"Creo que hay que mirar al futuro, pero no hay que olvidar el pasado", comenta Luis Leante, autor de Annobón.
Annobón (Harper Collins, 2017) es la combinación de un supuesto reportaje periodístico y ficción histórica. Un juego literario que retrata la cara desagradable de la colonización española en África y la represión franquista en el Madrid de posguerra, y nos adentra en las vidas privadas de los personajes que se vieron atrapados en la inevitable oscuridad de esos momentos históricos.
La novela arranca con la investigación que un periodista lleva a cabo a raíz del hallazgo de un cadáver de mujer en la localidad de Colliure, en el sur de Francia. Dicha investigación, con toda su documentación, es proporcionada a nuestro autor/narrador que hace la reconstrucción de unos hechos casi desconocidos que ocurrieron en Madrid y Guinea en los años 30 y 40 del siglo pasado.
La noche del 14 de noviembre de 1932 Restituto Castilla González, sargento de la Guardia Civil, asesinó con una navaja barbera al Gobernador de Guinea, Gustavo de Sostoa Stahmer, cuando visitaba Annobón, una isla de 17 kilómetros cuadrados, a tres días de navegación de la capital de Guinea Ecuatorial, donde Castilla había fundado una comunidad utópica basada en los principios de la República.
«Él era un guardia civil de izquierdas que se afilió al Partido Comunista, de convicciones profundamente republicanas y tremendamente culto, lo cual no era frecuente en la época. Parece ser que tenía una inteligencia superior. Lo describían los psiquiatras como un hombre muy inteligente con brotes de locura, y estos se desatan en esta historia, cuando se marcha a la isla de Annobón, donde estaba casi aislado. Allí había mil habitantes y él era el único europeo. Esa tensión le lleva a comenzar a tener delirios de grandeza. Trata de crear una especie de república independiente, construye una ciudad... Pero la población no lo respondía. Probablemente su propia inteligencia fue la que le terminó devorando y, en una de estas, le cortó el cuello al gobernador." Al grito de "¡Ni reyes, ni tiranos!».
Una vez cumplida la condena tras beneficiarse de un indulto, el abogado y capitán Alfonso Pedraza, personaje ficticio de la trama, se cruzará en su camino y la vida de ambos entrará en una espiral de desastres que afectará a todos los que están a su alrededor. Un triángulo amoroso acompañado de locura, celos, mentiras y obsesiones en el que el miedo y el amor se confunden con frecuencia.
Luis Leante crea la trama utilizando las entrevistas a las hijas de los protagonistas para contar la historia, añadiendo sutilmente a dos narradores diferentes, y dando por tanto dos puntos de vista a la misma historia. En Annobón es casi inclasificable, en ella puedes encontrar historia, asesinatos, juicios, periodismo y hasta intrigas amorosas.
La gran labor de documentación por parte de Leante es innegable. Durante cinco años estuvo preparándose todo lo referente a Castilla centrándose en la joya de la corona de la trama, el sumario de su juicio por asesinato, depositado en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Durante la investigación, el autor se sintió atrapado por la personalidad tan atractiva del protagonista, entrando en la tesitura de no poder elevar a los altares a un tipo que era un asesino y maltrataba cruelmente a los habitantes de la isla, por lo que escribió dos versiones más hasta que alcanzó el tono que le interesaba.
El pasaje del juicio en la obra está lleno de detalles que hacen que te encuentres en la sala presenciándolo. A esta fantástica tarea se le une la habilidad del autor para recrear escenarios, trasladando al lector tanto a la lejana isla guineana o al Madrid de los años 40, y dando una visión global pero clara de la miseria de la posguerra, de los formalismos rígidos de la época y de los diferentes tratamientos según el escalafón social al que pertenecías o al bando político donde te situabas.
Escrita con prosa ágil y de lectura amable, no sabrás si el personaje sobre el que lees ha sido real o fruto de la imaginación del autor. Diálogos continuados donde se cambia de interlocutor de una forma tan sutil que apenas te das cuenta, y una estupenda sucesión de acontecimientos encadenados con escenas retrospectivas que hacen de Annobón un libro que nombra al lector como juez al tener las dos versiones de una misma historia.Para Luis Leante, la historia "si la miramos en conjunto es una gran mentira, pero si la miramos por piezas son pequeñas verdades".
Escrita con prosa ágil y de lectura amable, no sabrás si el personaje sobre el que lees ha sido real o fruto de la imaginación del autor. Diálogos continuados donde se cambia de interlocutor de una forma tan sutil que apenas te das cuenta, y una estupenda sucesión de acontecimientos encadenados con escenas retrospectivas que hacen de Annobón un libro que nombra al lector como juez al tener las dos versiones de una misma historia.Para Luis Leante, la historia "si la miramos en conjunto es una gran mentira, pero si la miramos por piezas son pequeñas verdades".