martes, 25 de septiembre de 2018

Albert Camus

Nunca es tarde para empezar o volver a disfrutar de su pluma.


Brillante y sin dinero, logró convertirse en un autor ineludible del siglo XX. Nació en Mondovi (Argelia francesa) en 1913 como Albert Camus Sintes, dentro de una familia de colonos franceses, los llamados pieds-noirs, término despectivo creado por la Francia colonial.
   Al estallar la Primera Guerra Mundial, su padre es reclutado y tras ser herido en la batalla del Marne, muere.
   Albert crece en uno de los barrios más pobres de Argel, sin libros ni revistas. Recién llegan a sus manos los primeros libros a través de una beca para hijos de fallecidos en guerra.
   Con gran esfuerzo cursa la primaria y el bachillerato. Pero en ese período, alentado por sus profesores, sobre todo por Louis Germain, empieza a leer a los filósofos.
Finalmente se gradúa en Filosofía y Letras con la tesis: "Relación del pensamiento clásico griego y el cristianismo a partir de los escritos de Plotino y San Agustín".
   Camus tuvo grandes influencias de Schopenhauer  y del existencialismo alemán. No hay escritor sin influencias. En Camus, dos fueron clave: Nietszche y André Gide, de quien dijo: "Leyéndolo entendí qué era la literatura".
   Pero es imposible hablar de Camus sin hablar de Sartre. Su batalla intelectual no tuvo final ya que se enfrentaron por el rígido dogmatismo político de Sartre y el desprecio de este a Camus que solía calificarlo como "ese pequeño golfo con cultura de segunda mano", además de no disimular su resentimiento ante el éxito de Camus con las mujeres.

   
Camus y la actriz Maria Casares

   En 1934 se casa con Simone Hié pero con rápida separación por mutuas infidelidades. Hié es la primera de la lista de las mujeres en la vida de Camus. Entre ellas, la gran actriz María Casares. Con Francine, segunda de la lista, tiene a sus hijos Catherine y Jean.
   Su auge literario sucede en 1942, cuando publica la primera de sus cinco novelas: El extranjero (Gallimard), el mundo intelectual y hasta el lector común se ponen de pie.
   Están ante uno de los más trascendentes relatos del siglo XX. Y Meursault, su protagonista, en un estremecedor arquetipo.
   Su segunda novela, La peste (1947) es una inquietante advertencia, una metáfora del Mal, encubierta por la historia de una epidemia mortal en Orán, y también de la fraternidad humana. 
 
Camus en la redacción de Combat (1944)

   Acaso más influido por el anarquismo, y juzgado muchas veces como nihilista, Camus jamás dejó de defender la libertad y la justicia, y declaró en una entrevista de Le Monde algo sorprendente: "No creo en Dios, es cierto. Sin embargo, no soy ateo (como sí lo fue Sartre). Incluso me siento inclinado, con Benjamin Constant (filósofo, escritor y político suizo), a ver en la irreligión algo vulgar y deteriorado". Sin embargo, defendió sin dudas ni vacilaciones la lucha por la libertad, hasta el punto de intentar alistarse contra el nazismo en 1939, siendo rechazado por su incurable tuberculosis.
   Pero no se conformó y el escritor formó parte de la Resistencia francesa durante la ocupación alemana, y se relacionó durante mucho tiempo con los movimientos libertarios de la posguerra
Albert Camus, premio Nobel de Literatura 1957, dejó, más que una obra, un colosal legado en cantidad y contenido. Cantidad casi imposible para una vida arrancada demasiado pronto: el 4 de enero de 1960, a sus 46 años, Camus se dejaba la vida en un coche, cuando su amigo y editor Michel Gallimard conducía a gran velocidad su Facel Vega en una recta sin obstáculos y el neumático reventó. El famoso escritor iba a la derecha del conductor y murió en el acto.
   Pero quedaron, para iluminar el mundo, además de sus novelas y cuentos, cinco piezas teatrales (Calígula y El malentendido), veintiocho ensayos (El mito de Sísifo), dieciocho prólogos (entre ellos, a obras de William Faulkner, Oscar Wilde, Herman Melville), e infinitos artículos periodísticos.




"Lo que más sé sobre la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol".

   Lo había escrito mucho tiempo atrás en uno de sus relatos.
   Para entender mejor la profundidad de esas palabras es necesario recurrir al párrafo que las completó: "Pronto aprendí que la pelota nunca viene hacia uno por donde uno espera que venga. Eso me ayudó mucho en la vida; sobre todo en las grandes ciudades, donde la gente no suele ser siempre derecha".
   Camus fue centrodelantero y arquero del equipo juvenil Racing Universitaire d´Alger. Cambió de puesto debido a la tuberculosis: en la valla se agitaba menos. Otra versión dice que para no gastar tanto sus zapatos, ya que era realmente muy pobre.

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