viernes, 2 de mayo de 2014

El vagón de las mujeres

   ¿Puede una mujer vivir sola?
      


   Nos adentramos en un largo viaje hacia la modernidad emprendido por la  India, ese país-universo que Anita Nair define como "un mundo atrapado entre dos mundos: Oriente y Occidente". 
   La escritora de Bangalore utiliza la imagen del tren como símbolo de vida y de muerte, y retrata a la sociedad del sur del país a través de los diálogos entre seis mujeres de clase media.
   Akhila tiene más de 40 años, está soltera, vive en un pueblo y trata de huir de su familia, que la mantiene. Para ella, la aventura máxima es el tren, así que se sube a uno de esos míticos trenes indios, atestado de gente, lento y familiar, y allí encuentra a otras cinco mujeres; Janaki, una madre desubicada; Margaret, una química con un marido dictador; Prabha, esposa sumisa en busca de identidad e independencia; Sheela, una espabilada adolescente, y Marikolanthu, la más sofisticada y experta de todas.
   Seis mujeres, seis, que cuentan sus historias, sus secretos y sus anhelos, en una novela que habla de cambios, de tradiciones, de amores y sufrimientos, desde el más absoluto realismo. "Me gusta mucho el realismo, sí, me parece que todos vivimos en la fantasía" dice Anita Nair, una mujer urbana que fue ex creativa de publicidad antes de escritora de éxito. "Y adoro los trenes también", explica. "Son un microcosmos de la sociedad india, una mezcla de gente de todo tipo, estrellas de cine, políticos, ciudadanos... En los trenes hay mucha vida y mucha muerte. Todos hablan, narran historias con mucha libertad, amparándose en el anonimato, en saber que es probable, o seguro, que no te vuelvas a encontrar a ninguno de los que te oye".

   


   Anita Nair escribe "a mano y en inglés". Sus mujeres hablan también en inglés. "Desde la independencia hemos tenido una educación muy británica: pensamos en inglés, y es la lengua que unifica a los diferentes Estados". Son mujeres de clase media, que según ella es "el gran núcleo de la sociedad india': 'Está la India pobre, hambrienta y anticuada, de padres que pueden llegar a suicidarse si no tienen dote para casar a su hija", explica. "Pero también es real esta otra India de gente que tiene televisión y ordenadores, que trabaja y tiene una cultura urbana y libre, que se deprime y toma antidepresivos".
    Esa mezcla de modernidad y tradición, de espiritualidad y consumo, de tecnología y oralidad, marca las historias de El vagón de las mujeres, que toma el título de un compartimento especial que, hasta 1998, había en los trenes nocturnos indios. Pero Anita Nair no considera que su novela sea feminista: "Creo que las feministas me pegarían si la leyeran, en eso soy muy personal. Hablo de mujeres iguales a hombres, no superiores. Mujeres que quieren ocupar su lugar en la sociedad. Eso, más que feminismo, es una cosa muy humana".
   


   Nos lleva a su país, la India, tan diferente al de cualquier lector occidental, pero con una prosa fresca, sencilla, amena, hace que este viaje merezca mucho la pena. Nos permite conocer cómo es la vida en distintos lugares de la India actual, sus costumbres, su gastronomía, la dura vida de la mujer en ese país...  Durante ese viaje en tren, estas van relatando sus vidas con el único propósito de ayudar a Akhila, sin esposo y sin hijos, a tomar una decisión que le permita reorientar su vida. Una vida que no avanza, que no va por los cauces que ella esperaba. Y el subirse a ese tren responde a un momento de valor, a un momento de rebeldía contra esa sociedad que le ha impuesto un papel que no quiere interpretar.
   ¿Qué hará Akhila tras escuchar la historia de todas estas valerosas mujeres? ¿Será capaz de tomar las riendas de su vida?
   Como curiosidad decir que al final del libro hay un anexo con las recetas de las distintas comidas que van apareciendo a lo largo del libro.

Fuente:

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www.compartelibros.com

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