lunes, 25 de agosto de 2014

Chufo Lloréns

Menuda jubilación
   
   El señor Lloréns, que debe su apodo a una anécdota de su infancia (a su hermana la empezaron a llamar “Chufa” y él, por ser más pequeño, heredó la versión masculina del apodo), nació en Barcelona en 1931 y antes de consagrarse como escritor fue un empresario vinculado al mundo del espectáculo. Administró durante treinta años la discoteca "Don Chufo" donde se presentaron grandes figuras como Julio Iglesias y Chavela Vargas y también actuó como humorista para algunos programas de televisión. 
   Al cabo de muchos años decidió lanzarse en 1986 a escribir cosechando grandes éxitos de ventas con sus libros. 
   Licenciado en Derecho en 1954, este apasionado de la historia, tras su jubilación, hace más de veinte años, inició su carrera literaria.
   Su trayectoria se remonta a 1986, año en el que apareció su primer relato: Nada sucede la víspera, que llegó a ser finalista del Premio Planeta.
 
   
   Desde entonces, Lloréns ha publicado varias historias que permiten apreciar su talento para la elaboración de novelas históricas. La otra lepra (1993), que fue reeditada con el título de La pasión prohibida con prólogo de Camilo José Cela, Catalina, la fugitiva de San Benito (2001), La saga de los malditos (2003), Te daré la tierra (2008), a la que dedicó cuatro años de trabajo y sólo en el Día de San Jorge consiguió vender ciento cincuenta mil ejemplares y Mar de fuego (2011) son  títulos que forman parte de su legado.
   La enorme aceptación de sus libros por los lectores lo ha convertido en uno de los autores de novela histórica preferidos en España, con textos traducidos a diversos idiomas. 






... de Chufo Lloréns

 - "Ahora la que se lleva es la novela histórica que elucubra con misterios, de ciencia ficción, y para mí, sin embargo, la historia es un lugar donde colocar mis personajes".
- "El rigor histórico para novela es relativo. Yo huyo de lo que no se ciñe en lo grueso a la verdad".
- "Los que falsean la historia y no son honestos con los que la aman no se molestan en estudiarla, sólo les importa sacar una novela cada año. Pero a partir de ahí el lector va donde quiere ir. Hay una diferencia notable entre un escritor que se ha documentado, que ha estudiado la historia, que es honesto y el que sólo está en esto porque vende".
- "Yo no voy de un principio a un final, sino que me muevo de un principio a un punto por donde la novela debe pasar, lo que yo llamo las estaciones intermedias".
- "La primera parte de la novela nos debe enganchar, la parte media debe intrigar y el final debe ser coherente a la vez de sorprendente".
- "A mí me basta con que un lector me venga y me diga que ha disfrutado leyendo mi novela. Llegada a cierta altura de la vida, uno ya no escribe por dinero, sino por placer".
- "Yo prefiero considerarme como un narrador, no como novelista. Lo que pasa que la novela me permite llegar a más público y traspasar el tiempo".

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