miércoles, 25 de noviembre de 2015

Giuseppe Tomasi di Lampedusa

El autor de El Gatopardo
   
   Este Duque de Palma y Príncipe de Lampedusa fue escritor únicamente durante cuatro años, pero fue lector durante toda su vida. Lampedusa fue un lector voraz que llegó a acumular una gran biblioteca de más de 4.000 volúmenes, sobre todo de literatura inglesa y francesa, las que más acapararon su pasión por la palabra escrita. Aunque de todos los libros de su vida, el más importante sería póstumo. Su obra maestra El Gatopardo, fruto condensado de varias décadas de amor por la literatura sería publicado en 1958 tras la muerte de su autor. Paradójicamente, el gran amante de los libros no pudo disfrutar del apabullante éxito del suyo propio.
   Descendiente de una de las más aristocráticas familias sicilianas, Giuseppe Tomasi de Lampedusa
(1896-1957), pasó su infancia entre los muros del palacio paterno en la capital de la isla y las diversas casas de campo. Desde niño aprendió las principales lenguas extranjeras. A los veinte años, al estallar la Primera Guerra Mundial, fue obligado a abandonar sus estudios para participar en la contienda; hecho prisionero, fue internado en el campo de concentración de Szombathely (Hungría), de donde logró escapar, y, tras una durísima marcha a pie a través de Europa, llegó a Italia.
   Durante el período fascista permaneció apartado, coherente con sus inclinaciones de conservador liberal. R
ecorrió Europa en calidad de viajero observador de las costumbres de cada pueblo. Compaginaba esta afición por los viajes con su gusto por la lectura, inclinado sobre todo a los libros de historia y a la novela extranjera.
Durante uno de esos viajes se casó con Alessandra Woll-Stomersee, una de las pioneras del psicoanálisis en Italia.
   Con el grado de capitán tomó parte en la Segunda Guerra Mundial; tras la destrucción de su casa en el curso de un bombardeo, Tomasi de Lampedusa encontró refugio en el hogar de su primo, el poeta L. Piccolo, en cuya casa tuvo sus primeros y fundamentales encuentros literarios.
Sin embargo, a pesar de su gran afición hacia las Bellas Letras, no se decidió a cultivar la escritura hasta los últimos años de su vida.  
   Entre 1955 y 1956 escribió de un tirón la obra que había de darle una gran fama póstuma, El Gatopardo (Il Gattopardo), libro escrito, como se ha dicho, rápidamente, pero gestado durante larguísimos años. El manuscrito de la novela fue publicado en 1958 al cuidado de Giorgio Bassani, un año después de que Tomasi di Lampedusa hubiese fallecido.
   Recibida con fervor entre los lectores y los críticos literarios, la novela narra las vicisitudes de la familia del príncipe Fabrizio Salina, inmersa en el tradicional inmovilismo de las clases acomodadas de Sicilia, en medio de las revueltas garibaldinas que agitaban el resto de la nación. Admirable reconstrucción de ambientes y personajes decimonónicos, hace especial hincapié en una obsesión por la derrota, obsesión que, por fuerza, acaba conduciendo a la autodestrucción. Su éxito, amplificado por la excelente versión cinematográfica que realizó Luchino Visconti en 1963 colocó el nombre de Giuseppe Tomasi di Lampedusa entre los de los mejores prosistas italianos del siglo XX.
    Además, Lampedusa escribió un par de ensayos de crítica literaria, que también vieron la luz póstumamente: Lezioni su Stendhal (Lecciones sobre Stendhal, 1971) e Invito alle lettere francesi dil Cinquecento (Invitación a la literatura francesa del siglo XVI, 1979). En 1961 apareció un volumen de relatos escritos también por el príncipe siciliano, Racconti (Cuentos), donde destaca el titulado "Lighea", que narra la fantástica y bellísima historia de amor entre un joven helenista y una sirena.
 

Fuentes:
Biografias y vidas

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