indeseables machistas que no merecen tanto esfuerzo, pero es el comportamiento de macho alfa lo que espera de ellos la sociedad de la época. El profesor Pablo Klein tiene una mentalidad más abierta y respetuosa hacia la mujer, pues ha vivido fuera de España en otro país más liberal, es el personaje que da un cierto soplo de aire fresco y de modernidad. Intenta convencer a Natalia de que debe seguir estudiando e intentar escapar del destino al que está predestinada por su condición de mujer, creo que por ser la más joven y todavía puede ser salvada aunque para otras como Elvira y Gertru ya sea tarde. Me ha gustado leer el libro porque me transportaba a la época que le tocó vivir a mi madre en su juventud y muchas de esas cosas me suenan por habérselas oído comentar a ella, pero reconozco que no lo volvería a leer porque me ha resultado algo tedioso.

Un millón de gotas de Víctor del Árbol (01/02/2022)

Comentario de Rosario

Un millón de gotas del escritor Víctor del Árbol me ha enganchado desde el principio, ha sabido captar mi atención desde la primera página, a pesar de su dureza no podía dejar de leer. El autor ha sabido subirnos a una montaña rusa llena de emociones y turbulencias, a través de sus complejos personajes y sus complejas historias de vida. El autor lo ha hecho con una habilidad pasmosa que no deja a nadie indiferente.

Es una novela tan extensa y toca tantos temas como el abuso infantil, la corrupción, la homosexualidad, la maldad humana, la locura, el amor, la venganza, etc. También ha sabido ambientarla en escenarios de hechos históricos como la guerra civil española, la Segunda Guerra Mundial, el comunismo ruso con sus famosas y temidas purgas, la división azul, eso conlleva un gran trabajo de documentación. También hemos aprendido historia con lo que aconteció en la isla de Názino de lo cual no sabía nada. El autor entreteje bien las historias y los personajes, y al final las cierra bien rematadas, sin dejar nada al azar. Yo ya me había leído su libro «La tristeza del Samurái», que está escrito en la línea de «Un millón de gotas».

Me gusta como construye las historias y los personajes que para nada son lo que parecen en un principio, los dota de una psicología muy compleja, esconden mucho en su interior y van aflorando sus distintas personalidades o instintos animales cuando las circunstancias que les rodean les empujan a ello para sobrevivir. Terminando quisiera remarcar que La maldad humana es lo que más miedo y horror me produce en este mundo.

Comentario de Loly

Me ha parecido un libro muy bien escrito, una historia de historias bien entretejida y un libro duro, como dura es la situación de cualquier guerra que se lleva por delante vidas, valores, principios, planes, SUEÑOS…

Aunque algunos hechos son históricos o con base histórica, entiendo, después de oír la entrevista del autor, que No es una historia real por lo que, en mi opinión, hay dos cosas que sobran en el libro y son la situación de abuso de Laura, no es una actitud apropiada para Elías Gil después de todo lo que ha sufrido, y la muerte de Gonzalo que no la veo necesaria, máxime cuando, a pesar de ser una persona que se ha dejado llevar toda su vida, es el que con su “querer saber y querer actuar por una vez!!” da lugar al desarrollo de la historia

Destacaría:

--la valentía del joven Javier para hacer frente a su situación con la verdad, rechazando beneficios judiciales

--el título del libro, en misión solidaria de Laura y que surge al mismo tiempo que su amor con Luis (personaje secundario y, en general, ausente pero que desencadena la historia cometiendo el asesinato) y

--el hecho de que Tania “sienta” que su mariposa-tatuaje del cuello quiera emprender el vuelo me parece poético y significativo, ya que Tania, al igual que Laura y Gonzalo, son el presente “colateral”, ¡sin quererlo!, de un pasado

Comentario de Matías

El título me parece la mar de apropiado, lleno de sentido (con referencias esporádicas a lo largo de la novela).

Las tres partes, para mí, responden a tres novelas por lo que cabe considerar la obra como una trilogía: I El lobo flaco; II Cartas amarillas; III Silencio.

Los temas que trata son muchos y muy variados de manera que el autor nos ofrece un listado bastante amplio y de gran actualidad: el abuso sexual infantil, la extorsión y la venganza, la traición, la supervivencia, los gulags (Názino) y los campos de prisioneros (Argelès), la mafia rusa (la Matrioska), el espionaje, la historia (la guerra, la Rusia de Stalin, la España de Franco), la especulación urbanística, la corrupción, la homosexualidad, las relaciones dentro de la familia, los secretos y los silencios ...

Sobre los personajes diré que los he encontrado muy bien caracterizados y se les ve evolucionar (rasgo que siempre despierta en mí gran interés); algunos tan malvados como Stern o el mismo Elías, que se comportan, igual que los dioses de la mitología griega, decidiendo y disponiendo caprichosamente sobre el destino de sus víctimas.

Las distintas tramas, con esos saltos en el tiempo (1933 y 2002), y en los distintos escenarios, resultan muy bien integradas, dosificadas y contextualizadas, así como los personajes que van y vienen al igual que los movimientos propios del acordeón. La justificación queda clara: lo que ocurre en la actualidad hunde sus raíces en el pasado, al cual hay que recurrir para poder entenderla y explicarla. Y de todas, la que más me ha impactado ha sido la del abuso infantil y ese denodado empeño por ocultarlo, algo que considero monstruoso por lo que supone un robo imperdonable de la inocencia.

Y hablando del pasado, deberíamos ser cautos y evitar precipitarnos al considerar la heroicidad de ciertos personajes a los que tendemos a idealizar mirando con indulgencia todo lo que nos interesa mantener vivo de ellos y soslayando el lado más oscuro. Tenemos un magnífico ejemplo en Laura, valiente y con una gran personalidad que le ha permitido sobrevivir a tantas adversidades (y quiero añadir que me ha fascinado este personaje, construido a base de referencia, pero cuya sombra planea de principio a fin). Por su parte, Gonzalo, siendo un abogado mediocre, se ve en situaciones muy comprometidas y tiene que tomar decisiones que le harán crecer hasta convertirse en un personaje determinante en tan compleja historia. Javier encarna la idea freudiana de ‘matar al padre’... Y Patricia podría representar la esperanza de una vida feliz por la que luchó Laura, sin las ataduras de un oscuro pasado... (Así cabría analizar los demás personajes: Esperanza (Caterina), Anna, Tania, Luis, Alberto Alcázar y su padre Ramón, Siaka..., cada uno con su dimensión bien profunda).

Concluyo manifestando mi impresión muy favorable.

P.D.-Mi pecado es esa especie de deformación profesional (como si algo chirriase):

Pág.351: ...”viendo cómo el sol tiñe de púrpura el océano”; ¿cómo habla de océano si está en Barcelona (España)?

Pág.396 : “se prendió de ella...” yo creo que habrá querido decir ‘se prendó de ella’

Pág.447: “con las esfinges de Franco, Hitler y Mussolini”; creo que habrá querido decir ‘efigies’

El mapa de los afectos de Ana Merino (11/01/2022)

Comentario de Matías Sánchez

Creo que la autora trata de una serie de temas, más o menos de actualidad, como el asesinato, la violación, las adicciones, la crueldad, la guerra... a los que dota de rostro, es decir, encarnados por un personaje, y que sí, alguna vez, se entrecruzan los protagonistas para dar la sensación de trama. A mí me resulta ésta tan dispersa e inconexa, tan cogida por los pelos (p.e. Valeria), que me lleva a pensar en esos reporteros que justifican la rentabilidad de sus desplazamientos escribiendo sobre sus experiencias, las coleccionan y, juntándolas luego, sacan un libro. Es mi impresión y la explicación que me permito dar tras haber hecho el sacrificio de terminar de leerlo (y digo bien lo de sacrificio porque, la verdad, me ha aportado bien poco o nada).

Detesto la escasa o nula calidad literaria. He aquí, como botón de muestra, algunos detalles:

· La excesiva tardanza en revelar el nombre del hijo del viejo Curtis (pág. 91)

· Lo mismo ocurre en el capítulo 12: se demora excesivamente para decirnos el nombre de la empresa en que trabaja la protagonista de esta historia (pág. 104...; y un poco más adelante tengo que decir que me cuesta hacerme una cabal representación del paisaje cuando escribe ...“los campos de trigo y maíz aderezados con numerosas granjas de cerdos”)

· Otra, para mí, incorrección: ... “el tornado estaba acompañado” (pág. 116) Y yo pregunto: algo tan dinámico como un tornado ¿cómo va a estar acompañado? ¿No habría sido mejor haber empleado ‘ir’? También en esa misma página repite dos veces “no era justo morir”

· En la pág. 119 habla de que “respiraba una densidad extraña” (creo mejor hablar de ‘atmósfera densa’)

· Por último, me ha resultado insufrible la repetición por tres veces “falso feminismo” (pág. 159)

Concluyo afirmando que no he visto esa excelencia que cabría esperar en un Premio Nadal de Novela y deseo que mi crítica trascienda al jurado que lo concedió a esta autora (por muy catedrática en ‘escritura creativa y estudios culturales’ -a saber lo que eso sea-, aunque todos sabemos cómo se suelen conceder estos galardones).

Comentario de Rosario

La lectura de la novela El mapa de los afectos de Ana Merino me ha sido sencilla y agradable de leer. Es interesante ver cómo en una población pequeña todos los habitantes y sus acciones están conectados por un hilo invisible que entreteje todos los sucesos de sus vidas. Cada historia es una pieza de un puzle que luego encajan entre sí. No obstante, no creo que sea una novela que recuerde con el paso del tiempo, no me ha dejado huella. Es una novela lenta y a mi parecer le falta sorpresa y captar tu atención o te genere alguna emoción más fuerte. Asimismo, habría estado bien resolver el misterio del asesinato de Lilian historia que se queda sin salir la verdad a flote y que se vaya de rositas la asesina y un pobre desgraciado pero inocente pague por algo que no hizo. Quizás la autora quiera decir con esto que no todos los malos actos tienen castigo y que no todos los finales son felices, a veces, el mal prevalece. En definitiva, me ha gustado la variedad de temas que toca en las historias como el feminismo, la inmigración, la violación, la guerra, la prostitución, las fuerzas de la naturaleza y el maltrato animal, entra otras. Al final, el amor y la buena gente sobreviven a tanto mal que nos rodea.

Comentario de Ana

El libro me ha gustado, es de fácil lectura y corto. Es un libro que cuenta las vivencias cotidianas de varios personajes enlazados entre ellos. Me ha gustado como desarrolla en cada capítulo episodios de un personaje relacionado con los demás. También he visto que hay personajes que los deja incompletos. Para mí es un libro para relajarse lleno de sentimiento y cargado de mensajes.

 La historia del amor de Nicole Krauss (05/10/2021)


Comentario de Isabel Moya

Este ha sido un libro extraño. Me costó trabajo entrar en la trama, no así en el lenguaje que la autora despliega para poner nombre a las emociones. Hay pensamientos llenos de fuerza literaria. Descripciones emocionales bellas y con una gran elegancia.
Mi vivencia con los saltos temporales ha sido un poco como un sueño psicótico, ha habido párrafos en los que no sabía dónde me encontraba. Y podría haber sido interesante, pero para mí el recurso literario ha enlentecido y enrevesado el avance de la obra innecesariamente. No ha aportado al argumento, para mí ha sido farragoso.
No volvería a leer la obra pero me alegro de haberla leído. Porque la historia es hermosa. El amor, en cualquiera de sus vertientes, nos da el punto de luz que ilumina los días de nuestras vidas.
Sed felices.



El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince (07/09/2021)

Comentario de Joëlle

Pues sí este libro me ha gustado mucho y emocionado en más de una ocasión, hasta tal punto que me he encariñado con los personajes, el padre, por supuesto, el hijo, el autor y toda su familia.

Los temas que han encontrado eco en mí:

La educación, la cultura, la violencia, la muerte, el olvido

Entiendo que esta biografía novelada es un logro ya que consigue hacer revivir a su papá.

Me encariñe con la persona del padre (y por ende del autor) por sus indudables cualidades humanas, por su inconmensurable empatía que le llevó a emprender su lucha contra la desigualdad, las injusticias, la pobreza primaria…

Sobre la educación, en todos los sentidos de la palabra, su papá escribió todo un manual de tolerancia: la felicidad, el amor como antídotos a la frustración, a la violencia.

“si quieres que tu hijo sea bueno, hazlo feliz….”

Y por lo tanto la violencia, como contrapunto, enfermedad del alma, que enferma más aún a los que la mamaron dentro del ambiente de la familia.

Habla el autor de una “epidemiología de la violencia “y de la violencia que merece ser estudiada científicamente.

También como lectores somos testigos de la oscilación que sufre el niño , dentro del marco familiar, entre una cultura religiosa muy arraigada con sus ritos, supersticiones, su carácter mágico y una cultura científica que se apoya en el rigor de las pruebas y que va forjando la personalidad del autor .

Sin lugar a dudas la cultura del padre ha permitido a su hijo adquirir esta apertura de miras.

La cultura como bálsamo para el alma:

Cuando el padre, al volver a su casa y lleno de sinsabores, se encierra en su biblioteca, escuchando sus músicas preferidas o leyendo sus libros, sale renovado.

Existe una clara crítica a la religión en todo lo que encierra de irracional y a todo fundamentalismo:

“todo fundamentalismo era para él pernicioso, y no sólo el de los creyentes sino también el de los no creyentes “

Cuánta razón en lo que concierne nuestra actitud ante la enfermedad y ante la pérdida de un ser querido:

- “las enfermedades incurables nos devuelven a un estado primitivo de la mente… nos hacen recobrar el pensamiento mágico…”

En cuanto a nuestro sentir frente a la muerte de un ser querido:

“… para sentir el único consuelo que se siente en la tristeza que es el de hundirse más en la tristeza hasta ya no poderla soportar “p. 200.

Y…

Como siempre, cuando un libro me gusta como éste, me va a costar zambullirme en otra lectura.

Comentario de Matías

Lo primero que me llamó la atención fue el título: una especie de paradoja donde ‘olvido’ hace pensar en algo ya vivido contrastando con ese ‘seremos’, futuro que queda abierto… Una tarea obligada a realizar en el presente para que, mediante el recuerdo, situaciones que han hecho aflorar emociones y pensamientos no desemboquen en la nada.

En lo tocante a la figura del padre, desde luego, estamos ante un modelo de padre que todos nos gustaría tener (como Atticus Finch), un padre que educa a sus hijos buscando que, por encima de todo, sean felices.

Profesionalmente, lo vemos comprometido con la realidad social del medio en que vive, con ideas muy claras sobre la prevención sanitaria y demostrando una valentía rayana en la heroicidad cuando declara sentirse orgulloso de figurar en la lista de ‘señalados’.

Creo que tiene esta obra más de biografía (y autobiografía) que de novela propiamente dicha, ya que falta el componente ficcional.

He visto la película y me ha costado encajar determinadas sensaciones que uno tiene cuando lee libre de condicionamientos. Aunque está muy bien, creo que es difícil meter en un molde ciertas vivencias que la imaginación te ha hecho sentir en el transcurso de la placentera lectura. Después de todo, no deja de trasladarnos la particular visión del director y los actores.

Valoro, por último, como muy importante la contribución de la literatura a la toma de conciencia de realidades sumamente difíciles de abordar… Imagino otros muchos casos que se han debido dar igualmente en países como Argentina, Chile, Perú…

La uruguaya de Pedro Mairal (04/05/2021)

Comentario de Ana

La novela la he leído en poco tiempo, me parece muy bien contada, me ha resultado entretenida e intensa. Relata la vida en pareja, sus reflexiones. Te hace pensar, aunque la historia es bastante predecible, narrada en primera persona. No sé, te hace recapacitar.

Comentario de Matías

Las cosas no siempre salen como uno las planea. Lo importante, tras un duro revés del cual se ha sido capaz de aprender, es saber afrontar la realidad con acierto. De gran sabiduría podrá hacer gala, por tanto, todo aquel que logre ajustar sus sueños (deseos) a sus posibilidades. Esta es una de las muchas lecciones positivas que extraigo de la
lectura de esta breve pero intensa novela.
La idea del viaje no deja de ser, para mí, una metáfora, un recurso al que se acude para dar salida -en este caso- a una crisis existencial: el protagonista vive atrapado en una relación de pareja tóxica y considera la paternidad como una pérdida de su libertad, ya que se siente padre de familia con sueños de soltero; de ahí que trate de huir y romper con una vida vacía pensando que la felicidad está en otra parte (sentimiento romántico y cuento de la lechera). Pareciera que siente la necesidad de lanzarse a una aventura en busca de una fuente de inspiración que tal
vez pueda nutrir sus aspiraciones literarias. Igualmente, la elección de Guerra (guerra) -creo yo- puede considerarse otra metáfora en el sentido de que Lucas mantiene en su interior una permanente (obsesiva) lucha entre ese encuentro con el pasado y los sueños de futuro.
He disfrutado con la frescura del lenguaje: frase corta, monólogo interior y ese peculiar acento argentino, desigualmente repartido a lo largo de la novela (p.e. págs. 24-5, muchos de los términos se me escapaban, por lo que habría necesitado tener a mano un diccionario específico para gozar de tanta riqueza léxica. Queda bastante lejos de lo que hemos podido ver, no hace mucho, en otro escritor
argentino, Guillermo Martínez).
Me ha llamado gratamente la atención que este escritor argentino apunte la idea de la aceptación de nuevos modelos (alternativos) de familia (págs. 138-9): el propio Lucas, con Catalina y la médica que trabaja en la Trinidad; Guerra, César y Rocío… Advierto en ello un claro guiño muy de actualidad y tal vez no se tarde mucho en verlo como algo normal. (Me pregunto si el actual papa -que
también es argentino- estará por la labor).
Concluyendo: en la búsqueda de ese tan ansiado bienestar emocional deberíamos ajustar en lo posible el deseo (terreno en que somos muy vulnerables) a la realidad.
Salvar con éxito esa distancia puede que sea la clave.

Valor de Clara Usón (13/04/2021)

Comentario de Rosario

El libro no me ha gustado demasiado, sobre todo, y especialmente por el modo en que está escrito entremezclando las historias entre sí simultáneamente y sin transición entre ellas y que no tienen nada que ver una historia con la otra, y hay que estar muy atento o te pierdes. Las tres historias en sí mismas sí me han gustado más, están bien narradas y bien documentadas con muchos datos históricos. Los personajes, siempre infelices y atormentados por sus distintas circunstancias históricas y personales y con finales trágicos me provocan una cierta ansiedad y tristeza. No era mi momento para este libro, me ha costado terminarlo.

Comentario de Matías

Me ha generado gran confusión la lectura de esta novela, sobre todo, por la técnica que ha utilizado la autora: ese simultanear tiempos, personajes y escenarios me ha desconcertado bastante (como no he conseguido dar con la clave para entender ese modo de proceder, me lleva a pensar en que aplica una cierta arbitrariedad, pero lo mismo me equivoco). Ignoro su fuente de inspiración. Tampoco sabría decir qué se ha propuesto con ello; por supuesto, creo yo, no estimular ni atraer potenciales lectores porque, si de suyo ya supone un esfuerzo optar por el retiro sosegado para la lectura, excuso decir si a eso añadimos los constantes saltos a los que se ve sometido el sufrido lector para intentar orientarse en el diabólico puzle. Tal vez mi cabezonería -me considero también ‘superviviente’, pues le echado ‘valor’- ha acabado por imponerse para concluir tan incómoda lectura.
En la segunda parte -excelente crónica de lo que fue el genocidio llevado a cabo por los croatas contra los serbios- me ha asaltado la duda sobre qué hay de cosecha propia y qué de ‘copia y pega’, a tenor de los extensos párrafos entrecomillados. Me gustaría aclarar este asunto para opinar con más fundamento sobre la autora. (Agradecería que alguien me sacara de dudas).
Al hilo de lo comentado, decir que es una novela para iniciados. ¿Recomendarla…?
Veo como positivo el fundamento histórico de los relatos del militar republicano sublevado en Jaca para acabar con la monarquía de Alfonso XIII y del franciscano croata que colabora en el exterminio de los serbios (la Iglesia no queda por cierto bien parada, ¡vaya papelón!). En ambos casos se pone de manifiesto la crueldad de la guerra. La historia de Mati, por el contrario, no me ha aportado gran cosa: me ha parecido insustancial.
Concluyo con la impresión de que tal vez el mayor acierto de la autora haya sido ofrecernos una obra cuyo principal atractivo consista en el empleo, más o menos logrado, del recurso a la técnica del ‘patchwork’: una serie de retazos hábilmente pegados.

Los crímenes de Alicia de Guillermo Martínez (02/03/2021)

Comentario de Josefina

No me voy a circunscribir a contar el resumen del argumento, puesto que ya lo conocemos por la información del blog. Solamente que este relato no me ha convencido. Se vende como un texto de intriga, pero esta es mínima y redundante y se refiere a un hecho que no resulta de gran interés en torno esencialmente a inferir la conducta de Lewis Carroll en relación con las niñas y su repercusión en la consideración del autor. Y de su obra El narrador es un narrador testigo y el autor está implícito, nunca mejor dicho a través de su formación lógica y matemática que utiliza para desarrollar su historia. Desde mi punto de vista, el que enfrente dos modos de llevarla a término mediante contraste con teoremas con otro matemático en la ficción (Arthur Sheldom) para buscar un contrapunto a lo que parece ser la “intriga” no reviste más que una perspectiva desigual, de proceso lento, y decepcionante a través de casi 100 páginas. El ritmo es absolutamente desproporcionado en relación con la obra. Le sobran páginas. Parece centrarse en ese espacio en pretender crear un entorno aparentemente para crear misterio. De ahí, el sigilo, la prudencia, las palabras no dichas, el que no salga a la luz el enigma insondable, pero solamente mediante recursos que no se deducen de la conducta de los personajes. Estos no existen. No se describen. Es una intriga particularmente falsa, fría, gris que no despierta pasión en el lector. No hay complicidad con el lector. Profundamente aburrido. No hay mucho más. 
Independientemente de la búsqueda de las páginas que son objeto de la teórica trama de la novela, hay asuntos tangenciales que podrían haber sido definidos con un estilo más incisivo, por ejemplo nos podía haber revelado o ahondado en los problemas de los estudiantes de doctorado que pueden ser victimas de los propios directores de la tesis, bien apoderándose de datos de la investigación del alumno o ese toque que se atisba de agresión sexual o así mismo profundizar en la concepción del tratamiento de los tabúes de la sociedad del siglo XIX y la actual relativos a la pedofilia. Igualmente echo de menos la justificación del sometimiento y del dinero, de los prejuicios sociales y culturales. Por ejemplo cómo se puede ver desde la perspectiva de un académico inglés a un doctorando latino. El aludir a los servicios de espionaje del M15 para resolver el último crimen me parece un añadido gratuito. 
Un poco más de creatividad y de fantasía o ambas cosas aderezarían la obra sin lugar a dudas, así como si el narrador hubiera podido conseguir darle una vuelta de tuerca al relato con otro ritmo y mayor equilibrio. En tanto se muestra muy prolijo e inseguro en las primeras páginas, como si necesitara mucho terreno para plantear el asunto lo que creo innecesario, ,luego resuelve en unas pocas lo que constituye realmente la historia o la pretendida intriga que se quiere crear. Yo me pregunto en dónde está. 
Y no quiero dejar de mencionar a un compatriota de Guillermo Martínez, al que estoy convencida de que conoce, físico de formación y particularmente su obra “El túnel” y “Sobre dioses y tumbas” y ese clima de opresión que crea en el lector y su dominio de conocimiento de la psicología de sus personajes, Y es el lector el que lo sufre o lo disfruta y es el escritor quien siembra el camino para ese sentimiento. Aquí no es el caso. 
Me cuestiono qué significa el éxito para un escritor en línea con Henry James y, también recuerdo las palabras de la inolvidable Esther Tusquets cuando dice que se tarda lo mismo en escribir un libro de calidad que uno malo. Y en qué medida una editorial tiene en cuenta a un potencial lector para vender o conceder un premio literario. Qué margen hay de calidad y de mercadotecnia.

Comentario de Matías

No sé si habré sido el único que, en el transcurso de la lectura de esta novela, ha pensado más que en la propia trama en Lewis Carroll, personaje en torno al cual gira. Resulta bastante difícil separar la persona (su comportamiento) de sus manifestaciones artísticas (Oscar Wilde, Michael Jackson, Woody Allen…) Por lo poco que sé de su biografía, parece ser que fue un clérigo anglicano que no pasó de diácono por sus dudas doctrinarias y porque una cierta tartamudez le habría dificultado la predicación. Ello lleva a pensar, amen de otros rasgos de su carácter, en carencias por lo que, tal vez como compensación, desarrollara con verdadera pasión otras aficiones: las matemáticas, la lógica, la lingüística, la fotografía… Se habla de su predilección (cariño algo más que normal) especialmente por las niñas que lo encontraban encantador y acababan rendidas ante sus excepcionales dotes seductoras; ¿había algo más que sentimientos inocentes? Según cuentan, siempre hacía las fotos en presencia y con el consentimiento de los padres que no mostraban, parece ser, mayor preocupación por que derivase en conducta indecorosa. Cabe plantear entonces la cuestión de si el arte (en este caso concreto de la fotografía) debe tener un límite traspasado el cual deviene inmoral, pues al tratarse de niñas de corta edad, en poses sugerentes más propias de modelos profesionales, choca mucho y lleva a pensar inevitablemente en posible desviación pedófila.
Sobre el autor, me ha llamado la atención que no haya reflejado -salvo algún que otro vocablo- ese peculiar modo que tienen de expresarse los argentinos. Por otro lado, no me ha gustado ese guiño infantil de dosificar la información: en la pág. 39 la becaria, celosa de su hallazgo, se permite, con el mayor descaro, decir que suelta solo las 5 primeras palabras de la frase. Considero que el autor no acierta al restar interés a la intriga con ese proceder. Me pregunto si no habría podido hacer uso de algún otro recurso, algo más imaginativo, para salvar el escollo.
Concluyo diciendo que la trama apenas me ha enganchado, si bien ha servido para despertar en mí la curiosidad por saber más sobre Lewis Carroll, en tanto que genio que -como tantos otros, sospecho- recurre al arte para sublimar sus conflictos personales (su lado oscuro), como si de una especie de catarsis se tratara.

Lobisón de Ginés Sánchez (02/02/2021)

Comentario de Loly

Sin duda es un libro duro, durísimo, que muestra que los más necesitados son lo menos atendidos y peor considerados y lo triste es que el sistema no puede/no sabe/no está preparado para atenderlos. (Me abstengo de decir que no quiere o que lo pospone al máximo porque es muy caro, lo cual además de triste, injusto e inhumano es anti solidario e indignante)
Una persona con necesidades especiales o dependiente necesita muchaaaaa dedicación y atención, lo que agota a cualquiera. La actitud de su hermano Zenón no debería ser reprochable...
No me ha gustado nadaaaa que al padre del muchacho, al final, se le enderece la vida y le vaya mejor de lo que se merece, aunque también haya sido victima de supersticiones? muy arraigadas en pueblos profundos.
La historia está muy bien escrita; me ha gustado mucho cómo a través de tanta conjunción copulativa y repeticiones, el autor consigue reflejar que el narrador es "diferente".

Comentario de Aurora

Si tenemos en cuenta, que el arte es una forma de conocimiento intuitivo que expresa emociones, sentimientos y estados de ánimo, he de deciros que el objetivo está superado y con creces
Evidentemente el autor es lo que ha pretendido escribiendo Lobisón, quizá ha podido influir el oficio que ejerció durante 10 años, al ser abogado, imagino que habrá tenido que codearse con situaciones y personas como las que describe, en las que todo vale, con tal de llegar a su fin.
Debo de reconocer que a pesar de haber sufrido su lectura por su dureza en todos los ámbitos, es un libro que no deja indiferente y ha sido un reto ya que no me ha dejado indiferente y a través de sus frases y descripciones me ha removido física y psicológicamente.
En cuanto al relato en sí, es un cúmulo de circunstancias muy duras, en la que todos los personajes sufren y hacen sufrir, tenemos a Zacarías y a Adrián, dos personas enfermas, no tratadas por profesionales y maltratadas por una sociedad a la cual, lo diferente asusta, aquí se refleja un problema de racismo muy acusado... También se refleja un grado elevado de ignorancia, donde se hace alusión a "hombres lobo", maldiciones por el séptimo hijo, etc...
El machismo también está presente, para Zacarías, la mujer sólo representa un medio para traer hijos al mundo.
El autor tampoco pasa por alto el mundillo del" trapicheo".
Un grupo de personajes que sufren y hacen sufrir.
Un grupo de personas toscas y brutas, donde se apalea a un chaval, que sufre autismo, donde se le maltrata, en lugar de protegerle y cuidarle.
Si nos damos cuenta, el único ser vivo que realmente sabe dar el cariño que necesita es Compañero, el nombre del perro, que imagino que Ginés Sánchez no lo ha elegido al azar.
Luego está Zacarías, otra persona que nació en la época y lugar equivocados, gracias al tratamiento cambió y ese cambio permitió poder trasmitir sus sentimientos al único hijo que el consideraba que estaría dispuesto a leer sus cartas
Una familia absolutamente desestructurada, rota por tanta incomprensión y dolor causado por las dos enfermedades.
En fin está es mi humilde aportación.

Comentario de Matías

En la raya de lo oscuro
Dependiendo de lo dispuesto que esté uno a creer en mitologías originarias de otras culturas (una historia de licántropos) así abordará la lectura y el consiguiente análisis de esta obra.
Un adolescente con retraso mental, autista, que se mueve en la oscuridad, con un sentido del olfato bien desarrollado (y otros guiños a la licantropía), capaz de sentir pero no de hablar… narra en primera persona numerosas peripecias para acercarnos a ese mundo suyo en cuyo comportamiento se confunde lo humano con lo irracional y salvaje.
Otro personaje tocado de esquizofrenia escribe unas cartas -sin respuesta- a su hijo dando cuenta de su proceso de inserción (?) en la sociedad… (“somos séptimos ytenemos el demonio dentro y no valemos para estar con las demás personas”, dice elZacarías Zárate p.164).
Desde el comienzo me he estado preguntando qué se proponía transmitirnos el autor y, al final, qué me ha aportado la lectura de esta obra. He de confesar que he sentido mucho desconcierto a la vez que gran desasosiego y confusión en esa especie de viaje al infierno donde lo poco que queda de la condición humana se mezcla con manifestaciones propias del más puro instinto animal.
Valoro positivamente, como gran acierto del autor, el hecho de descender hasta el umbral donde desaparece lo humano y asoma lo irracional y salvaje, insisto, con un lenguaje primitivo, elemental y redundante, tal vez cansino -por tanto, nada literario-; en todo caso, apropiado para sumergirnos en un relato caótico aunque estremecedor.
Por contra, me queda la impresión de que el autor crea unos personajes a los que deja tirados, en el sentido de que los hace partícipes de situaciones terribles y plantea cuestiones sin apuntar soluciones (tal vez para instar al lector a buscarlas).
Algunos interrogantes que me han surgido leyendo esta obra:
 ¿Es capaz nuestra sociedad de dar respuesta a los casos de autismo como el de Adrián? ¿Qué hacer con ellos: ignorarlos, intentar insertarlos o rechazarlos y excluirlos como locos?
 ¿Quién se libra de tener algún familiar tocado, de cerca o de lejos, por alguna forma y grado de anormalidad o discapacidad?
 ¿Acaso no mostramos cada uno de nosotros, en ocasiones, ese demonio o monstruo que llevamos dentro? ¿Tanto nos cuesta reconocer que, efectivamente,
en algún momento hemos hecho verdad aquello de que “el hombre es un lobo para el hombre”?
 Me gustaría saber cuánto debe el autor p.e. a Faulkner, García Márquez, Ovidio, Kafka…

A propósito de “Lobisón”, de Ginés Sánchez

El túnel de Ernesto Sabato (12/01/2021)

Comentario de Josefina

Algunas pinceladas sobre “El túnel”

He dejado la lectura de este libro para el último momento confiando en que recordaría su contenido razonablemente bien. Fue uno de los libros exigidos por el catedrático de Lengua Española, Javier Díez de Revenga y del que me tuve que examinar, eso sí con una fichita ☺ Y fue un descubrimiento hasta el extremo de que entonces me llevó a las otras obras de Sábato.
Y digo descubrimiento porque me impactó tanto la estructura de la novela que recuerda en gran medida los recursos de la novela policiaca en sí como su contenido tan pesimista y destructivo de su protagonista. Ahora, al releerlo, me produce desasosiego.
Su protagonista y narrador, el pintor, Juan Pablo Castel es un personaje esquizofrénico que trata de justificar, analizando de forma paranoica cada uno de los pasos que le ha llevado a matar a María Iribarne, en una lógica racional y para su propia satisfacción.
Con una técnica de flashback nos cuenta en el primer capítulo lo que ha sucedido, se describe como un hombre que busca un alma en donde poder compartir su soledad, desde su punto de vista, lejos de la realidad, que construye siempre de forma individual. La pintura y el comentario que quiere atribuir a María es, como siempre, el que sea una reiteración de sus propios pensamientos, de sus ideales. Castel quería otro yo.
Cuando esta idea a priori no se materializa y movido por los celos, surge la idea del asesinato. No puede concebir que su imagen se distorsione aunque objetivamente sea su fantasía. Una auténtica pesadilla para el lector, a quien alude en algún momento aunque dice no importarle la opinión de los demás.
Por otra parte, bulle en su comportamiento la conducta de un neurótico, sin el menor atisbo de remordimiento. Cree que finalmente, en algún momento, podrá volver a analizar su situación mientras aun es capaz de seguir pintando.
¿Por qué “el túnel”? Es una metáfora de su propia soledad, no vislumbra la luz, está encerrado en un espacio cerrado, en sus razonamientos delirantes, sumido en su angustia vital.
Es posible que en ella, Sábato nos invite a analizar, a valorar y a actuar consecuentemente entre la razón y las emociones, colocando cada una de ellas en su propia ubicación. En este sentido, no deja de ser una búsqueda de una ética universal, en línea con el existencialismo, aunque somos conscientes de que esta no deja de ser un desiderátum dada la diversa moralidad particular de cada individuo.
La verdad es que la lectura “El túnel” me ha resultado opresiva, atractiva, diferente, con un lenguaje denso y austero al tiempo y que mantiene en cualquier caso un diálogo de dependencia y de complicidad con el lector. Un texto magnífico.

Comentario de Matías

Me sorprende el elevado grado de actualidad e interés que mantiene el tema de esta novela publicada hacia la mitad del s. XX. Por supuesto que ninguno de sus personajes ha despertado en mí el menor atisbo de empatía.
No obstante, reconozco gran mérito al autor por habernos ofrecido, en base a postulados existencialistas (desesperanza, pesimismo, incomunicación, soledad) un perfil bastante preciso de lo que es un maltratador: desde su gestación hasta el fatal desenlace. Quiero decir con ello que ha sido capaz de introducirse en la psique de un sujeto esquizofrénico, monomaniático, bipolar…: “Mis sentimientos, durante todo ese período, oscilaron entre el amor más puro y el odio más desenfrenado…” (p. 107) Insisto en resaltar dicho mérito porque no resulta fácil ni atractivo ni amable el tratamiento de un tema con ese trasfondo de locura y perturbación mental. (Es algo que me lleva a pensar, con cierto agrado por acercarnos a la vida real, en el arrojo que mostraron los escritores del romanticismo al elegir personajes marginales -nada atractivos, por tanto- como tema de sus creaciones literarias).
A propósito de los celos, no podía faltar una referencia explícita al “Otelo”, de Shakespeare… (p. 116)
Otro de los aspectos que caracteriza al protagonista -a Sábato, obviamente-es su manifiesta decantación por el nihilismo, como puede verse en el siguiente párrafo: “A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil.” (p. 87)
Resulta, por último, paradójico que el protagonista busque con verdadera obsesión, y hasta compulsivamente, a alguien que lo entienda, la esperanza de su vida y, una vez que la ha encontrado, sea incapaz de conservarla y disfrutar de ella, pues trágicamente acaba destruyéndola.

Comentario de Loly

Es el túnel personal de un personaje obsesivo, posesivo y acosador-maltratador-asesino. No me ha gustado nadaaaa este tipo de personaje ni la actitud.
Para mí, tiene un estilo denso, algo pesado  y cierto vocabulario exacto.
Me ha llamado la atención la costumbre del pintor por conocer a los familiares mayores de sus novias en los que las ve reflejadas y la crítica que hace de los críticos.... en lo que yo he pensado alguna que otra vez...
Me hubiera gustado que se hubiera visto un dibujo o foto de la pintura que desencadena la historia.

Comentario de Ana

El libro me lo he leído rápido picada por la curiosidad de ver que iba pasando, me ha gustado pero me ha producido ansiedad. Juan Pablo lo veo enfermo, retorcido, puede que esquizofrénicos y machista, de las películas que lo dan todo y lo quitan, creo que son las que más daño pueden hacer. María Iribarne la verdad no que pensar, lleva un juego que no comprendo por qué no se explica en el libro, juega al despiste con el personaje, me quedan muchas dudas:
¿Qué relación tenía con el marido y el primo?
El libro te cala.
En resumen lo veo todo como una relación tóxica.

Comentario de Rosario

El libro me ha resultado difícil de leer y me ha costado terminarlo. Esa mente tortuosa, retorcida, sola y violenta es muy difícil de seguir e intentar entender. Para mí, misión imposible. Luego la relación de Juan Pablo y María era una relación basada en la imagen y la vida idealizada que él se había hecho de ella y la había convertido en el centro de su existencia y ella se dejaba llevar, pues la incomunicación entre ellos era abismal. Cuando se da cuenta que la vida de María no gira solo alrededor de él y que no es el centro de su vida, pues ella tiene una vida independientemente de él, ya que está casada y hace vida social con familiares y amigos. Esto él es incapaz de entenderlo y se siente engañado, traicionado, y termina asesinándola muerto de celos “justificados” según su enrevesada manera de percibir la realidad. No se percibe el arrepentimiento en ningún momento en su relato de los hechos. Yo creo que este hombre, Juan Pablo, era un enfermo grave psiquiátrico no tratado.El mar de John Banville (15/12/2020)

Comentario de Matías

· Guiño al psicoanálisis: ese peculiar modo de proceder de nuestra mente (al evocar, tal vez de manera un tanto caótica, vivencias del pasado) y, como si de un remedio terapéutico se tratase, considerar que ahí pueda estar la solución de sus actuales problemas. Arduo trabajo de introspección (a modo de viaje hacia el interior de nosotros mismos, tal vez necesario en algún momento de nuestra vida), valiéndose de los sentidos (sonidos, imágenes visuales, olores…) puestos al servicio de la memoria en el difícil intento de dar respuesta a su conflicto personal.

· He encontrado múltiples referencias estéticas e intelectuales lo que me lleva a pensar que es un escritor refinado y culto…, cosa que me satisface sobremanera por darme pistas sobre las fuentes (pintura, literatura, música…) en las que se ha inspirado, a la vez que despierta en mí la curiosidad por asomarme a esas fuentes y beber de ellas.

· Deliciosas descripciones… (”Le Déjeuner sur l’herbe”, de Manet)

· Tema del voyerismo… y el sutil erotismo implícito…

· Inevitablemente, el personaje de Chloe me lleva a pensar, salvando las distancias, en la “Lolita” de Nobokov (p. 200).

· El protagonista Max parece estar marcado por un cierto completo de inferioridad, esto es, por la conciencia de sus bajos orígenes de los que se avergüenza “siempre estuvo decidido a prosperar” (p. 174); de ahí su permanente y obstinado interés en arrimarse a los Grace.

· Confieso haber estado a punto de abandonar la lectura por no ajustarse, de buenas a primeras, a mis gustos, expectativas o momento emocional. Me hace caer en la cuenta de que no debo precipitarme al enjuiciar una obra antes de haber completado su recorrido; en lugar de eso, debo preguntarme por las intenciones últimas del autor al elegir esa peculiar manera de contar la historia, es decir, qué pretende transmitirme.

Comentario de Loly

Creo que el libro está muyyy bien escrito y me gustaría destacar la labor del traductor que ha reflejado muy bien la riqueza de vocabulario, de estructuras lingüísticas , de subordinación, de aposiciones y figuras varias. También cabe destacar las frases “filosóficas”, tipo máximas, llenas de contenido y significado profundos.

En lo referente a la historia, lo veo como un balance al final de la vida, marcado por el hecho de la muerte de la esposa pero el personaje, Max o como quiera que se llame o se haga llamar, (creo recordar que se cambió el nombre o tuvo intenciones de ello), el susodicho no me ha gustado nada y en algunos pensamientos me ha parecido mala persona….

Cierto que no tuvo una infancia muy feliz sino traumática, por lo que cuenta, y siempre ha querido huir de sus orígenes, quizá por ello se unió a la familia de Chloé, pero llegado al punto en el que se retira al mar, ese mar que se llevó lo que pudo haber sido su salvación o lo fue durante un verano, sigue teniendo un comportamiento y una manera de pensar y actuar muy particular y negativa. Lo que piensa de su hija no lo hace destacar como padre ejemplar y si ha tenido una vida plena al lado de Anna, bien hubiera podido superar sus traumas de antaño y madurar y crecer como persona un poquito más. Tampoco me ha gustado mucho el final… quizá si se hubiera perdido mar adentro habría sido más lógico…

Comentario de Rosario


La página escogida por Rosario resume mucho la esencia de la obra. También hace referencia al vocabulario tan exquisito del autor y elogia la labor del traductor, Damián Alou
http://www.anagrama-ed.es/autor/alou-damian-40
https://www.upf.edu/web/traduccio/entry/-/-/9471/adscripcion/damian-angel-alou
Floculento, Cheurón, Fúrcula, Morisqueta y algunas más que tengo por ahí apuntadas 🤗
No daba la vida para ir mirando en el diccionario

Comentario de Isabel

Quería hacer una pequeña reflexión sobre el libro. Lo más visual ha sido su prosa poética, preciosista y metafórica. Que si bien comenzó encantándome, como un delicioso pastel de alta repostería, llegado un punto, estaba empachada. Habiendo veces que me resultaba tedioso. La reflexión sobre el paso del tiempo se ajusta a ese concepto que tengo yo de, no deberías volver a los lugares en los que has sido feliz. Porque la vida cubre los lugares y los momentos de una pátina de deliciosa melancolía, volviéndolo siempre más amables y dichosos de lo que en realidad fueron. Cada tiempo tiene su paisaje y en él, tenemos unos ojos para mirarlo que cambian con la vida. Me ha gustado menos de lo que esperaba. Aunque he disfrutado de lindos pasajes.Nos vemos allá arriba de Pierre Lemaitre (3/11/2020)


Comentario de Josefina

Descubrí esta novela por azar en la biblioteca de Molina hace unos meses y me fascinó hasta el extremo de leer la trilogía completa y toda la obra de novela negra del autor. Ahora he releído parte de la misma nuevamente y la he descargado en Internet subrayando lo más representativo desde el punto de vista de la estructura narrativa, muy elaborada que mezcla tras una apariencia muy asequible, un proceso creativo muy prolijo.

La trama se enmarca en un hecho histórico y traza la responsabilidad moral del individuo que no duda en comportarse deshonestamente para subsistir o para triunfar socialmente. Hay drama, romanticismo, personajes cercanos y héroes anónimos (Véase Ëdouard, un extraordinario instinto de supervivencia) en un alegato antibelicista. o a Pradelle con su obsesivo afán de recuperar su estatus social," un aristócrata en versión pobre”, o bien desde la perspectiva de Albert viendo a Pradelle como “el ángel exterminador” (¿Se refiere a la película de Buñuel o a Abadón ángel de carácter destructor del libro del Apocalipsis?)

La novela tiene mucha acción, es una novela de aventuras, con toda clase de historias reflejada en el comportamiento de sus personajes con un fuerte contenido crítico del negocio y de la corrupción en todos los ámbitos característicos de la postguerra.

Y, sobre todo, veo contrastes acusados de lenguaje popular y lenguaje culto. Cito, por ejemplo, en boca del narrador al narratario (para describir la instancia discursiva a quien el narrador dirige su discurso) “cojonudo. El tipo está ahí abajo. Menudo gilipollas! y “... ya estaban camino del Walhalla” y vuelve al lenguaje vulgar “Ahora podrán meterles mano a las valquirias”. O cuando comenta que Albert se “apuntó a una guerra stendhaliana... ", ahondando además en cómo la historia debe su curso al azar y el individuo es sólo un personaje.

Comparaciones profusas que iluminan su lenguaje visual y popular “como si Dios hubiera pitado el final del partido” Frente a “ si parece un san Sebastián”, aunque obviamente el lector fácil no identifique esto nada más que con el dolor y la crispación, pero no con el cuadro de Mantegna del Quatrocento italiano.

También en el lenguaje del arte "para ser gráficos, un personaje de Tintoretto” cuando describe a Albert.

Igualmente y con profusión de recursos literarios como la catáfora, avanza la narración “Bueno, no adelantemos acontecimientos” o incluso cuando dice “No es verdad que en el momento de morir veamos toda nuestra vida en un vertiginoso instante, pero si vemos imágenes”, sin duda alude a comentarios de la gente que ha pasado por momentos difíciles próximos a la muerte y dice haber visto…” Pero este narrador omnisciente, me parece a mí que sabe mucho. Creo que Lemaitre se ha debido morir de risa cuando escribía tantas exageraciones como aparecen en el libro, reir a carcajadas, dentro de la tragedia, Por cierto que hipérboles proliferan a lo largo de su obra.

En la misma línea de anticipar la acción del obús que va a estallar. “No le quedará mucho de vida, pero sí suficiente para comprender a la perfección lo que está sucediéndole” Y sus deseos, que también comenta con su interlocutor narrativo cuando llama la atención sobre el deseo de sobrevivir “como el que deben sentir las ratas de laboratorio cuando las agarran de las patas traseras”, “una resistencia primitiva"

Así mismo unas imágenes profundamente visuales como Albert aferrado a los viscosos belfos del caballo muerto, salpimentado con profusión de oraciones de relativo explicativas y epítetos descriptivos que revuelven las tripas del lector.

Lo dejo aquí. Es un libro que ofrece mucho. Un placer y un narrador deslumbrante de apariencia accesible, de diferentes capas de lectura, divertido, intrigante, creativo. Hacía tiempo que no había leído nada que me hubiera dado tanto.

Que disfrutéis de la tertulia. Josefina

Comentario de Matías

Lo primero, decir que la lectura de esta obra me ha resultado bastante dura (repugnante la mención al negocio de “las dentaduras postizas usadas, incluso rotas o inservibles” p. 354), hasta el punto de haberme asaltado, en varios momentos, la tentación de abandonarla.

· Sobre el título… (no le veo mayor justificación)

· Los personajes principales creo que están bien definidos.

  • Édouard, cercano a esa especie de dandy que disfruta con la provocación (me ha recordado, salvando las distancias, a Dalí)
  • Albert, que con su comportamiento (huida hacia adelante) hace bueno el juicio que la madre nos proporciona sobre él.
  • Henri, individuo siniestro, sin escrúpulos, para quien el fin justifica los medios, corrupto donde los haya, capaz de sobornar a todo el mundo con tal de recuperar, a toda costa, su anterior status
  • Marcel Péricourt, magnate que precisamente por instalarse lejos de la realidad resulta víctima de la gran estafa ideada por su propio hijo, al que repudió en su día y que más tarde pretende recuperar, empresa en la cual fracasa.
  • Merlin, funcionario que con sus pocos medios logra descubrir el gran escándalo y se niega al soborno tentador (ascenso en el escalafón, dinero…)
  • El personaje de la niña Louise (12 años) me resulta desconcertante: hueco, vacío, desinflado, pasivo (una hoja seca a merced del viento), mera comparsa que muestra nula curiosidad por lo que está ocurriendo allí, limitándose sin más a amasar la pasta de papel para las máscaras: “Miraba la palangana con expresión soñadora, indiferente a los gritos: entre aquellos dos, había tantos…” (p.317) Me pregunto si una niña de esa edad no tiene mayores inquietudes; veo que no ha evolucionado ni se ha producido transformación alguna en ella, no ha crecido, una pieza contrahecha de difícil encaje en la trama (para mí)

Sobre la cabeza de caballo, de la que nunca se separa Albert, creo que debe tener alguna significación… A mí no se me ocurre otra que relacionarla con la nobleza que caracteriza a ese animal con la que él prodiga a su amigo.

En cuanto a la construcción de la trama, he apreciado, hacia el final, una cierta prisa en cerrar las distintas subtramas al decir por la brevedad con que las trata (lo que contrasta con la dilatada atención dedicada anteriormente a las mismas)

Por lo demás, quiero expresar que ha removido estratos profundos en mi sensibilidad al tratar de un asunto tan sagrado como negociar descaradamente con la memoria de quienes han dado su vida por nobles ideales y para que nosotros la tengamos mejor. No he podido evitar relacionar este tema con la opacidad (amen de la chapuza) que a menudo se advierte en el tratamiento de ciertos asuntos en el ejército (p.e. el accidente del Yak-42) al igual que en otras esferas de la administración pública.

Comentario de Rosario

De una narrativa brillante y descriptiva tal, que parece que estés presente en los escenarios descritos por el autor. El principio me resultó duro de leer, después fue más fácil continuar, pero sin dejar de mantener la alerta por lo que pudiera sorprender el devenir de los siguientes acontecimientos. La guerra saca lo mejor de unos y lo peor de otros, o, dicho de otra manera, acentúa más el buen fondo o el mal fondo de las personas. La guerra, el peor invento de la humanidad sin duda en donde unos pocos hombres con mucho poder, ambición y pocos escrúpulos utilizan y sacrifican a miles y miles de sus congéneres para conseguir sus objetivos y llenarse de gloria, como hizo el teniente Pradelle, a menor escala, con los soldados de su compañía. Siendo Pradelle, Albert y Édouard estafadores, deseas que estos salgan victoriosos y consigan llevar a buen término su plan, como si tuvieran derecho a ello, debido a lo que han padecido en las trincheras y las batallas y como han sido tratados tan injustamente antes, durante y después de terminar la guerra por sus superiores y por la sociedad y que al teniente Pradelle, le caiga todo el peso de la ley encima por mala persona. El final es el predecible, según mi parecer y lo deja todo bien ajustado y rematado.

Comentario de Ana

El libro me está gustando, pero la verdad esperaba más de él. A mí parecer está bien escrito, aunque no me enganchó al principio, lo veía macabro y se me hacía pesado. Conforme he ido avanzando me está gustando más, es fluido y tiene mucha dureza de trasfondo.
Lo estoy terminando por eso no te puedo decir nada más.

Comentario de Malu

Noviembre de 1918, frente de Somme (Norte de Francia) días antes del armisticio. Lemaitre nos sumerge en plena ofensiva absurda de un teniente, Pradelle, tipo odioso, ya empezamos a odiarlos para conseguir a cualquier precio, honores de guerra, y de esta manera recuperar su estatus perdido, es un aristócrata de medio pelo arruinado, dos de sus hombres (Albert y Edouard) advierten con desesperación que intenta asesinarlos, un obús sepultará al apocado y llorón Albert, un humilde contable que será milagrosamente salvado por el acomodado, extravagante afeminado y magnífico dibujante Edouard. Ya tenemos a los personajes principales acompañado por secundarios de lujo, padre y hermana de Edouard, los Pericourt, serán determinantes en esta trama de saqueo, picaresca, políticos corruptos y generales idiotas, Lemaitre tiene para todos con su habitual humor negro despiadado. Empieza la burla, porque esta narración es una broma del autor sobre las guerras, los que pierden (Albert y Edouard) y los amorales que se enriquecen con la muerte (Pradelle) pero acabará pagándolo, menos mal.

Desarrollo: Los dos jóvenes pasarán meses hospitalizados, Albert cuida, se siente obligado, de un desfigurado Edouard que finge su muerte, se niega a volver a casa, la miseria les rodea, apenas tienen para sobrevivir mientras Pradelle, casado con Madeleine Pericourt, organiza un negocio repugnante a costa de los soldados muertos y la construcción de cementerios enormes naturalmente con el visto bueno de alcaldes e hijos de generales y diputados.

La narración de lo sórdido es admirable, siento decir que en algunos momentos me reía, Albert y Edouard para no ser menos y hartos de miseria traman una estafa bien urdida" El Recuerdo Patriótico" estelas, monumentos y estatuas, consiguen cientos de miles de francos, naturalmente van a por ellos mientras tanto la buena estrella de Pradelle se va apagando, su suegro y su mujer lo abandonan, morirá solo y arruinado. Albert pone con su novia tierra por medio y Edouard de suicida lanzándose al coche de su padre que empezaba a querer a su hijo y ya intuía que no había muerto.

Momentos de humor negro. La reunión de Pradelle con el carpintero Lavalleé ajustando precios para los ataúdes, de roble y medidas de 1,70 pasa a pino y 1,30 si hay que trocear, se trocea. Mientras Albert vuelve a la vida, Edouard le da palmaditas en la espalda y maldice al cielo, ve caer un trozo de metralla del tamaño de un plato sopero que revienta en su cara "La respuesta de los dioses" piensa. El momento maravilloso que Pradelle va a pedir ayuda desesperada a su mujer, está recostada sobre la cama acariciándose la barriga "No, Henri, no lo entiendes. Lo q no me interesa no son tus negocios, eres tú"

Al final, el único funcionario honrado Joseph Merlín, el responsable de que salga toda la mierda fuera.Nosotros en la noche de Kent Haruf (6/10/2020)

Comentario de Teresa

La novela deliciosa, sencilla. Los personajes muy reales valientes que encuentran una oportunidad para vencer la soledad y volver a tener ilusiones, se encuentran y se acompañan en el día a día con los problemas cotidianos de cada uno, pero no les dejan...

Comentario de Malu

Novela póstuma de Kent Haruf. Nos cuenta la historia de dos viudos mayores, Louis y Addie, que pasan la noche en soledad en un pequeño pueblo de Colorado. Addie se presenta en casa de su vecino Louis y le propone compartir cama y charla sin sexo. Louis tarda muy poco en aceptar. Narración sencilla y hermosa de paisajes y personajes. Louis y Addie se hacen confesiones sin engaños, sin artificios y va surgiendo amistad y más tarde, amor. Es un canto a la esperanza, a vivir sin miedo, sin ataduras ridículas, viviendo de verdad una vejez maravillosa y lo importante, el día a día. Me gustó que ella tome la iniciativa y me frustró el comportamiento intransigente y egoísta de los hijos y que Addie, tan valiente, claudique ante un hijo que no ama a su madre. Creo que el escritor muy enfermo y sabiendo que le queda poco tiempo de vida, "cerró" una bonita historia de manera precipitada.

Comentario de Matías

Destaco la forma franca, decidida y firme que tiene Addie de afrontar el problema de la soledad para hacer una proposición tan sincera (y arriesgada) a Louise.

· Es de admirar el coraje de los protagonistas que se proponen hacer valer el afecto, el cariño, su necesidad de compañía… por encima de la curiosidad (chismorreos) de los vecinos, incluso del rechazo e incomprensión de la familia.

· Advierto en Louis como si con esta relación se propusiera enmendar errores del pasado.

· La llegada del nieto Jamie supone una alteración en sus vidas ya encarriladas; sin embargo, representa un reto para poner a prueba, dada la distancia generacional, su capacidad de adaptación.

· No me esperaba un final así: ese corte radical, esa separación incontestable que unilateralmente impone Addie - conocida su trayectoria “siempre había llevado la iniciativa” (*) - resulta que ahora claudica y se pliega a las exigencias egoístas de su hijo Gene… La única justificación que se me ocurre es la de suponer que, con esta decantación por la familia, Addie proporcionará una influencia beneficiosa para el futuro de su nieto Jamie, supliendo así la nefasta de los padres de éste que, según él, “discuten y gritan"

· El autor explora y sugiere una alternativa muy válida -por sensata, imaginativa y pragmática- para hacer frente al terrible problema de la soledad en la edad avanzada. La favorable disponibilidad y el buen talante con que dota a los protagonistas de esta entrañable historia proporcionan los mimbres necesarios para que el resultado final sea todo un éxito.

(*) “… si querrías venir a casa a dormir conmigo.” (p. 10)

“Y ni siquiera hacemos lo que la gente cree"

¿Quieres hacerlo?, preguntó Addie” (p.106)

“Bueno, ¿vas a besarme…?” (p.113)