jueves, 29 de abril de 2021

Pedro Mairal

"Siempre me relacioné con el lenguaje teniendo en cuenta cómo suena eso que escribo"


La difusión de la obra del escritor argentino Pedro Mairal (Buenos Aires, 1970) en nuestro país es muy curiosa. En 1998 recibió el Premio Clarín de novela y fue finalista en el Premio Herralde de 2001 con Una noche con Sabrina Love, llevada al cine en su país en el año 2000. En Argentina publica El año del desierto en 2005, que llega a España cinco años más tarde. Sin embargo, no es hasta 2016 cuando Pedro Mairal alcanza en España una gran notoriedad con La uruguaya, obra ganadora del Premio Tigre Juan 2017, que lo confirmó como uno de los más brillantes autores latinoamericanos contemporáneos. Parecía que antes de esta novela, Mairal no había escrito nada.

En 2019 publica Breve amores eternos que incluye otro libro del autor, Hoy temprano publicado en 2001. Cuentos en los que el hombre tropieza sistemáticamente con los mismos errores que ponen en evidencia su limitada capacidad frente de las mujeres. Con una mirada incisiva, tierna, pero también divertida, Mairal provoca continuamente al lector, atrapado en sus argumentos.

Su novela Salvatierra es recuperada en 2021 en España, ya que se publicó en Argentina en 2008. Mairal cuenta la historia de un enigmático pintor que deja a sus hijos una curiosa herencia. Si en El año del desierto primaba lo audazmente imaginativo, en Salvatierra se despliega un relato aparentemente realista desde el principio, con tonos naturalistas, pero del que emana una historia fantástica.

Pero Mairal también se atreve con la poesía. Tigre como los pájaros (1996), Consumidor final (2003) y la trilogía Pornosonetos (2003, 2005 y 2008), bajo el seudónimo de Ramón Paz y la novela en sonetos El gran surubí (2013), un libro muy particular que originalmente apareció como un folletín y que editó la revista Orsai.

En 2017 recopila sus artículos y crónicas en Maniobras de evasión, creando así una suerte de autobiografía involuntaria.

Desde 2019, el autor argentino canta y compone en el dúo Pensé que era viernes con el también escritor Rafael Otegui. Aires rioplatenses entre lo folclórico y lo urbano que los llevó a concretar presentaciones en vivo y a grabar milongas, baladas y también algún tango con los que se ocupan de alimentar la confluencia de la poesía y la música.

viernes, 9 de abril de 2021

Valor

Un puzle de supervivientes



Transcurre en 2011 pero también en 1930, y Jaca es Sagunto e incluso el campo de concentración de Jasenovac en el Estado Independiente de Croacia. Las historias se cruzan, y lo hacen sin importar el tiempo ni el espacio. Así es Valor (Seix Barral, 2015), cada personaje vive en su propio tiempo, pero lo hace simultáneamente al del resto.

"fluye eternamente, no hay futuro ni pasado, todo es presente y nada tiene consecuencias" - Flor -

En Valor conviven varios tempos y "héroes": Una mujer de mediana edad recién divorciada y exdirectora de una caja de ahorros que afronta, con su hija quinceañera gogó de discoteca, su exclusión social por haber vendido preferentes; un militar republicano y su aliado aristócrata que participan en la sublevación de Jaca en diciembre del año 1930; un monje franciscano croata que colabora en el exterminio de serbios, comunistas, judíos y ortodoxos en un campo de concentración durante la II Guerra Mundial; y, finalmente, un joven gigoló de origen libanés en las playas invernales de Benidorm. Todos ellos se enfrentan a situaciones en las que deben asumir un riesgo ante lo que es un valor supremo, el dinero, la revolución, la fe, frente a una débil conciencia. Una novela en la que se aborda la complejidad humana y sus contradicciones.

Clara Usón le añade la habilidad para mezclar planos con la capacidad de empatizar o no con unos personajes, víctimas a la vez que verdugos. Es difícil hacer convivir todos estos planos y más cuando algunos tienen base histórica, como el levantamiento republicano de Fermín Galán o la cruzada católica del fascista croata Ante Paveli, que terminó refugiado en España.

La sorprendente y fascinante propuesta narrativa tiene al menos dos fines: uno, el de evitar las transiciones.

"Borges decía que no le gustaba la novela por los pasajes de transición. La verdad es, como escritor, te aburren, y como lector, también. Así que me propuse escribir una novela que no los tuviera. Una novela que tuviera la intensidad de un cuento", dice la autora

El otro fin es en realidad un espejo, porque, dice Usón, aquellos años, los 30, no eran tan distintos al presente.

"Había, como hoy, una sensación de fin de ciclo. Las instituciones estaban podridas, había una crisis económica tremenda y una desigualdad igualmente tremenda. Todo el mundo pensaba que España había que reconstruirla, de la misma manera en que lo pensamos hoy. De ahí también un poco la idea del tiempo como algo que sucede siempre en el presente, porque en realidad lo que hace la Historia es avanzar en círculos. No progresa, siempre se repite", asegura la escritora.



Todos los personajes están llenos de contradicciones. Fermín Galán, un militar español que encabezó La Sublevación de Jaca de 1930 .Republicano convencido, pide que lo destinen a Marruecos, aunque desaprobaba la guerra colonial, en su momento, propone a Alfonso XIII un plan de paz, que el rey ni entiende ni le interesa. Galán, un hombre que cree en una educación igual para todos, los derechos de las mujeres, la desaparición del ejército y la Iglesia y el feudalismo europeo, un hombre que valora más el honor que su propia vida y está dispuesto a morir por sus ideales.
Junto a él y entre otros, destaca Luis Duch, un joven de familia acomodada que se siente atraído por las ideas y el empuje de Fermín Galán y que participará en la insurrección con entusiasmo.
Ya en la actualidad, conocemos a Mati, directora de una sucursal bancaria, que ha vendido preferentes incluso a su madre, cuya vida personal también es un desastre, su marido Paco, la ha abandonado para marcharse con una mujer más joven y Mati no puede superarlo.
El único apoyo de Mati es su amiga Flor, que ha perdido todos sus ahorros a manos de su amiga, y que desde que descubrió las terapias alternativas, regenta una tienda de productos naturales. Flor cree en la armonía universal y en que la vida es como un río, sin limitaciones de espacio ni de tiempo.
Mati, tiene una hija, Mar, una adolescente de 15 años, que odia ha su madre, ha perdido a su mejor amiga por culpa de una pelea, no va demasiado bien en los estudios, trabaja como gogó en una discoteca sin que su familia lo sepa y se refugia en las redes sociales para descargar su frustración y soledad.
Y también está Sam, un joven que se marcha a Benidorm un fin de semana, para ser el gigoló de una mujer mayor que le pagará dos mil euros por pasar unas horas por ella, dinero que necesita para pagar una multa o sino irá a la cárcel.
Luego en 1940, nos encontraremos al padre Casimiro, un sacerdote católico, que colaborará con los ustachas ( una organización terrorista basada en el fanatismo religioso), participará en la formación del Estado croata, un estado caracterizado por su política de diferenciación racial y en la creencia de la supremacía étnica del pueblo croata, al que consideraban germánico. El padre Casimiro destinado en el campo de concentración Jasenovac, colaborará en el asesinato de centenares de miles de serbios, judíos y partisanos, que murieron por el solo hecho de serlo.

Los tres capítulos que integran la novela muestran personajes que se ven en situaciones límite, de vida o muerte, y reaccionan con coraje, con temeridad o desesperación, o con cobardía o cautela, según sus caracteres y circunstancias personales.

En Valor, nos encontramos con lo mejor y lo peor del ser humano, con personas que son capaces de dar la vida por sus ideales y con otras que arrastradas por su ambición, su crueldad o su fanatismo cometen los actos más viles, sin importarles que otros tuvieran que pagar por ellos.

Clara Usón

Volver al pasado como terapia del presente

(FIL de Guadalajara)

La hija del Este recibió en 2012 el Premio de la Crítica y lo recogió la escritora Clara Usón (Barcelona, 1961) siendo la primera mujer, en más de cincuenta años, en recibirlo. El libro es un relato basado en hechos reales sobre el suicido de la hija de Ratko Mladic, responsable de los crímenes de Srebrenica en las guerras de desintegración de Yugoslavia.

La escritora, entusiasta de la literatura rusa, suele tratar en sus obras temas dolorosos en contextos tan diferentes como la España de los años ochenta o los convulsos Balcanes de los noventa. Su estilo es directo y contundente ya que los hechos que describe son tan duros que no necesitan muchos adjetivos. Es una escritora comprometida con su relato.

Usón llegó a la literatura tras una crisis personal en la que "jugueteo" con la muerte. Su adicción a las drogas y a los fármacos la sumió en una espiral de autodestrucción que hizo que acabara internada en hospitales psiquiátricos y centros de desintoxicación. La única persona que se mantuvo a su lado fue la mujer con la que más había chocado en su vida, su madre. La que acudió a su rescate, convirtiéndose en su piedra de Sísifo. Se empeñó tanto en que no se suicidara que lo consiguió.
"Lo único que extraje de aquella experiencia fue mi determinación de no invertir ni un segundo más de mi vida en cosas que no me interesaran. Abandoné la abogacía y me hice escritora el día en que comprendí que era un milagro seguir viva."
Así que se sentó ante el ordenador y se puso a escribir con tanto ímpetu que enseguida ganó los premios Femenino Lumen (Noches de San Juan, 1998), Biblioteca Breve (Corazón de Napalm, 2009) y el Nacional de la Crítica (La hija del Este, 2012). Cuando se recuperó de la alegría de tanto premio se dio cuenta de que no sabía escribir y que tenía que aprender. A eso se dedica desde entonces.

En 2001 publica Primer vuelo (Modernos y Clásicos) donde se sirve del tema clásico de la búsqueda de la infancia perdida para retratar un insólito grupo de personajes, protagonistas de una historia tan divertida como dramática en donde también aparece la eterna comparación de los españoles con los franceses.

Gran admiradora de Chejov, en 2005 aparece El viaje de las palabras (Seix Barral), un divertido y original homenaje al escritor ruso desde el punto de vista el de una mujer de los años 80 que se despierta en la Rusia del XIX. Además de ser una conmovedora historia llena de humor, constituye una magnífica introducción a la obra de Antón Chéjov.
Siguiendo la línea de su "autor fetiche" escribe Perseguidoras (Alfaguara, 2007), una profunda y divertida reflexión sobre la vida de tres hermanas, muy distintas entre sí, pero que buscan la felicidad sin perder nunca la esperanza. La obra es un homenaje al drama "Las tres hermanas", de Chéjov, su "héroe literario particular".
"Pushkin, Bunin, Bulgákov, Gógol, que es divertidísimo, Lérmontov, Turguéniev, Tolstói y quizá el que menos me atraiga sea Dostoievski, porque a Chéjov no le gustaban sus novelas, decía que todos los personajes acababan pareciéndose y eran demasiado histriónicos. Pero estoy enamorada de la literatura rusa."
Con Valor (Seix Barral, 2015) ahonda en las heridas del pasado y en la mayor fractura del hombre contemporáneo. Tiempos, espacios y personajes se entreveran ante el asombro del lector, configurando una novela sobre la complejidad de la naturaleza humana y sus contradicciones.


En 2018 publica El asesino tímido (Seix Barral), una novela en la que entremezcla el recuerdo de sus años bajo el influjo de las drogas con las biografías de la actriz del destape Sandra Mozarowski y del filósofo austríaco Ludwig Wittgenstein. A través de la historia de Sandra, Usón narra también la suya: la de una joven que, como sus compañeros de generación, fue adolescente en la Transición y buscó la libertad, transgredir lo prohibido. Usón narra la historia de su caída, de sus días en el hospital, unos días que se parecieron mucho a los que pasó Sandra en coma antes de fallecer.

El suicidio aparece en todas y cada una de sus novelas. La autora vuelve a él inevitablemente.
"Es mi obsesión. Cuando tengo un problema, no lo afronto; huyo. Y la huida es la base del suicidio"
Los conflictos familiares también se tratan en todos sus libros ya que para Usón son un semillero y lo mejor y lo peor de la naturaleza humana está ahí. Para ella muchas son disfuncionales y determinan mucho nuestras acciones. Clara Usón considera que esto no es nada original ya que las tragedias griegas o las grandes novelas decimonónicas terminan siendo todas historias familiares.

Las páginas de sus libros desprenden dolor, reivindicación, protesta y reconocimiento. Una vuelta al pasado para sanar el presente.