martes, 22 de enero de 2013

Dulce Chacón

La dulce dormida
  
    A Dulce Chacón, nacida en Zafra (Badajoz) en 1954, la muerte le sorprende cuando disfrutaba del éxito y el reconocimiento de crítica y público que le había reportado su última novela, La voz dormida, una recopilación de testimonios de las mujeres que sufrieron la represión y el maltrato de los vencedores de la Guerra Civil y que la escritora juntó tras recorrer casi toda España.
   Poeta y novelista española inició su carrera literaria en 1992 centrada en los comienzos, fundamentalmente, en la poesía. Querrán ponerle nombre (1992) es su primer libro, y tras él, en los años siguientes llegaron Las palabras de piedra (1993) y Contra el desprestigio de la altura, con el que consiguió el Premio Ciudad de Irún en 1995.
   En 1996 debutó como escritora de novela con el libro Algún amor que no mate, obra de la que posteriormente, en el año 2002, hizo ella misma una adaptación teatral.
   Dulce Chacón continuó escribiendo tanto poesía como narrativa. En 1997 publicó la novela Blanca vuela mañana; en 1998 inventó la historia de una pareja que se rompe y la amistad que surge entre dos mujeres, una española y otra marroquí, en Háblame, musa, de aquel varón; en 1999 escribió el libro de poemas Matar al ángel y en 2000 una nueva novela, Cielos de barro, con la que consiguió el Premio Azorín.
   En la mayor parte de sus novelas, Dulce Chacón se descubre como una autora comprometida con la paz, la igualdad de la mujer y los derechos de los inmigrantes. El éxito definitivo le llegó en 2002 con su novela, La voz dormida, por la que recibió el Premio al Libro del Año, concedido por los libreros de Madrid. En este libro, rinde homenaje a los hombres y mujeres que perdieron la Guerra Civil española, y presta su voz para dar testimonio de su lucha y de su sufrimiento diario en las cárceles y en las calles del país devastado por la pobreza y por el odio.
Junto al escritor José Saramago en la´
manifestación contra la Guerra de Irak.
   Dulce Chacón también contribuyó con la fuerza de su palabra escrita a la actividad pacifista de la Plataforma 'Cultura contra la guerra'. De hecho, ella fue una de las protagonistas de la manifestación en contra de la guerra de Irak que tuvo lugar en Madrid el 15 de marzo de 2003, en la que leyó junto a José Saramago un manifiesto al finalizar la marcha en la Puerta del Sol.
   Además, como integrante de 'Mujeres contra la guerra', viajó junto a otras representantes del mundo de la cultura a Irak con el objetivo de conocer de cerca la realidad de ese pueblo y manifestar su oposición a un ataque contra él.
Dulce Chacón junto a su hermana gemela,
la escritora Inma Chacón.
   La muerte de la escritora en 2003 conmocionó al  mundo de la cultura. Escritores, amigos e instituciones manifestaron el dolor que les causó la pérdida de esta escritora, una mujer que se encontraba en el momento de su máxima madurez literaria, cuando tenía en mente el argumento de una nueva novela, y que había expresado su deseo de trabajar o apoyar la creación de un guión de cine basado en La voz dormida.
   El novelista Luis Landero, amigo y paisano de Dulce Chacón, señaló, muy impresionado, que la escritora "se ha ido en su mejor momento como autora, cuando estaba madurando su obra" y "tenía todo por dar". Landero, que se preció de haber sido buen amigo de la autora y de haber pasado a su lado "estupendos momentos de conversación" comentó que "hace no mucho, después de su novela 'La voz dormida', le dijo: 'Mira, ya te ha llegado el momento de ser la gran escritora que hay en ti, ahora tienes que tener paciencia para expresar ese mundo tan variado que hay en tu imaginación".

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