Perdonarse a uno mismo
Los abuelos maternos de Nicole Krauss son originarios de Alemania y Ucrania y emigraron a Londres, mientras que los paternos provenían de Hungría y de Slonim (Bielorrusia). Ella dedicó su segunda novela, La historia del amor (2005), a sus abuelos, donde algunos de esos lugares tendrán un lugar central en la obra.
La escritora estadounidense ha escrito una novela con una estructura muy particular que hace que sintamos muchas cosas al introducirnos en su trama. Todo gira alrededor de un libro con una protagonista central, Alma o todas las Almas.
Leo Gursky, cerrajero polaco jubilado en Nueva York, cuya obsesión es «no morirme un día en que nadie me haya visto», vivirá una serie de acontecimientos que le proporcionará una última luz a su vida en soledad. Instalado en el ocaso de su vida, esta sorpresa lo lleva a bucear en los recuerdos de su lejana juventud, recuperando emociones que suponía enterradas. No muy lejos de allí, la quinceañera Alma Singer padece los dilemas y conflictos de su edad. Hace ya ocho años que su padre murió de cáncer y ella ha decidido que es hora de que su madre deje de estar triste, o sea, se dispone a encontrarle un nuevo marido. Cuando en su camino aparece La historia del amor, una novela rara, escrita en yidis, publicada en español y comprada por su padre en una librería de Buenos Aires, los interrogantes se suceden.
¿Por qué su padre se la regaló a su madre muy poco después de conocerla? ¿Quién era su autor? ¿Y quién es el misterioso hombre que ha encargado a su madre que traduzca el libro al inglés? Como en una ópera clásica, la intensidad de la historia va aumentando progresivamente hasta que el anciano, que busca reconciliarse con su pasado, y la adolescente que quiere que su madre no esté triste y sola, se entrecruzan tras desenredar la maraña de hilos que genera la historia llegando a un final inolvidable.
Con un tono intimista y envolvente, la autora ha logrado lo más difícil, contar una verdadera historia de amor en el sentido más amplio y profundo de la palabra. Todos en la obra tienen sentimientos. Incluso Litvinoff, el amigo que traiciona a Gursky, los tiene.
La historia del amor no es una novela fácil. Requiere una especial concentración. Es una obra narrada a varias voces y con diferentes prosas. Un rompecabezas que tiene que encajar diferentes planos de tiempo y de espacio. Una obra imposible de estructurar y que brota de las manos de Nicole Krauss con absoluta delicadeza y sinceridad. Leo, Alma, Bruno, Zvi, Rosa, Isaac, Bird, David, Charlotte, Misha y Alma Singer y hasta el ficticio Jacob Marcus son personajes que ya forman parte de lo más profundo de nuestro ser.
La historia del amor es a la vez una historia personal con personajes y circunstancias concretos y una historia de amor universal, donde se reconoce un ingrediente común de esperanza. Krauss construye una telaraña compleja de personajes bien trazados, donde se mezclan el humor, la ternura y la tristeza que da como resultado una entretenida novela que viaja más allá del romanticismo y que no solo habla sobre el poder de la Literatura, sino también de un padre ausente (y de un dios ausente), del dolor de la memoria, de la diáspora forzada, de las preguntas sobre ser parte del pueblo de Israel y de la búsqueda de identidad en un mundo lleno de cambios y horrores.
“El mejor tipo de novelas nos enseña cómo vivir con los enigmas sin tener que aplastarlos y convertirlos en certezas", expresa la autora.
Con un tono intimista y envolvente, Krauss ha logrado lo más difícil, contar una verdadera historia de amor en el sentido más amplio y profundo de la palabra y que, tras el misterio de las coincidencias que ubica a ambos personajes en una misma escena, acaba trazando el sentido de todo, hasta de los conceptos más dificultosos que se narran en ella.
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