lunes, 9 de mayo de 2016

Más habitación propia

   Os pongo información y enlaces sobre temas relacionados con La habitación propia de Virginia Woolf. También comentaros que "hablé por correo" con Miguel A. Hernández Navarro y le dije que vamos a retomar el libro de relatos "Demasiado tarde para volver" en otra ocasión para que pueda estar él presente y pueda hablarnos del mismo.
 

   Así comenzamos con:

Las Sinsombrero: las mujeres de la Generación del 27


http://www.lamarea.com/wp-content/uploads/2016/02/sinsombrero.jpg

    Ernestina de Champourcín, Marga Gil Roësset, Josefina de la Torre, María Zambrano, Rosa Chacel, María Teresa León, Maruja Mallo y Concha Méndez formaron parte de la Generación del 27. En los libros de texto y en las antologías no figuran sus nombres, pero su aportación a la cultura española está a la altura de muchos hombres que sí aparecen en esos compendios, y que por tanto forman parte de la historia. ¿Cómo pensar en la filosofía europea, valga la redundancia, sin mencionar a la enorme María Zambrano? La narrativa de nuestro siglo, ¿qué sería sin Rosa Chacel y su audacia? ¿En qué lugar queda María Teresa León, autora de esa Memoria de la melancolía que supone la cima de nuestra literatura autobiográfica?
    Aunque los años las traicionaron, ellas existieron, y de qué forma: toda una generación de mujeres pintoras, escritoras, esculturas y pensadoras con éxito internacional, que contribuyeron al cambio de la España de los años veinte y treinta. La Guerra Civil impuso en ellas el exilio interior o exterior, según, y en todos los casos un persistente silencio contra el que Las sinsombrero pretende batallar.
  Las Sinsombrero es un proyecto transmedia que recurre a diferentes formatos y plataformas (televisión, internet y cine): incluyen un documental para televisión, un webdoc, una aplicación para smartphone, exhibición en cines, difusión en redes sociales, un wikiproyecto, para recuperar, divulgar y perpetuar el legado de las artistas olvidadas de la Generación del 27 y demostrar cómo su obra, sus acciones y su valentía fueron y son fundamentales para entender la cultura y la historia de un país que nunca las reivindicó.
    El documental, de una hora de duración, tiene una introducción en una clase de instituto actual, que en los primeros minutos ofrece ya una reflexión que llama bastante la atención: el profesor les dice a sus alumnos adolescentes que “del siglo XV al XX hemos visto 200 autores hombres y 4 mujeres”. Este profesor de instituto también acaba el documental con la siguiente frase “la Historia de los libros no es la real, sino la seleccionada por un autor“. 


Documental Las Sinsombrero
Página web Las Sinsombrero 

Enlaces proporcionados por Matías


Blog Maleducadas
Carta a Eduarda de Rosalía de Castro
Feminismo y teoría política en Virginia Woolf


Y a través de wasap, Arielle también hizo referencia a un enlace audiovisual muy interesante:

El científico Neil DeGrasse Tyson habla sobre la mujer en la ciencia.

viernes, 6 de mayo de 2016

La dieta de la memoria...

... y lo que dió de sí.

   Esto de la poesía esta dando mucho juego. Si yo me animé a soltar un alejandrino de Rubén Darío así como así, Ginés nos quiso regalar unos versos de la poeta de Totana, Katy Parra, La manzana o la vida, a modo de introducción al tema del libro de Virginia Woolf. Sólo con la intención de ambientarnos un poco y dejarnos al final con la boca abierta. Y Matías nos ofreció un Padrenuestro por los que no leen…del escritor cordobés Marcos Rafael Blanco Belmonte. Os dejo aquí toda la información recogida a la espera de la que pueda incorporar en la próxima reunión la de Basi y de Rocio y, por supuesto, de Matías que está en la retaguardía. Saludos miles.





La manzana o la vida 
Katy Parra, Planeta Clandestino# 130

Si te quieres salvar a toda costa,
desconfía de las manzanas.
                                                                               Produzca la tierra seres vivientes según su género.
                                                                                                                                                         DIOS

No salgas a la calle sin perro lazarillo
ni antes de rezar tus oraciones.
No entres a la iglesia
sin un salvoconducto
ni pienses en voz alta.
No te conviene echar más leña al fuego de tu
reputación.
Si quieres ir al cielo con tu expediente limpio,
si te quieres sentar a la derecha,
has de ser un buen hijo y no comer manzanas.
Declina invitaciones de mujeres que vengan a salvarte.
Eva no es de fiar.



Padrenuestro por los que no leen…

Por los que yacen en la ignorancia
y a la desdicha viven sujetos;
por los que siempre, desde la infancia,
son infelices analfabetos;
por los que cruzan por esta vida
sin un buen libro que los consuele;
por los que llevan el alma herida
de la injusticia que tanto duele,
y nunca hubieron en la lectura
blando refugio, noble maestro;
con la mirada puesta en la altura
recemos todos un Padrenuestro.

No saben nada; lo ignoran todo,
van como ciegos, y en su jornada
huellan lo mismo flores que lodo.
nada aprendieron; no saben nada.
ni la grandeza del firmamento,
ni lo infinito del mar gigante,
ni las conquistas del pensamiento
dan a sus almas ritmo pujante.
Son más que ciegos; su desventura
tiene amargores de pesadumbre…
Señor: el libro brilla y fulgura…
¡Dáles el libro que los alumbre!

Dáles la Biblia que es lo divino,
y al padre Homero que es sobrehumano,
y a Tomás Kempis, que es el camino
del que, doliente, quiere ser sano.
Dáles la gloria, panal de Ciencia,
de “Las Moradas”, rosas fragantes;
dáles la risa, luz y experiencia
que en el “Quijote” puso Cervantes…

Y el “Romancero”, flor de heroísmo,
canción de gesta que en sol se baña,
para que aprendan el Catecismo
de fe robusta, de amor a España.


Matías cambió la última estrofa por esta, ya que la anterior no le gustaba.


Y el “Romancero”, flor de heroísmo,
canción de gesta que tanto entraña,
dales que aprendan del misticismo
que en otro tiempo reinó en España. 



Y ahora el mío.


De invierno de Rubén Darío de su libro Azul (1890)



En invernales horas, mirad a Carolina.
Medio apelotonada, descansa en el sillón,
envuelta con su abrigo de marta cibelina
y no lejos del fuego que brilla en el salón.

El fino angora blanco junto a ella se reclina,
rozando con su hocico la falda de Aleçón,
no lejos de las jarras de porcelana china
que medio oculta un biombo de seda del Japón.

Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño:
entro, sin hacer ruido: dejo mi abrigo gris;
voy a besar su rostro, rosado y halagüeño

como una rosa roja que fuera flor de lis.
Abre los ojos; mírame con su mirar risueño,
y en tanto cae la nieve del cielo de París.

   Ya comenté que me gustaba mucho el poema porque lleva mi nombre y porque forma parte de una anécdota que contó el poeta Benjamín Prado cuando estuvo en Molina de Segura. Prado contaba que Albertí y él tuvieron un accidente y que el gran poeta no paraba de recitar este poema en el coche para sentirse que estaba todavía vivo. 
    El 22 de abril salió a la venta 14 de ciento volando de 14, un disco en el que Pedro Guerra ha puesto música a 14 sonetos de Joaquín Sabina extraídos de su famoso libro de poesía “Ciento volando de catorce” y Arde Estocolmo que contiene 14 canciones en las que Pedro Guerra mantiene su visión penetrante sobre la realidad, su capacidad para extraer belleza de lo cotidiano y su atracción por la poesía. Una de esas canciones es el poema De invierno de Rubén Darío.

martes, 3 de mayo de 2016

Reunión martes 3 de mayo a las 6 en punto.

Y hay que ser puntuales porque tenemos un menú completito:



1º De entrante comenzamos con La dieta de la memoria. Os comentaré el poema de Rubén Darío, De invierno.


2º Como aperitivo, El Cortos Club con Demasiado tarde para volver de Miguel A. Hernández Navarro.
Dividido en tres partes está compuesto por 52 microrrelatos que hacen subir y bajar al lector a través de los aires de sus primeras páginas y lo desplaza de un lado a otro, hacia un lado fanganoso y hacia otro tenebroso o quizás a ninguna parte.
 


3º Y de plato principal, Una habitación propia de Virginia Woolf. 
En 1928 a Virginia Woolf le propusieron dar una serie de charlas sobre el tema de la mujer y la novela. Lejos de cualquier dogmatismo o presunción, planteó la cuestión desde un punto de vista realista, valiente y muy particular. Una pregunta: ¿qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas? Una sola respuesta: independencia económica y personal, es decir, Una habitación propia.


Y si queréis postre, dentro de la Primavera del libro 2016, a las 8 de la tarde, presentación del nº 44 de la revista Molínea.