lunes, 3 de febrero de 2025

Todos los fuegos el fuego

Imprescindible


Todos los fuegos el fuego (1966), cuarto libro de relatos de Julio Cortazár, está compuesto por 8 cuentos insertos dentro del realismo mágico, con unos inesperados giros que mantienen una expectativa de lectura alta hasta el último momento y que hablan del amor, la muerte, el miedo o de las debilidades existentes en las familias. La obra nos transmite un espejo de nuestra sociedad, nos propone situaciones que nosotros podríamos protagonizar, nos hace ver la muerte como algo natural y la aborda de distintas maneras y nos hace entender el amor adolescente, el de madre, de hijos, de novia, de amante, de amigos, de hermanos. Cómo las personas amamos de tantas formas diferentes.

Cabe destacar que algunos cuentos comienzan con una cita, el fragmento de una canción o con el nombre de alguien, a modo de dedicatoria.

Los relatos presentan elementos que van desde lo real hasta lo fantástico, existiendo en algunos casos el paralelismo de historias y la dualidad de personajes. Entre los recursos literarios más visibles se encuentran el símil y la metáfora, los cuales están presentes en varios fragmentos de las historias. Asimismo se pueden observar distintas figuras narrativas, tales como la de narrador omnisciente y otras voces yuxtapuestas o en simultáneo.

Casi a punto de cumplir 60 años, el libro de Cortázar resulta muy actual. Los escenarios pueden estar separados por siglos, pero hay cierta condición difícil de describir que emparenta estos ocho relatos. Y es que, aunque puedan parecernos fantásticos, solo están a un paso de ser reales, de ser posibles. A veces un paso absurdo, una mera vuelta de tuerca virtual.

Cortázar empezó con el que, a priori, puede parecer más imposible: La autopista del Sur reúne a cientos de automovilistas parados en el clásico atasco monumental al regreso a una gran ciudad tras el fin de semana. No sabemos acerca de sus protagonistas: los nombran las marcas y modelos de sus coches, en un primer guiño brutal que habla bien claro acerca de la agudeza del autor: la persona definida a través del vehículo que conduce. Después se añadirán más. El agrupamiento en función de la cercanía geográfica, la distribución de tareas y funciones, la difícil integración con el nuevo entorno forzado.

Le siguen otros siete. Reunión nos sitúa en una eventual isla en medio de un desembarco armado. La señorita Cora, extraordinario en su sutileza, nos muestra la relación entre una enfermera y un adolescente hospitalizado. Lo más interesante de esta obra de Cortázar no solo es la manera como describe la relación entre los protagonistas, sino también que tiene un estilo único: está escrita desde los distintos puntos de vista de cada persona que aparece en el cuento, con un cambio brusco entre los interlocutores, hasta en la misma oración. La salud de los enfermos se pliega sobre sí mismo en ese nudo de sobreprotección que justifica engaños viles y mentiras piadosas. Instrucciones para John Howell, es uno de los cuentos que mejor deja entrever el gusto por el juego entre ficciones, el tema del doble y el cruce hacia lo fantástico como rasgos de la escritura de Cortázar.y La isla al mediodía retrata al hombre moderno, al asalariado que consume su jornada de trabajo ensimismado.
Y quedan dos, el que da título al libro y El otro cielo, quizás lo más difíciles por el desdoblamiento de personajes de un lugar y un tiempo a otro, pero en cualquier caso extremadamente bien escritos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario