jueves, 22 de septiembre de 2011


Familia Khan, sus libros, sus mujeres
  
   En los  últimos años se está hablando mucho de Afganistán, un país que sigue amenazado por los talibanes integristas, que lo dejan sumido en una situación terrible. 
Asne con las mujeres del clan Khan
   Antes de que se diera el boom de las novelas de Khaled Hosseini, hubo ya una persona que se dedicó a darnos a conocer las penurias de Afganistán, a través de un relato con una fuerza increíble. Asne Seierstad, una reportera de guerra noruega, nos trae un relato verídico de lo que es la vida en este país asiático. La autora se introdujo en una familia afgana, en la primera primavera tras la salida de los talibanes del país, debido a los hechos desencadenados tras los ataques terroristas del 11-S.  Pasó en el año 2001 varios meses conviviendo con la familia del librero de Kabul, Sultan Khan; experiencias que dieron lugar a este apasionante testimonio, íntimo y social, de la transición política en Afganistán después de la caída de los talibanes.
   Esta es la historia de Sultan Khan, un afgano que está a favor de la cultura, que defiende el derecho a la educación, la cultura y que ha estado preso por cuidar de su oficio.
   A través de la convivencia con esta familia, la reportera ve la desprotección que sufre la mujer afgana, impedidas para trabajar por su cuenta, dependen para todo de la familia que las acoge y las somete a mucho trabajo para sentir que hacen algo pagar la “protección” que reciben.
Shah Muhammad Rais y su librería en Kabul
   Asne se fue de Afganistán y publicó su libro en Noruega donde fue un éxito inmediato. Al traducirse al inglés, Sha Khan, cuyo verdadero nombre es Shah Muhammad Rais, se indignó, dijo que es un retrato poco veraz de lo que ocurría en su casa y acusó a la reportera de no velar su identidad y además, dar datos que lo ponen en peligro (como hablar de asesinato de una pariente casada que había tenido un amorío, o decir dónde guarda el dinero que gana en su casa). La acusa de no haber intentado comprender la cultura en la que estaba inmersa, sino sólo criticar. Tanto era su descontento que voló a Noruega para contratar un abogado y tratar de impedir la comercialización del libro.
Sultan Khan con su hijo mayor, Mansur,
en su librería de Kabul
   Desistió de la demanda y ha publicado su propia versión de la historia llamada “Once upon a time there was a bookseller in Kabul” (pero sólo ha sido traducido al noruego y portugués). Dice que debido a amenazas que recibían, su primera esposa se tuvo que asilar en Canadá, con dos de sus hijos. La segunda esposa ahora está asilada en Europa, con sus hijos.
La hermana pequeña de Sultan Khan, Leila, carga
con todas las labores de la casa
Ellos son los protagonistas de amores prohibidos, de matrimonios concertados, de actos de rebeldía juvenil... y víctimas todos ellos de la dureza con que la sociedad islámica sigue gobernando la vida de las personas en Agfanistán: sobre todo la de las mujeres, quienes, a pesar de vivir muchas veces oprimidas y sometidas a las estrictas normas de su país, revelan una admirable dignidad y se muestran como incansables luchadoras en la búsqueda de su propia liberación. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario