lunes, 17 de diciembre de 2018

La importancia de llamarse...


   A veces cuando leemos los libros del club nos encontramos con anotaciones al margen de la página, frases subrayadas o símbolos que indican que ese párrafo en concreto ha dejado a un lector de nuestra geografía murciana, boquiabierto. Siempre hemos criticado esa fea costumbre del marcado, sobre todo, en libros que tenemos que compartir infinitas veces. Pero el hecho de ver esa marginalia, a veces me provoca una sensación agradable ya que me pone en alerta de que en esas palabras hay algo que un lector ha considerado que le ha llegado al alma. Y entonces, en un solo instante, existe un guiño de complicidad entre esa persona y yo. 

   Así que pienso que hay en un lugar de la región, alguien con un nombre, como el de Ana, Rosario, Malu, Basi, Arielle, Antonio, Delfi, Fina, Marcela, Teresa, Rocío, Lola, Fuensanta, María Jesús, Matías, Isabel, Pepa, Leticia, Aurora, Mª Jesús, Silvina, Carmen, Loli, Rocío, Joaquina, Toñi, Mª Carmen, Mª Isabel, Julia, Emilia, Loly, Lola, Josefina, que manifiesta una pasión desmedida por la lectura.



   Creo que el club funciona gracias a la fusión de cada uno de vosotros, con vuestro nombre, individualmente sois especiales y eso hace que este grupo cada vez sea más grande, y no solo en cantidad (que ya lo es) sino en la esencia de las cosas buenas.
   Parafraseando la novela de Kathryn Stockett, Criadas y señoras, tenerlo claro, y esto va dirigido a cada una de vosotras 
"tú eres guapa, tú eres lista, tú eres importante"
y, por supuesto, Antonio y Matías son guapos, listos y muy, muy importantes. 
   
   Felices días, felices lecturas.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Próxima reunión martes 4 de Diciembre de 2018 a las 6 en punto

Viento del Este, Viento del Oeste
 de Pearl S. Buck


  
   Pearl S. Buck ha sabido describir en sus libros el punto justo en que se encuentran las civilizaciones oriental y occidental. Al trazarnos el retrato de una familia distinguida, nos muestra los conflictos que, de manera inevitable, surgen entre padres e hijos cuando las ideas occidentales penetran en los baluartes de la cultura china.
   La joven Kwei-lan, hija de un rico patriarca chino, acaba de contraer matrimonio. Su marido, cuya exquisita educación ancestral se ha desvanecido por influencia de la cultura occidental, rechaza inicialmente a la esposa. Nuevas costumbres y usos, algunos en contradicción con aquellas convicciones en las que fue educada, deberá aceptar la esposa paulatinamente si desea conseguir el amor de su marido y comprender las díficiles situaciones familiares que provoca el contacto entre las culturas de Oriente y Occidente.


Fuente: Lecturalia

sábado, 1 de diciembre de 2018

Viento del este, viento del oeste

Habla una mujer china   
   
   Primera novela de Pearl S. Buck y una de sus grandes obras. Publicada en 1930, nos introduce con gran maestría en la sociedad china de los primeros años del siglo XX, aunque lo cierto es que éste último dato el lector se lo tendrá que imaginar, ya que no hace ninguna referencia a fechas ni acontecimientos importantes a lo largo de todo el libro. Buck centra su argumento en la dicotomía cultural entre Oriente y Occidente; dos mundos opuestos que intentan encontrar un punto común en la vida de los protagonistas. También explica el conflicto intergeneracional en una sociedad milenaria y cerrada, y sus grandes diferencias con la sociedad americana mucho más abierta y avanzada. 
   Una obra que defiende las tradiciones y también la evolución de otras culturas, a través de una descripción intensa y elegante.
   Narrado en primera persona, en un falso epistolar,  por su protagonista principal, Kwei-Lan, nos cuenta la conmovedora historia de una mujer nacida en el seno de una familia distinguida que desde el primer momento es prometida en matrimonio tal y como marcan las normas y tradiciones, tanto de su país como de su familia. Y para eso será educada y preparada, para servir fielmente a su esposo según las costumbres orientales y llegar a ser la perfecta esposa que todos esperan. Su futuro marido, al que no ha conocido hasta el día de su boda, por el contrario recibe una educación totalmente diferente, ya que se trasladará a vivir a Estados Unidos para estudiar Medicina. 
   Un mundo totalmente diferente se abrirá ante ellos, pero en especial para ella.
 
"Pies de Loto", la dolorosa costumbre del vendado de pies en China

   Cogida entre dos mundos totalmente diferentes, una lucha interna de sentimientos enfrentados se iniciará en el interior de Kwei-Lan, debiendo librar esa batalla en soledad.

   “Todo lo que decía mi marido era nuevo y estaba lleno de interés. No me cansaba nunca de oírle hablar de los extranjeros y sobre todo de sus maravillosos inventos: de los grifos de donde sale agua fría o caliente, de las estufas que funcionan sin combustible, de las máquinas que van por el agua y de otras que navegaban bajo el agua. Y, en fin, ¿qué decir de esos aparatos maravillosos que vuelan?”
   Su marido, contrario a cualquier tipo de costumbre ancestral no apropiada, será su mayor apoyo en esta gran lucha interior. Unas barreras infranqueables que irán desmontando poco a poco. En oposición a su madre, que encarna los valores más tradicionales de la cultura china, se enfrentará a todo lo establecido desde que era niña.   
   Pearl S. Buck le otorga a la mujer, a todas las mujeres, la capacidad de aprender de las situaciones, de adaptarse a la violencia que se sacude a su alrededor. Las mujeres en esta novela son las únicas que median entre ambos mundos sin perder en ningún momento la percepción de la realidad. 
   La figura de las concubinas en Viento del este, viento del oeste es especialmente ilustrativa ya que materializa la necesidad de complacer de las mujeres a un hombre poderoso. Las que tienen un estatus elevado deben vivir con moderación pero todas ellas valen lo mismo, mientras dure su belleza y puedan otorgarle a su protector un bebé varón.
   Pero al final, los personajes que muestra Pearl S. Buck acaban siendo realmente ambiguos en todos los sentidos. El marido de la protagonista que siempre ha simbolizado la oposición a las tradiciones chinas no duda en oponerse al matrimonio del hermano de Kwei-lan con una mujer americana. Al mismo tiempo, la protagonista, que debería de representar las tradiciones chinas, acepta llevar un nuevo tipo de vida solo para complacer a su marido. Esta línea tan difusa entre la tradición y la modernidad es lo que realmente hace brillante Viento del este viento del oeste.
   Acompañada de una ambientación exquisita, esta novela conserva cierta actualidad en todo lo relacionado con el choque de culturas, con la intolerancia hacia otras formas de vida, con la aceptación de lo diferente. Aunque hayan pasado muchos años desde su publicación, la historia permite esa mínima identificación del lector que tan necesaria es en literatura.

viernes, 30 de noviembre de 2018

Pearl S. Buck

La "perla" asiática

“Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”.

   



  Esta es una de las muchas citas famosas de la escritora y Premio Nobel de Literatura, Pearl Comfort Sydenstricker Buck (Estados Unidos, 1892-1973).
   Conocida por Pearl S. Buck, pasó los primeros 40 años de su vida en China ya que sus padres eran misioneros. Allí 
encontró la inspiración en su cultura milenaria para escribir sus historias. En ellas, retrata a sus gentes y su sabiduría de una manera delicada y amable. Desde su segunda obra La buena tierra, ganadora del premio Pulitzer, que ambientó en China, las siguientes las situó en países como India, Corea o Estados Unidos. Muchas de sus historias se refieren a la lucha de la gente común contra la pobreza, la corrupción política y personal, los malos gobiernos y los conflictos morales de siempre. Ella era una firme defensora de los derechos de las mujeres y por los derechos de las minorías, siendo sus obras siempre muy accesibles y legibles.
   Cultivó el relato, la poesía, la dramaturgia, la literatura infantil, la biografía, guiones para cine y hasta escribió un libro de cocina. Publicó dos autobiografías en 1954 y 1962. Sus escritos fueron primero publicados en revistas como Nation, Asia o Atlantic Monthly, para ser luego distribuidos por editoriales. Obras como Viento del este, viento del oeste (1930), El ángel luchador (1936), La estirpe del dragón (1942) o su libro de memorias China, como la he visto (1970), cargadas de sentimentalidad y buenas intenciones, pero con una poderosa capacidad para conectar con los lectores, forman parte de su extensa bibliografía que cuenta con más de 80 títulos.   
   En 1938 llegó el Nobel. Todo eso la llevó a convertirse en una especie de Nobel prodigio: el escritor que con solo nueve años de estar publicando obtuvo el galardón y se convirtió en uno de los más jóvenes en recibirlo con 46 años. Un galardón, el de Buck, que todavía se utiliza como arma arrojadiza para desacreditar un premio que ninguneo a Borges, Nabokov o Joyce y que puestos a elegir a una gran escritora prefirió a la complaciente Buck en detrimento de Virginia Woolf. Pero las críticas adversas a su trabajo por parte de los críticos profesionales o académicos le hicieron comprender  que el público lector era el árbitro final de su trabajo. El público amaba sus obras cuando estaba viva y miles de personas, jóvenes y viejos, todavía la leen y admiran. 
   Durante los años 30 fue una de las autoras estadounidenses más leídas. En España, ya con la difusión de sus adaptaciones al cine, sus novelas fueron el obligado fondo de armario de las bibliotecas familiares en los años 50 y 60.
   

   Se casó dos veces y, tras morir una hija biológica, adoptó a 7 niños, ya viviendo en Estados Unidos. En su país de origen, se sumó al activismo por los derechos humanos civiles y de la mujer. Su experiencia en Oriente la animó a fundar las asociaciones East and West, por el intercambio cultural entre Occidente y Oriente y Welcome House, una agencia de adopción de niños asiáticos. Con su Fundación Pearl S. Buck también ayudó a huérfanos asiáticos que no podían ser adoptados.
   En 2014 se recuperó El eterno asombro (Ediciones B), su última novela que escribió con 80 años, ya próxima a su muerte, y cuyo manuscrito perdido y al parecer robado apareció por sorpresa en 2012 en Tejas, en un trastero de alquiler. Las 300 páginas manuscritas y su correspondiente copia a máquina pudieron ser adquiridas por la familia.
   Casi en la ruina, así acabó sus días la escritora que acercó China y otros países asiáticos a los lectores de su país y de Occidente, que abogó por los derechos civiles, de la mujer y de las minorías y fundó la primera agencia de adopción que aceptaba niños orientales y mestizos. Toda una vida dedicada a luchar por la igualdad y contra los prejuicios. 

lunes, 19 de noviembre de 2018

Mundo extraño de José Ovejero, Premio Setenil 2018

Para abrir boca...

   
   El pasado 9 de noviembre se dio a conocer el nombre del ganador del XV Premio Setenil que en esta ocasión ha recaído en el escritor madrileño José Ovejero por su libro "Mundo extraño", publicado por la editorial Páginas de Espuma de Madrid. El jurado, compuesto por Luisgé Martín, Lola López Mondéjar, Basilio Pujante y Manuel Moyano, eligió esta obra de entre las 108 presentadas por editoriales y autores de toda España, en la que ha sido la segunda edición más concurrida del premio.
   El escritor galardonado, José Ovejero (Madrid, 1958), es licenciado en Geografía e Historia y ha vivido la mayor parte del tiempo fuera de España. Es habitual colaborador en prensa y conferenciante en Estados Unidos y otros países, habiendo dirigido talleres de escritura en universidades como Berkeley y Carlton College. Ha tocado todos los géneros literarios, obteniendo importantes premios como el Primavera de Novela por Las vidas ajenas, el Anagrama de Ensayo por La ética de la crueldad, el Alfaguara de Novela por La invención del amor, o el Grandes Viajeros por China para hipocondríacos.
   "Mundo extraño", contiene 14 relatos y 5 piezas breves que oscilan entre el amor y el dolor, entre la risa y la agresión. Según anota el propio autor, en este libro se aúnan las dos tendencias principales de su escritura: «una línea realista y otra en que lo absurdo y lo desaforado ganan la partida».
   El acto de entrega del XV Premio Setenil tendrá lugar el martes 11 de diciembre de 2018, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Molina de Segura, con la asistencia del autor galardonado, de los miembros del jurado y de diferentes autoridades.
   Para que os animéis a conocer a este autor madrileño y su libro de relatos os envío el primer cuento que aparece en el mismo.

Primer relato

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Próxima reunión 6 de Noviembre de 2018 a las 6 en punto

Una soledad demasiado ruidosa de Bohumil Hrabal

   En Una soledad demasiado ruidosa se entrecruzan reflexiones sobre el sentido de la creación artística, la evocación de una soledad existencial totalmente asumida y la complacida exploración del universo literario. Con la maestría de Kafka o de Hasek, Hrabal hace aparecer con toda su fuerza la magia de una ciudad cuya atmósfera casi indefinible atenaza progresivamente el alma. 
  Y del mismo modo que Hanta jamás olvida algunas de las frases que lee, nosotros conservaremos siempre en la memoria estos fragmentos de belleza arrancados al tiempo que constituyen Una soledad demasiado ruidosa.

Fuente: Lecturalia 

viernes, 2 de noviembre de 2018

Una soledad demasiado ruidosa

Hace treinta y cinco años 
"Todos los inquisidores del mundo queman los libros en vano, porque cuando un libro comunica algo válido, su ritmo silencioso persiste, incluso mientras lo devoran las llamas”   
   Hant’a lleva treinta y cinco años en un sótano prensando, aproximadamente, unas dos toneladas de papel por mes, le hacen falta cinco años para jubilarse y planea hacerlo junto a su máquina; está ahorrando para comprarla y así ponerla en el jardín de su casa y hacer sus propias obras de arte. 
   Se define como “un tierno carnicero, alguien culto, a pesar de sí mismo”. Toma varias cervezas durante el día y sonríe porque puede llevarse a su casa una maleta llena de libros que le explicarán algo que desconoce de su propia vida. Hant’a es el protagonista de “Una soledad demasiado ruidosa” (1977), del checo Bohumil Hrabal, novela basada en sus propias experiencias laborales

   Una vez tiraron en el sótano de Hant’a varios kilos de reproducciones de maestros célebres, como Rembrandt, Manet, Klimt, Cézanne y otros pintores europeos. Entonces decidió embellecer cada una de sus balas de papel prensado con dichas reproducciones y observarlas mientras estas eran llevadas por un montacargas hacia su destino final: el reciclaje. 
“Paquetes adornados con Ronda de noche, El desayuno sobre la hierba, La casa del colgado, o el Guernica”. 
   Además de esto, en medio de cada bloque, pone como ofrenda un libro abierto en una página cuidadosamente elegida, por ejemplo, un Goethe, Schiller, Hölderlin o Nietzsche. "Balas como sepulcros."
   Él busca la belleza y la utilidad en algo que ya ha sido descartado por los demás. Transforma algo que ya no tiene valor en algo lleno de conocimiento.

   Este el amargo monólogo de un trabajador de almacén de reciclaje de papel frente a un mundo que cambia de manera inexplicable, violenta y poética.
   En su casa, en las afueras de Praga, a Hant’a ya no le caben más libros, se ha llevado todos los que ha podido. Ha leído y releído todo lo que cae en su sótano destructor de papel. El único espacio libre en su apartamento es la tasa del inodoro, el vidrio de una ventana y la estufa. Aun así, se siente culpable de no poder llevarse más. Su mayor miedo es morir debajo de todos ellos. 
   “Sería su venganza por haberlos prensado”, piensa y recuerda a los ratoncitos que mueren, atrapados, dentro de los paquetes que él hace. Vive solo, aunque tuvo dos novias; una menos afortunada que la otra. De la que más quiso, la gitana silenciosa de la cometa, no recuerda su nombre.

   Pero el sueño de 
Hant’a es frustrado y ahora todo el conocimiento que él encerraba, se quedará en su cerebro. El sonido de todas las voces de los libros que él prenso en sus treinta y cinco años se vuelve cada vez más ruidoso en su mente.

   Para la última bala que prensó Hant’a eligió a Novalis. Puso su dedo sobre una frase que siempre le había llenado de entusiasmo: “Cada objeto amado es el centro del paraíso terrenal”, y pulsó el botón de aplastar.

martes, 30 de octubre de 2018

Bohumil Hrabal

Siempre junto a una cerveza
  

   En 1914 nace en Brno (Checoslovaquia), Bohumil Hrabal, un doctor en derecho antes de ser reconocido, a los 49 años, como un gran novelista.
   Ejerció los oficios más diversos: obrero de fundición, empleado de ferrocarril, corredor de seguros, oficial de notaría, viajante de comercio y… triturador de papel viejo.
   Considerado junto a Milan Kundera uno de los más grandes autores del siglo XX, en su lengua, por su facilidad narrativa y el uso alternativo del humor y la tragedia en un mismo plano.
   En 1956 publicó Conversaciones con la gente, pero fue Una perla en el fondo la que alcanzó un gran éxito, seguida de Los palabristas (1964). Tales obras son una confusa reunión de pequeñas historias y anécdotas de irrefrenable comicidad, sostenidas por un lenguaje rico y compacto.
   Después de la invasión soviética de 1968 y su adhesión al Manifiesto de las dos mil palabras, no pudo continuar publicando legalmente sus novelas, parte de las cuales aparecieron en samizdat (publicaciones al margen de la ley) o en el extranjero.
   Esto le supuso más de siete años de silencio editorial forzado, dos libros retirados de la venta y una publicación incompleta y cronológicamente desfasada de sus obras, Hrabal elaboró formas narrativas de inspiración más amplia, como la trilogía ambientada en Nymburk que tiene como protagonistas a los padres del escritor (sobre todo a la madre) y al propio Hrabal, y que integran las novelas La tonsura (1976), La pequeña ciudad donde el tiempo se detuvo (1978) y Los millones de Arlequín (1981).
   Le siguieron las tres novelas que representan la cumbre de su producción, Bárbara ternura (1973), publicada sólo en el extranjero, Yo que he servido al rey de Inglaterra (1982), y Una soledad demasiado ruidosa (1976), publicada también sólo fuera de Checoslovaquia.
   La trilogía de recuerdos Bodas en casa (1986-1987), que consta de una primera parte de título homónimo y una segunda y tercera tituladas Vita nuova y Solares. La obra recoge la trayectoria personal e intelectual del autor, narrada por su esposa Eliska y por otras personas que tuvieron algún papel en su vida, así como por el propio Hrabal.
   Con casi cincuenta años, Hrabal consigue publicar un volumen de cuentos que tiene gran éxito. Comienzan los reconocimientos, los premios, las salidas al extranjero. Pero no faltan las amarguras: enfermedades, temor a la muerte, separación de amigos, la invasión de Checoslovaquia en 1968 y la nueva inclusión del autor en la lista negra de la disidencia, disipadas ya las efímeras esperanzas de la primavera de Praga.
   No le gustaban los halagos, prefería la soledad, tampoco daba entrevistas, pero visitaba con regularidad una cervecería de Praga llamada El Tigre Dorado.



   Es conocido principalmente por Trenes rigurosamente vigilados (1964), que cuenta la historia de un aprendiz ferroviario en busca de su identidad y enamorado de una telegrafista, durante la Segunda Guerra Mundial. El libro fue adaptado al cine por el director Jirí Menzel (con guion de Hrabal) y obtuvo el Premio Óscar a mejor película extranjera, en 1967. 
   Sus libros tienen una velocidad, una fuerza y una voz que se leen de una sentada. El autor pasa con sutileza de lo absurdo a la normalidad y de la ternura a la crudeza, en historias cotidianas con las que un lector se puede sentir identificado.
“A mí me preguntan siempre cómo habiendo sido tan mal estudiante, soy escritor. Yo digo que porque es algo que llevaba dentro, estaba marcado con un dedo de Dios en la frente. Es la huella que puedo ver cuando bebo mucha cerveza”. 

  La vida de Bohumil Hrabal quedó truncada cuando cayó desde el quinto piso de un hospital mientras intentaba darle de comer a unas palomas y falleció con 82 años.

lunes, 1 de octubre de 2018

Próxima reunión 2 de Octubre de 2018 a las 6 en punto

El extranjero de Albert Camus 

Se dice que tras leer a Albert Camus (1913-1960), un hombre "solitario y solidario", ya no se puede vivir igual.“Ante el absurdo de toda situación injusta, la respuesta siempre es la lucha”.
   El escritor francés no sólo fue uno de los escritores más prestigiosos de la generación que llegó a la madurez entre las ruinas, la frustración y la desesperanza de la Europa demolida por las dos Guerras Mundiales, sino que el paso del tiempo agiganta cada vez más su figura excepcional y el valor de su obra.
   El extranjero, novela con cuya publicación saltó a la fama en 1942, tiene como referencia omnipresente a Meursault, su protagonista, a quien una serie de circunstancias conduce a cometer un crimen aparentemente inmotivado. 
   El desenlace de su proceso judicial no tendrá más sentido que su vida, corroída por la cotidianidad y gobernada por fuerzas anónimas que, al despojar a los hombres de la condición de sujetos autónomos, los eximen también de responsabilidad y de culpa.

Fuente: Lecturalia

El extranjero de Camus

El sol que rompió la ley natural

   Meursault es un tipo desapegado. Su comportamiento se relaciona con el resto de su entorno apenas de forma superflua. Lo mismo le da formar parte de un grupo de amigos o de conocidos. Es un sujeto apático de lo que en él sucede, al menos en primera instancia.

"Entonces comprendí que había roto el equilibrio del día, el silencio de una playa en la que fui feliz"

   Meursault se siente deslumbrado por el sol de un verano y dispara cuatro veces más contra el cuerpo del árabe. Acaba de entrar en la puerta de la desgracia.
   Al igual que otros textos, la novela "El extranjero" de Albert Camus, publicada en 1942 por Gallimard, es una reflexión acerca del momento histórico en el que fue escrita. Meursault es la representación de lo absurdo. Nada le es significativo ni lo alienta a formar parte de un todo en el que la amistad, el matrimonio o la muerte funcionan como instituciones. Construida a partir de un laberinto moral y psicológico, es la historia de un personaje que observa la vida desde una parsimonia disimulada.
   Europa y el mundo se acercaban peligrosamente a la Segunda Guerra Mundial. Por aquel entonces Camus estaba a punto de entrar en el periódico de izquierdas L’Alger Republicain, en el que destaca ya que brilla en las crónicas judiciales que luego le ayudarán a completar con precisión un importante trecho de la segunda parte del libro. Quizás sea Camus quién observa a Meursault desde la sala del juzgado.
   Para Camus, la sociedad cumple una serie de ritos. Hay que enterrar a los seres queridos, las mujeres son hermosas, el trabajo sirve para sobrevivir y en la cotidianidad real de la primera mitad del siglo XX lo políticamente correcto aún no existe, por eso Meursault ayuda a su vecino Raymond cuando este maltrata a una de sus chicas y por lo mismo no duda en decirle a Marie que si ella quiere casarse lo hará aunque le de lo mismo porque todo continuará igual hasta que un día, la irrupción del astro rey desbarata ese ordenamiento.

   Hasta ese momento todo ha transcurrido a unas leyes no escritas. En la segunda parte la justicia conduce la trama hacia la convención que destruye el libre albedrío al existir una serie de valores a cumplir impresos en el código penal. Sin embargo lo que se castiga no es tanto el asesinato violento del árabe sino el comportamiento existencial de Meursault, insensible por dormirse y aceptar un café con leche mientras vela, entre la duermevela, el cadáver de su madre, a quien encima no llora.
   Aun sentado en el banquillo de los acusados, Mersault se muestra despreocupado. Indiferente ante una situación que lo condena y lo señala. ¿Cuántas veces no nos contemplamos a nosotros mismos en una situación adversa, y de frente a los hechos ya inevitables, simplemente nos dejamos conducir por el momento, resignados?

    La condena a muerte y ese final con la idea de los aplausos ante el cadalso dio a la novela, publicada hace 75 años por Gaston Gallimard, esa definición de existencialista que su autor refutó 
    Tras su publicación en 1942 llegaron las críticas, entre las favorables, un extenso ensayo de Sartre y una sorprendente acogida entre los lectores que se acrecentó con la aparición de "El mito de Sísifo".

"...Me levanté en seguida porque tenía hambre, pero ella me dijo que no la había besado desde la mañana. Era cierto y, sin embargo, habría querido hacerlo. "Ven al agua", me dijo. Corrimos para lanzarnos sobre las primeras olas. Dimos algunas brazadas y ella se pegó contra mí. Sentí sus piernas enroscadas y la deseé." 


martes, 25 de septiembre de 2018

Albert Camus

Nunca es tarde para empezar o volver a disfrutar de su pluma.


Brillante y sin dinero, logró convertirse en un autor ineludible del siglo XX. Nació en Mondovi (Argelia francesa) en 1913 como Albert Camus Sintes, dentro de una familia de colonos franceses, los llamados pieds-noirs, término despectivo creado por la Francia colonial.
   Al estallar la Primera Guerra Mundial, su padre es reclutado y tras ser herido en la batalla del Marne, muere.
   Albert crece en uno de los barrios más pobres de Argel, sin libros ni revistas. Recién llegan a sus manos los primeros libros a través de una beca para hijos de fallecidos en guerra.
   Con gran esfuerzo cursa la primaria y el bachillerato. Pero en ese período, alentado por sus profesores, sobre todo por Louis Germain, empieza a leer a los filósofos.
Finalmente se gradúa en Filosofía y Letras con la tesis: "Relación del pensamiento clásico griego y el cristianismo a partir de los escritos de Plotino y San Agustín".
   Camus tuvo grandes influencias de Schopenhauer  y del existencialismo alemán. No hay escritor sin influencias. En Camus, dos fueron clave: Nietszche y André Gide, de quien dijo: "Leyéndolo entendí qué era la literatura".
   Pero es imposible hablar de Camus sin hablar de Sartre. Su batalla intelectual no tuvo final ya que se enfrentaron por el rígido dogmatismo político de Sartre y el desprecio de este a Camus que solía calificarlo como "ese pequeño golfo con cultura de segunda mano", además de no disimular su resentimiento ante el éxito de Camus con las mujeres.

   
Camus y la actriz Maria Casares

   En 1934 se casa con Simone Hié pero con rápida separación por mutuas infidelidades. Hié es la primera de la lista de las mujeres en la vida de Camus. Entre ellas, la gran actriz María Casares. Con Francine, segunda de la lista, tiene a sus hijos Catherine y Jean.
   Su auge literario sucede en 1942, cuando publica la primera de sus cinco novelas: El extranjero (Gallimard), el mundo intelectual y hasta el lector común se ponen de pie.
   Están ante uno de los más trascendentes relatos del siglo XX. Y Meursault, su protagonista, en un estremecedor arquetipo.
   Su segunda novela, La peste (1947) es una inquietante advertencia, una metáfora del Mal, encubierta por la historia de una epidemia mortal en Orán, y también de la fraternidad humana. 
 
Camus en la redacción de Combat (1944)

   Acaso más influido por el anarquismo, y juzgado muchas veces como nihilista, Camus jamás dejó de defender la libertad y la justicia, y declaró en una entrevista de Le Monde algo sorprendente: "No creo en Dios, es cierto. Sin embargo, no soy ateo (como sí lo fue Sartre). Incluso me siento inclinado, con Benjamin Constant (filósofo, escritor y político suizo), a ver en la irreligión algo vulgar y deteriorado". Sin embargo, defendió sin dudas ni vacilaciones la lucha por la libertad, hasta el punto de intentar alistarse contra el nazismo en 1939, siendo rechazado por su incurable tuberculosis.
   Pero no se conformó y el escritor formó parte de la Resistencia francesa durante la ocupación alemana, y se relacionó durante mucho tiempo con los movimientos libertarios de la posguerra
Albert Camus, premio Nobel de Literatura 1957, dejó, más que una obra, un colosal legado en cantidad y contenido. Cantidad casi imposible para una vida arrancada demasiado pronto: el 4 de enero de 1960, a sus 46 años, Camus se dejaba la vida en un coche, cuando su amigo y editor Michel Gallimard conducía a gran velocidad su Facel Vega en una recta sin obstáculos y el neumático reventó. El famoso escritor iba a la derecha del conductor y murió en el acto.
   Pero quedaron, para iluminar el mundo, además de sus novelas y cuentos, cinco piezas teatrales (Calígula y El malentendido), veintiocho ensayos (El mito de Sísifo), dieciocho prólogos (entre ellos, a obras de William Faulkner, Oscar Wilde, Herman Melville), e infinitos artículos periodísticos.




"Lo que más sé sobre la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol".

   Lo había escrito mucho tiempo atrás en uno de sus relatos.
   Para entender mejor la profundidad de esas palabras es necesario recurrir al párrafo que las completó: "Pronto aprendí que la pelota nunca viene hacia uno por donde uno espera que venga. Eso me ayudó mucho en la vida; sobre todo en las grandes ciudades, donde la gente no suele ser siempre derecha".
   Camus fue centrodelantero y arquero del equipo juvenil Racing Universitaire d´Alger. Cambió de puesto debido a la tuberculosis: en la valla se agitaba menos. Otra versión dice que para no gastar tanto sus zapatos, ya que era realmente muy pobre.

lunes, 24 de septiembre de 2018

Alrededor de "El color del silencio"

Artículos recomendados por Matías en relación con algunos temas tocados en nuestra reunión del 6 de septiembre junto a Elia Barceló. Para Matías, a la luz del artículo "El arquetipo de la sombra" de la psicóloga Valeria Sabater publicado en la página web Una mente maravillosa, pudo entender mejor el personaje de Helena Guerrero. El otro artículo, que se publicó recientemente en El País es sobre la escritora María Lejárraga, viene a colación del tema de la invisibilidad de la mujer que se trató en la reunión.

El arquetipo de la sombra: el lado oculto de nuestra psique
Valeria Sabater 28 octubre, 2017


El arquetipo de la sombra representa, según la psicología analítica de Carl Jung, el “lado oscuro” de nuestra personalidad. Se trata de un submundo convulso de nuestra psique donde se contiene lo más primitivo, los egoísmos más afilados, los instintos más reprimidos y ese “yo desautorizado” que la mente consciente rechaza y que sumergimos en los abismos más profundos de nuestro ser.

Todos hemos oído alguna vez hablar de ese concepto, de ese arquetipo de la sombra que de algún modo, sigue utilizándose en psicología para hablarnos de esa confrontación. De esa sensación de disputa que a veces llevamos con nosotros mismos cuando trabajamos nuestras frustraciones, nuestros miedos, inseguridades o rencores.



“Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad”

-Carl Jung-




Sin embargo, no podemos olvidar que esa idea que Carl Jung nos trajo a través de su trabajo sobre los arquetipos ya estaba presente en nuestra sociedad histórica y culturalmente. El concepto de sombra o reverso oscuro conforma esa dualidad tan común, que incluso le sirvió a Robert Louis Stevenson como inspiración para crear su ya clásico “Dr Jeckyll y Hyde”, mucho antes de que el propio Jung desarrollara su teoría sobre el arquetipo de la sombra.

Todo aquello que en un momento dado consideramos como “malo” debido a nuestra educación y a las normas morales de nuestra sociedad, se convierte en nuestra sombra. Sin embargo, no es recomendable ver todas esas dinámicas internas como experiencias reprobables o peligrosas, hasta el punto de pensar que todos nosotros llevamos un Hyde dentro clamando por salir.

El propio Jung explicó que existen diferentes tipos de sombras y que un modo de alcanzar el bienestar, la sanación y la libertad personal es haciéndolas conscientes, enfrentándonos a ellas.

El arquetipo de la sombra: el lado oscuro del ser humano

El arquetipo de la sombra se relaciona mucho con el concepto de inconsciente formulado por Freud. No obstante contiene matices únicos que lo diferencian de un modo considerable y que lo enriquecen. No podemos olvidar que lo que empezó siendo un idilio intelectual entre Freud y Jung terminó enfriándose, hasta el punto de que este último llegó a decir del padre del psicoanálisis que era “una figura trágica, un gran hombre, pero alguien con cuyo método terapéutico no comulgaba”.

Jung desarrolló su propio método, la psicología analítica. Dejó a un lado el diván y esa relación asimétrica entre terapeuta y paciente para desarrollar una terapia basada en la conversación, ahí donde indagar en la estructura de la psique y en ese inconsciente donde navegan los arquetipos. Entre todos ellos, el que mayor valor terapéutico podía llegar a tener era sin duda el arquetipo de la sombra. Veamos sus características:

La sombra, una presencia conocida pero reprimida

· La “sombra” fue un término que Jung tomó de Friedrich Nietzsche.

· Esta idea representaba la personalidad oculta que tiene toda persona. A simple vista la mayoría de nosotros aparentamos (y nos percibimos) como seres buenos y nobles. Sin embargo, en nuestro interior hay ciertas dimensiones reprimidas, instintos heredados donde a veces se esconde la violencia, la rabia, el odio…

· El arquetipo de sombra no habita únicamente en cada persona. En ocasiones, también está presente en “grupos de personas”, en sectas, en algunos tipos de religiones o incluso en partidos políticos. Son organizaciones que pueden en un momento dado, sacar su sombra a la luz para justificar actos violentos contra la propia humanidad.

· La sombra es más destructiva, insidiosa y peligrosa cuando más la “reprimimos”. Es entonces cuando “se proyecta” apareciendo así, y según Carl Jung, perturbaciones como la neurosis o la psicosis.

· Asimismo, Jung diferenció en su arquetipo de la sombra dos tipologías. La primera es la sombra personal, la que llevamos todos con nuestras pequeñas frustraciones, miedos, egoísmos y dinámicas negativas más comunes. Sin embargo, también estaría la sombra impersonal, esa que contendría la esencia de la maldad más arquetípica, la que acompaña a los genocidas, asesinos despiadados, etc.

Desafortunadamente no puede haber ninguna duda de que el hombre es, en general, menos bueno de lo que se imagina a sí mismo o quiere ser. Todo el mundo tiene una sombra, y cuanto más oculta está de la vida consciente del individuo, más negra y más densa es. En todo caso, es uno de nuestros peores obstáculos, puesto que frustra nuestras intenciones más bien intencionadas”

-Carl Jung-

¿Cómo hacer frente a nuestra propia sombra?

Es muy posible que la teoría del arquetipo de la sombra de Jung nos resulte interesante a nivel teórico, que tenga su encanto, su esencia metafórica y misticismo. Todos vemos en esta figura la representación más clásica del tabú, de la maldad y de esa dimensión tenebrosa de la personalidad humana que siempre suscita un alto interés. Sin embargo ¿podemos sacar de ella alguna aplicabilidad práctica en nuestro día a día?

La respuesta es “sí”. Tal y como el padre de la psicología analítica nos recuerda en libros como “Arquetipos e Inconsciente Colectivo” nuestra tarea en la vida es aceptarnos en plenitud e integrar “nuestra sombra” en la personalidad para hacerla consciente y trabajar con ella, afrontándola cara a cara. Descuidarla, permitir que siga en su universo inconsciente puede robarnos el equilibrio y la oportunidad de ser felices.

No podemos olvidar qué tipo dinámicas conforman ese concepto al que denominamos sombra: ahí están nuestros miedos, ahí esos traumas del pasado, ahí las decepciones que nos envenenan, ahí los sueños no realizados por indecisión y que se convierten en tiburones frustrados navegando en nuestra personalidad. Si los escondemos, esos demonios internos adquieren mayor ferocidad y si los silenciamos nos acabarán controlando, proyectando sobre los demás en muchos casos una imagen de nosotros mismos que no nos gusta.

Por tanto, no podemos olvidar que nuestro crecimiento personal y nuestro bienestar psicológico dependerán siempre de nuestra capacidad para sacar a la luz esas sombras.Tras ese acto de valentía, se iniciará un delicado, pero valioso, trabajo para sanarnos, para hallar la calma y el bienestar.



La gran escritora que borró su nombre

La editorial Renacimiento rescata la obra de María Lejárraga, la mujer que escribió las obras con las que su esposo, Gregorio Martínez Sierra, conoció el éxito. Novelista y dramaturga, murió pobre y exiliada

EVA DÍAZ PÉREZ Sevilla 17 SEP 2018
  



Escribió en silencio, en soledad entre cuatro paredes, lejos de los aplausos por las obras de teatro que salían de su pluma. Su nombre es una ausencia, una sombra, un vacío y una historia dolorosa. María de la O Lejárraga (San Millán de la Cogolla, 1874-Buenos Aires, 1974) atravesó todo un siglo y fue una de esas mujeres brillantes y pioneras de la Edad de Plata. Novelista, dramaturga, ensayista, traductora, feminista y, sin embargo, ausente de las portadas de sus libros. El nombre que leemos es el de su marido: Gregorio Martínez Sierra, quien recibía elogios en los estrenos de Canción de Cuna o El amor brujo y El sombrero de tres picos, de Manuel de Falla, mientras la autora y libretista esperaba en casa.

En estos tiempos en los que la historia de la creación parece estar curando olvidos y variando la brújula del canon oficial, la figura de María Lejárraga regresa con sed de justicia poética. La recuperación de su nombre en la portada de su obra supone el reconocimiento a una de las más destacadas autoras de su época.

Ahora la editorial Renacimiento rescata Viajes de una gota de agua, una colección de cuentos infantiles que la autora publicó en Argentina en 1954, cuando ya vivía en el exilio. Juan Aguilera Sastre e Isabel Lizarraga Vizcarra, expertos de la Edad de Plata, son los responsables del estudio introductorio y de otros dos rescates editoriales: Cómo sueñan los hombres a las mujeres y Tragedia de la perra vida y otras diversiones. Teatro del exilio (1939-1974).

El reconocimiento, para el marido

Esta edición tiene un valor especial porque aparece con su nombre auténtico: María Lejárraga, tal como hizo la autora, por primera y única vez en su vida, con su debut, Cuentos breves, publicado en 1899. Precisamente, el enfado que provocó en su familia que su nombre apareciera en esta primera obra fue la razón por la que decidió borrarse.

La hija de la amante de su marido se quedó con los derechos de sus obras

Al casarse con Gregorio Martínez Sierra, ella decidió esconderse tras su nombre. Ambos formaron una de las más fructíferas parejas artísticas de la época. Gregorio era el responsable de la dirección de las obras y quien se llevaba la gloria en los estrenos. María aceptó ese papel de sombra, como tituló oportunamente Antonina Rodrigo su biografía de la autora: María Lejárraja, una mujer en la sombra.

Gregorio llevaba la parte externa de la sociedad, pero ella era quien escribía. A veces, los ensayos se paraban porque María estaba escribiendo el último acto de la obra firmada por Gregorio Martínez Sierra. Todo el mundo sabía que Lejárraga era la negra de su exitoso marido. A tal extremo llegó esta situación que Gregorio daba discursos feministas que escribía su mujer. Ahí está el libro Cartas a las mujeres de España donde ella anima a la libertad e independencia femenina, aunque su nombre no aparece por ninguna parte. A pesar de este silencio, Lejárraga llegó a ser diputada socialista en la Segunda República, experiencia que relató en su libro Una mujer por los caminos de España, escrito en el destierro.

La historia de Lejárraga tiene un momento especialmente doloroso. Gregorio se enamora de la famosa actriz Catalina Bárcena con quien tiene una hija. El matrimonio se rompe, pero Lejárraga sigue colaborando con su marido y escribiendo los libros que él continúa firmando.

El gran desengaño de Lejárraga llegará en 1947 con la muerte de Gregorio Martínez Sierra, cuando la hija de Catalina Bárcena exija los derechos de autor de su padre. María vive con escasos recursos en el exilio y es entonces cuando reacciona y comienza a publicar con su nombre, pero aún refugiada en los apellidos de su marido: María Martínez Sierra. Y decide escribir sus memorias — Gregorio y yo— donde desvela en qué consistió la colaboración. Una obra en la que por fin sale del silencio, aunque de forma muy tibia.

Viajes de una gota de agua es un libro de melancolías, el recuerdo dolorido de la exiliada: "Es un ejercicio de nostalgia alentada por la desazón de sentir que sus libros se prohibían en España y que tampoco hallaba modo de acceder a los escenarios españoles, donde solo de manera ocasional se reponía su producción anterior", explican Juan Aguilera e Isabel Lizarraga.

Con uno de estos cuentos, Lejárraga sufrió otra decepción. La autora, a través de su traductora Collice Portnoff, envía en 1951 a Walt Disney el manuscrito de Merlín y Viviana, donde contaba la historia de un perro que se enamora de una gata coqueta, por si le interesaba para alguna película. Sin embargo, a los dos meses Disney se lo devuelve. En 1955 se estrena La dama y el vagabundo con la que se podrían encontrar ciertas similitudes. En una carta a su traductora habla del supuesto plagio: "La enviamos a Walt Disney, la tuvo un par de meses y la devolvió diciendo que no admitían más que las obras que habían encargado. Después, hizo una película, La dama y el vagabundo, que era la misma historia, sin más cambio que haber convertido la gata en perra elegante. Esta vez no quise protestar, ¿para qué?".

A pesar de que se ha hablado de plagio, "los parecidos son escasos aparte de que el proyecto de Disney comenzó a gestarse mucho antes de que María le enviase su original", según los autores del estudio. Sería así, pero para María Lejárraga fue otro nuevo episodio de apropiación de su obra. Ahora, por fin, aquellas historias escritas en soledad no olvidan quién fue la verdadera autora.

La venganza contra los adúlteros

A pesar de que durante años silenció su nombre, hay una secreta proyección autobiográfica en sus obras. En ocasiones, Lejárraga introducía trasuntos de la relación entre su marido y la actriz. Era una forma de venganza porque esas obras las interpretaba Catalina Bárcena y el marido infiel era quien dirigía. Juan Aguilera e Isabel Lizarraga señalan que en uno de los cuentos se descubre esta intención: Merlín, el perro atontado, es un personaje de buen corazón que podría ser Gregorio, sometido a las veleidades de un amor caprichoso; mientras que Viviana, la gata egoísta, engreída, cínica, cruel, podría representar los rasgos negativos que veía en Catalina".

lunes, 3 de septiembre de 2018

Elia Barceló

Una Escritora en su tinta

“Escribo porque me gusta, porque me divierto enormemente y porque, hasta cierto punto, quiero dar a otras personas la satisfacción que yo recibo leyendo las novelas y relatos de otros escritores. Los ratos que pasé leyendo en mi adolescencia fueron de los más felices y plenos de mi vida y me gustaría devolver algo de lo que recibí, dar a los jóvenes de ahora algo de lo que me dieron a mí en esa época y que formó las bases de mi pensamiento y mi comportamiento actual"




Elia Barceló (Elda, Alicante, 1957) forma ya parte de la larga lista de escritores en su tinta que nos visitan cada año. Tuvimos la suerte de contar con ella en la última edición de nuestro ciclo de encuentros literarios yen esta ocasión, la cita fue con los estudiantes de ESO de Molina de Segura.
   Esta licenciada en Filología Anglogermánica e Hispánica y Doctora en Literatura Hispánica, ha trabajado como traductora e intérprete e impartiendo clases de inglés.
   Desde 1981 vivía en Innsbruck (Austria), donde trabajaba en el Departamento de Romanística de la Universidad e impartía clases de literatura hispánica, cultura y civilización españolas, composición y estilística, y escritura creativa, pero a partir de 2017 decidió d
ejar su trabajo para dedicarse en exclusiva a la literatura tras del éxito cosechado por su novela, El color del silencio. 
  

   Barceló ha publicado novelas, ensayos y más de cuarenta relatos en antologías y revistas españolas y extranjeras. El género que mejor la define es el fantástico, seguido de cerca por el histórico y el criminal, sin olvidar el terror. Se la considera una de las escritoras más importantes, en lengua castellana, del género de la ciencia-ficción, junto con la argentina Angélica Gorodischer y la cubana Daína Chaviano. 
  Aunque para Elia Barceló la literatura es el reflejo de la vida, "y la vida no tiene género, en un mismo día puedes vivir cosas que son de novela de humor, terror o de drama".
   Por tanto su nombre se asocia a la versatilidad tocando territorios diversos como la literatura juvenil, siendo una de sus obras más conocida Cordeluna (Premio Edebé de Literatura Juvenil 2007), o para adultos pero con dos líneas básicas: la fantástica, en la que entra también la ciencia ficción y el terror, y la realista, de la que surgen novelas como El color del silencio, Las largas sombras o Disfraces terribles
   Ha publicado numerosas novelas como Consecuencias naturales, que le valió el reconocimiento internacional y el título de «gran dama de la ciencia ficción española», El vuelo del hipogrifoEl secreto del orfebre o Anima Mundi. También es autora de La inquietante familiaridad, una tesis sobre los arquetipos del terror en los relatos de Julio Cortázar.
   La escritora afirma que para ella el tema central de la existencia humana es el amor o la falta de amor en todos los ámbitos de la vida, no sólo el erótico entre parejas. La nostalgia, el paso del tiempo, lo irreversible de las acciones cometidas son otros de los temas que cimentan muchas de sus historias. 
   Elia Barceló cuenta con galardones como el Premio Ignotus de Ciencia Ficción en 1991, el Premio TP de Oro de literatura juvenil en 1997 y 2006, o el Premio Celsius en 2014.