viernes, 4 de mayo de 2012

Las mamás de Hitchcock

   El tema de las madres en el cine de Hitchcock da para escribir al menos una docena de tesis doctorales. En la vida real, el propio cineasta tuvo un apego enfermizo hacia su mamá, una mujer dominante que luego apareció reflejada en varias de sus películas. Ahí están las madres castradoras y muy poco amorosas de Los pájaros (1963) y Marnie la ladrona (1964), por solo citar un par de ejemplos.
Psícosis (1960)
   Pero si hay una que destaca por encima de todas, esa es la la señora Bates de Psicosis (1960). Hay que aclarar que la buena mujer está muerta. Fue asesinada por su propio hijo, pero éste, en un gesto de atroz ternura, la conserva disecada en una silla de ruedas. Pero ni muerta la señora Bates deja en paz a su retoño, ya que el desequilabrado de Norman se siente a veces poseído por la personalidad de su mamá y entonces le entran unos deseos irrefrenables asesinar a todas las mujeres que se le ponen por delante. Y, ya se sabe... el espíritu de la madre celosa de las chicas que tientan a su "inocente hijito".
Encadenados (1946)
    Desde que Hitchcock se quedó huérfano de padre a los catorce años, siempre acudía a los pies de la cama de su madre a contarle cuanto le pasaba. La herencia de todos esos encuentros los desarrolló en su cine. De ahí la proliferación de tantas “madres castradoras”. La aparición sucesiva de cada una de ellas es inevitable: Encadenados (1946), la suegra, Sra. SebastiánCon la muerte en los talones (1959), la alocada Clara, madre del protagonista, Roger O Thornill, Sospecha (1941), en este caso de manera implícita, en el comienzo de la película, doña Mary Whitty es sólo una fotografía en la mesilla de noche de su hija, Extraños en un tren (1951),  la madre de Bruno, Mrs. Anthony o Rebeca (1940), aun cuando en este caso la madre no lo sea biológicamente, pero sí condicione sobremanera la vida de la protagonista.
Los pájaros (1963)
   La figura materna en las cintas de Hitchcock no es precisamente la mejor tratada. En todas sus cintas nos muestra madres dominantes y posesivas, de esas que serían capaces de hacer hasta lo imposible por controlar nuestras vidas.
   Varios psicólogos tienen la teoría de que Alfred padecía complejo de Edipo, ocasionado por la muerte de su padre cuando el cineasta era apenas un niñito de cuatro años. El cineasta quedó bajo el cargo de su madre, una mujer autoritaria que atemorizaba a su hijo frecuentemente. Cada vez que él hacía algo mal, la señora lo amenazaba con llamar a la policía para que lo castigaran, o lo hacía quedarse parado frente a su cama por horas. Esto hizo que desarrollara un concepto de "mujer castrante" que fue la base del perfil de las mamás que vemos en la mayoría de sus películas.

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