lunes, 1 de abril de 2019

Próxima reunión martes 2 de abril de 2019 a las 6 en punto

Reconstrucción de Antonio Orejudo
   
   En 1535, en el corazón de una Europa convulsa tras el cisma de Lutero, se suceden las rebeliones contra la Iglesia católica y el Papa. 
   En la ciudad alemana de Münster un orador particularmente preparado, Bernd Rothmann, se convierte en el guía espiritual que encabeza la revuelta contra la corrupta jerarquía católica. Dentro de la ciudad se declara la libertad religiosa, acuden centenares de peregrinos y, con ellos, profetas y predicadores de toda laya. Extramuros, sin embargo, los ejércitos católicos se aprestan para el escarmiento más despiadado. 
   Dieciocho años después, cuando la sublevación de Münster es sólo un recuerdo y la Inquisición persigue cualquier indicio de herejía, el inquisidor general de Lyon tiene que identificar con urgencia al autor de un manuscrito anónimo, especialmente venenoso, e impedir su difusión.

Fuente: Lecturalia

Reconstrucción

La lucha de las ideas 
"Si las personas no son capaces de poner en práctica unas ideas, el problema está en las ideas"


Rebelión de Münster (1534-1535)
      La vida de Miguel Servet inspira esta obra del escritor Antonio Orejudo (Madrid, 1963) que está situada en la Europa del siglo XVI.  Reconstrucción (Tusquets, 2000) es una descripción de las luchas de poder dentro de la religión católica en tiempos de Lutero narrada con documentación y no carente de humor feroz. 
   Historia, poder, ambición, intriga y fanatismo en una Europa convulsionada por las controversias religiosas.
   En 1535, el joven Bernd Rothmann (1495-1535) vuelve a Münster tras haber pasado cinco años estudiando teología en Colonia. Es el protegido del obispo pero Bernd prefiere apartarse de su influencia y termina por convertirse en el líder de la revuelta anabaptista que agitará la ciudad, hasta que ésta acabe por ser arrasada. Münster se convirtió durante 18 meses, según Jan Matthys (1500-1534) en la "Nueva Jerusalén" en un  intento de crear un gobierno independiente de la Iglesia, basado en el cristianismo originario.    

   Años después, Joachim Pfister, un tipógrafo afincado en Lyon es obligado por la Inquisición a seguir la pista del autor de un libro herético, La restitución del cristianismo, firmado por un tal MSV, un heterodoxo que parece renegar de toda doctrina.

 
Miguel Servet 
   Reconstrucción se crea tras la lectura de Orejudo de Castellio contra Calvino de Stefan Zweig, obra en la que Miguel Servet de Villanueva (1511-1553)  aparecía en segundo plano. Esta obra fascinó al escritor no sólo por los conocimientos en medicina, teología y filosofía del aragonés, ni por su muerte en la hoguera, en 1553, por orden de Calvino, sino por la complejidad de su vida y la vehemencia con la que buscó la verdad. 
Antonio Orejudo asegura que quedó seducido por la libertad que Servet evidenció al decir no a unos y otros. 
"Hoy somos gregarios, si tenemos cierta afinidad con unos, no nos atrevemos a protestar si lo hacen mal"
   La novela no reivindica la figura del aragonés, pero sí su independencia de criterio: "El intelectual debe ser capaz de señalar con el dedo los errores de su propia ideología".
   Reconstrucción es una novela sutil con recursos de la narración histórica, de la “novela filosófica” y del humor, pero también con pinceladas del género fantástico. El libro tiene como eje narrativo el fanatismo religioso, el miedo como instrumento del poder y el derecho a rectificar, a reconocer los errores cometidos y a decir no.
   El autor afirma que ha alternado ficción y realidad "me interesa mezclar sabores y aborrezco seguir los caminos trillados de la novela histórica"
   Orejudo es filólogo. La literatura se convierte así en materia de creación y de estudio. Por ello, resulta tan fascinante la estructura de Reconstrucción desde el punto de vista del amor por las palabras, por el estudio de los textos escritos creando la siguiente estructura: 

   
   Así es la novela, repleta de claves por todas partes, y con la reconocida por el autor alusión en el titulo al filósofo francés Jacques Derrida y su deconstrucción del análisis semiótico, todo un estudio sobre la forma de contar, de narrar, de literaturizar. 
    Con esta estructura tan redonda, el autor cierra a la perfección el desfile de personajes y la acumulación de información desperdigada que el lector va recogiendo para recomponer su propio puzzle literario en donde ningún personaje es quien dice ser ni lo que parece ser.
   La novela está cuidada para que las piezas puedan encajar de una manera. Las historias y los personajes se desdoblan, la perspectiva multinarrativa, el polinarrador, los sucesos presentados desde diferentes prismas para poder volver a ser montados y reconstruidos y así dotar de un sentido literario a esta historia. El final del libro es la última pieza que permite ver la totalidad del cuadro.
   En cuanto al hilo argumental, Reconstrucción nos dice que la vida humana, una sola vida está por encima de cualquier ideología ya que una muerte invalida cualquier ideología que la haya provocado pero también nos dice que todo lo que nace de la violencia está corrupto. El ser humano, casi 500 años después, no ha cambiado y las reglas que mueven el mundo siguen siendo las mismas.