martes, 26 de abril de 2022

Elvira Sastre

LA POETA


"Llena con sus versos estadios y teatros en España, México, Colombia y Argentina. Vende tantos libros como camisetas con sus reflexiones. Sensible e inconformista, su mensaje está lleno de amor, dolor y verdad" (El País)

Elvira Sastre (Segovia, 1992) desde muy pequeña, gracias a la influencia de su padre, muestra su amor por la lectura. A los doce años escribe su primer poema y tres años más tarde abre un blog, «Relocos y Recuerdos», que a día de hoy mantiene activo. Poco tiempo después, gana el premio de poesía “Emiliano Barral” con el relato corto Saudade.

Unos años más tarde, se instala en Madrid para cursar el grado universitario de Estudios Ingleses. En Madrid, Elvira continúa escribiendo y comienza a participar en eventos poéticos acompañada de cantautores consagrados como Adriana Moragues, Manu Míguez y Diego Ojeda e importantes poetas como Carlos Salem y Escandar Algeet. Con mucho trabajo y gracias a su talento, llegará con los años a compartir escenario con artistas como Andrés Suárez, Luis García Montero, Raquel Lanseros, Marwán o Benjamín Prado.

Poco a poco, Elvira Sastre se va haciendo un nombre en el circuito cultural madrileño y es entonces cuando la editorial Lapsus Calami se interesa por su obra y juntos publican Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo (2013), con prólogo de Benjamín Prado. En 2014, la editorial Valparaíso Ediciones le publica su segundo poemario: Baluarte. Entre medias, la poeta edita con la también ilustradora Adriana Moragues un proyecto artístico-literario llamado Tú la acuarela / Yo la lírica. Un tiempo después, Sastre publica Ya nadie baila, una antología que reúne poemas de sus dos primeros libros y un puñado de inéditos.

Al mismo tiempo, Elvira Sastre dedica parte de su tiempo a la traducción. Recién terminado el máster de Traducción Literaria por la Universidad Complutense de Madrid, la autora vio publicado su primer trabajo como traductora, en este caso de poesía, en la editorial Valparaíso Ediciones: Los hijos de Bob Dylan, del autor norteamericano Gordon E. McNeer. Posteriormente, ha traducido al inglés las letras de los dos últimos discos de Vetusta Morla ; Poemas de amor de Oscar Wilde. Otras maneras de usar la boca de la poeta Rupi Kaur; y las novelas Todo es mentira, de E. Lockhart, y Una conexión ilógica, de John Corey Whaley.

La carrera poética de Elvira Sastre, la poesía visceral y directa que presenta así como su cercanía con el lector permiten a la poeta participar en festivales y eventos literarios de importancia tales como la Feria del Libro de Bogotá (FILBO), el Festival de Narradores Orales de Segovia o el Encuentro Internacional de Poesía Ciudad de México.
 
Elvira Sastre compagina su carrera poética con la escritura y la traducción. La poeta publica en 2016 su cuarto poemario, La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida. Dos años después, en 2018, la poeta publica Aquella orilla nuestra bajo el sello Alfaguara, un libro en el que convergen los textos en prosa y aforismos de la poeta con las ilustraciones de Emba, artista uruguayo con el que colaboró previamente en la portada de La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida.

En 2019 llega una gran oportunidad para la escritora: la concesión del Premio Biblioteca Breve 2019 por su primera novela, Días sin ti, editada por Seix Barral. Esta primera incursión en la narrativa consolida a Elvira Sastre dentro del panorama nacional e internacional como una de las escritoras más importantes de su generación. Además del Premio Biblioteca Breve, la autora ha recibido los premios «Sombra del Ciprés 2018» y «Premio Joven Solidario DO La Mancha». En 2019 aparece en la Revista Forbes dentro de la lista «Los cien más creativos», compartiendo espacio con grandes talentos del panorama mundial.

En ese mismo año presenta bajo el titulo Desordenados, un recital poético musical junto al cantautor Andrés Suárez, que supone una de las ideas más ambiciosas de ambos. Un trabajo colaborativo en el que mezclaron los poemas y las canciones para poner en valor la palabra, el verso, la música de autor y demostrar que se pueden llenar estadios con la poesía. Más de 4000 personas acudieron al WiZink Center para disfrutar de este espectáculo.

Tras del éxito de Desordenados, la autora publica Elvira en voz, un albúm donde apuesta por un formato musical para sus poemas, en el que presenta un total de doce poemas recitados sobre una banda sonora. En 2020 publica su muy esperado Adiós al frío donde reúne varios poemas escritos en los últimos años, la gran mayoría inéditos.

Madrid me mata (Seix Barral, 2022), es el libro más íntimo y personal de la autora. Relata su estancia en la capital española durante más de dos años partiendo de las columnas que escribió para El País desde septiembre de 2018 a noviembre de 2020. Con cartas y poemas revela sus pasiones y temores en una conversación íntima con el lector llegando a ser tan tierno como reivindicativo.

En la actualidad, la escritora llena teatros y salas de conciertos con sus recitales poéticos y comparte con los lectores su poesía, vivencias y su mundo personal a través de las redes.

lunes, 4 de abril de 2022

Lluvia fina

¿Puede hablarse de todo entre los seres queridos?

Para su autor, Lluvia fina (2019) se ha escrito sola. Todo surge a partir de una muy breve noticia de un periódico que contaba una tragedia tras una reunión familiar. Fue un destello que se le disparó: de repente vio que ahí estaba la novela. Durante apenas tres meses fue madurando la idea y sólo necesitó cuatro o cinco para escribirla. Las relaciones familiares, los rencores que no se curan, los límites de la verdad o de la mentira que nos suelen distanciar irremediablemente son las temáticas que abarca la novela de Luis Landero. Pero si fuera poco también habla de los problemas de sugerir más que contar, las medias palabras o el comentario con puntos suspensivos.
"Es temerario decir todo lo que se piensa"
Y para enredarlo más todo, Landero nos plantea que la vida no es la que uno vivió sino la que recuerda.

El escenario de Lluvia fina es la preparación de una celebración con motivo del 80 cumpleaños de la matriarca de la familia. Gabriel, uno de los tres hijos, llama a sus dos hermanas, Sonia y Andrea, para festejarlo. Lo que hizo o dejó de hacer la madre (una mujer de carácter, de las de moño prieto, ahorro y miedo a la sonrisa porque trae desgracia) es clave. Aurora, la mujer de Gabriel, es la guardiana involuntaria de las distintas versiones que tiene cada familiar respecto de los demás. A medida que avanza la obra, los viejos rencores afloran, sale a relucir lo que hace tanto se dijo y no se olvidó.
"En la familia todo se encona porque hay cuentas que sanar, agravios que la imaginación exalta. O se inventan. Traumas... Y, por supuesto, reproches que se suelen hacer tardíamente. El victimismo está en todas partes, siempre buscamos culpables. Ese 'yo podría haber hecho...'. Las frustraciones las proyectamos en la familia. O en la política", agrega Landero.

Lo difícil es comprender sin juzgar y ahí está Aurora, la confesora de todos "...al escuchar las palabras de los demás, Aurora «las embellecía con su atención" Gracias a esta virtud tan encomiable, Aurora "año a año, todos los días de todos los meses, a cualquier hora, fue enterándose del argumento exacto de sus vidas". El problema, claro está, es que al verse presa en esta telaraña familiar, Aurora pasa a convertirse también en otro personaje más de este relato familiar.

Lluvia fina es una tragedia doméstica. bien todas las otras obras de Luis Landero redundan en aspectos nostálgicos, está traspasa todos estos límites y se adentra en un sendero que deja poco para la esperanza. Un drama en toda regla, lleno de diálogos bellos y terribles. El tema está tan bien retratado, con sus increíbles personajes tan nuestros, además de una escritura impecable y llena de subordinaciones, perfectas y coloristas. En resumen, una novela realista de tiempos actuales que se te mete en lo más adentro de ti, atrapándole como pocas. Una tragedia intimista y profunda que nos ayuda a tomar partido en las emociones de los protagonistas.

La voz, el tono, la estructura o la forma de armar la novela, a juicio de Landero, está ya diseñados en los primeros párrafos. La no inocencia de las palabras que pronunciamos, de las historias que contamos, a veces inventándolas, otras omitiendo hechos, otras magnificándolos, en ocasiones casi de modo inofensivo hacen que no se las lleve el viento y entonces quedan posos que con los años se compacta y conforma una historia de vida y de relaciones con los otros. Esos otros que a su vez dicen medias verdades y también mentiras.

¿Y quién escucha las palabras que decimos?

En esta historia hay una receptora de palabras. Aurora, que siempre ha escuchado y que tiene su propia historia, sabe que las palabras hieren tanto que removerlas significa que caiga una lluvia fina que penetre y lo enlode todo más.
El acierto de crear a Aurora como vehículo de las historias familiares hace que llegue a los lectores mediante dos aspectos que el autor intencionadamente disimula hasta hacerlos invisibles.
El primero se adivina en la textura cotidiana que adquieren los personajes, incluso el más extremo de todos ellos, como es Horacio y el segundo aspecto constructivo reside en la técnica de los diálogos yuxtapuestos que reproducen lo dicho en momentos distintos y por personajes distintos en un doble plano: lo que hablan los hermanos entre sí y lo que los hermanos transmiten a Aurora.

Es una novela construida prácticamente toda ella a través del sistema de la citación. Es estilo directo porque lo narrado por cada uno de ellos es reproducción exacta de lo acaecido: A veces, con frecuencia, dado que todo ya ha sucedido, se mezcla lo que se está diciendo con una anterior citación de otro personaje que enjuicia, introduce su punto de vista, contradice..., pero todo siempre en el momento en que es contado a Aurora. Ella misma también referirá su experiencia con Gabriel, su marido. Y lo hace en primera persona abandonando el estilo de la citación o mezclando en estilo directo la conversación mantenida con él con otra u otras conversaciones mantenidas por otros personajes. Una compleja y muy trabajada novela que pese a la dificultad del procedimiento consigue que la historia fluya y que estemos a gusto leyéndola.

También trata el tiempo real, unas cuatro horas aproximadamente durante las que Aurora ha estado recordando las confesiones que unos y otros le han hecho quejándose todos de todos. Esas quejas, esa multiplicidad de voces que durante veinte años, desde que llegó a esa familia, ha escuchado con paciencia infinita han ido calando en ella como esa lluvia fina que al salir del colegio encuentra en la calle y que la conduce hacia el futuro.

viernes, 1 de abril de 2022

Luis Landero

En el propio silencio

Luis Landero irrumpió en los momentos finales de la Transición como una de las voces fundamentales de la literatura tras haber dejado atrás una vida intensa como guitarrista flamenco.
Nacido en Alburquerque (Badajoz) en 1948, el autor de Juegos de la edad tardía, libro de ilusiones revividas tras un contacto amistoso (Premio de la Crítica y Premio Nacional de Narrativa 1990) es licenciado en filología hispánica por la Universidad Complutense, ha enseñado literatura en la Escuela de Arte Dramático de Madrid y fue profesor invitado en la Universidad de Yale.

Caballeros de fortuna (1994), obra con cinco personajes enfrentados a nuevas sensaciones y consecuencias vitales, El mágico aprendiz (1999), novela que narra las aventuras de Matías Moro, un hombre de existencia tranquila que se convierte en un héroe a su pesar, El guitarrista (2002), en donde, inspirado en sus tiempos como profesor de guitarra, narra la historia de Emilio, un adolescente que encuentra su vocación en la guitarra flamenca o Absolución (2012), donde el protagonista es Lino, un hombre a punto de casarse que cambia su estado de felicidad por un ambiente de pesadilla tras un suceso en las calles de Madrid. Todas y cada una de ellas conforman el universo literario de Luis Landero

En 2014 hubo un punto de inflexión en su modo de contar e inició un camino muy pegado a la infancia y el recuerdo. Eso dio lugar a una obra maestra, El balcón en invierno, donde novela su propia vida en su humilde familia extremeña; a una novela inquietante como Lluvia fina (2019) y a El huerto de Emerson (2021), una bellísima elegía que es un fragmento de la memoria selectiva en la que todo un país puede verse retratado.

En 2022 nos vuelve a sorprender con su nuevo trabajo Una historia ridícula, una novela cargada de humor y amor, gracias a Marcial, el personaje principal, y que no dejará indiferentes a los lectores.

“Para mí ha sido relativamente fácil escribir esta novela porque realmente ha sido Marcial quien la ha escrito, yo he delegado en él. El personaje es el que escribía, él es el que tiene sus ideas, el que elige su léxico, él dice cómo tiene que ser, cómo tiene que hablar, cómo tiene que pensar, cómo tiene que actuar” señala Luis Landero.


El estilo de Landero es inimitable. De agradable fluidez pero también de gran densidad, sutil y profundo de aparente sencillez, va involucrando al lector en su trama de manera ineludible. Sus novelas gozan de una estructuración narrativa sumamente rigurosa que va conduciendo con extremada pericia hacia el desenlace.
Merece una atención especial el tratamiento que hace de la voz o las voces narrativas que son muy variables de una novela a otra y el manejo particular de la representación del tiempo, con sus elipsis, sus vueltas al pasado, sus anuncios del futuro, lo cual genera una serie de suspenses que permite la maduración de las acciones y la evolución de los personajes.
Las historias narradas por Landero son aventuras vivenciales de unos personajes “mediocres” en el sentido de “medianía”, antihéroes que se enfrentan a un mundo complejo movidos por la fuerza del deseo, arriesgando su vida, con lo cual, sin saberlo, se convierten en “héroes de la cotidianeidad “

La obra de Landero recorre toda la escala de la comicidad, desde la farsa más trivial hasta el humor más ligero y se asienta precisamente en esos desajustes entre las ambiciones de los personajes y la ruin realidad y en una filosofía de lo absurdo

Y es que las novelas de Luis Landero se nutren de toda una meditación filosófica sin exposiciones teóricas que paralizarían el relato de la acción. La verdad interior de uno, vínculos entre los individuos, relaciones de poder, papel del azar, de la fortuna y la búsqueda del lugar exacto y adecuado de uno en el mundo.

Landero es, sin duda, uno de los narradores más contundentes, ricos, profundos y reconocidos en español.