jueves, 31 de agosto de 2023

Siri Hustvedt

La mirada científica


De madre noruega y padre estadounidense, Siri Hustvedt nació en 1955 en Northfield, un pequeño pueblo en el sur de Minnesota. La mayor parte de su vida temprana la pasó allí junto a sus padres y sus tres hermanas menores, Liv, Asti (la académica y autora de Medical Muses) e Ingrid.

Siri visitó Noruega por primera vez en 1959 cuando su madre las llevó a ella y a su hermana Liv a una visita de verano. En el año académico 1967-1968, la familia vivió en Bergen. Las cuatro niñas se inscribieron en la escuela Rudolph Steiner y pasaron el verano siguiente en Reykjavik, Islandia. Un verano en donde Siri lee con avidez y decide convertirse en escritora.

En 1977 regresa a Estados Unidos y se gradúa con una licenciatura en historia.

Trabajó durante un año en su ciudad natal como camarera, ahorró dinero y volvió a Nueva York en 1978 para estudiar inglés en la Universidad de Columbia con una beca. Continuó escribiendo poesía, fue asistente de investigación del poeta Kenneth Koch, profesor de inglés en Columbia, y trabajó en varios trabajos ocasionales: camarera, investigadora de un historiador médico, modelo de grandes almacenes y asistente de estudio de artista. En 1982 comenzó a enseñar como asistente de posgrado en Queens College. Su primer poema apareció en The Paris Review en 1981.

Ese mismo año, conoció al escritor Paul Auster en una lectura de poesía en 92nd Street. Se casó con él el Bloomsday, el 16 de junio de 1982.

En la primavera de 1986, Hustvedt defendió su disertación doctoral sobre el lenguaje y la identidad en Dickens: "Figuras de polvo: una lectura de Our Mutual Friend de Charles Dickens" . La visión del yo es una de las preocupaciones que interesan a Hustvedt tanto en su ficción como en su no ficción.

Su hija, la cantautora Sophie Hustvedt Auster, nace en 1987.

Después de recibir su doctorado, se dedicó a la ficción y comenzó a trabajar en su primera novela, Los ojos vendados (1992). A esta le siguieron cinco novelas: El hechizo de Lily Dahl (1996), Todo cuanto amé (2003), Elegía para un americano (2008), El verano sin hombres (2011) y Un mundo deslumbrante (2014).

A la escritora le agrada la definición de ella como «novelista de ideas», ya que impregna con un irónico sentido del humor los tres pilares que sustentan su trabajo: feminismo, arte y ciencia. Tampoco es ajena a elementos como la neurociencia, el psicoanálisis, la filosofía o las relaciones familiares, ámbitos que transita con naturalidad, haciendo difícil encajarla en un único espacio creativo.

Comenzó a escribir sobre arte en 1995, con el ensayo, "La anunciación de Vermeer", donde aboga por una interpretación de Mujer con un collar de perlas como una anunciación en lugar de una imagen eucarística, lo que alteró permanentemente las percepciones académicas de la imagen. Continuó escribiendo sobre arte visual y, en 2006, publicó una colección de sus escritos sobre pintura con Princeton Architectural Press. Ha dado conferencias en los Museos del Prado y Metropolitano, y en enero de 2010 en la Academia de Artes Visuales en Munich, pronució su conferencia: "Visiones encarnadas: ¿qué significa mirar una obra de arte?"

Desde finales de los noventa, ha estado inmersa en la neurociencia y los dilemas filosóficos de los debates mente-cerebro. Comenzó a asistir a conferencias de neurociencia en el Instituto Psicoanalítico de Nueva York y posteriormente fue invitada asistir al Grupo de Discusión de Neuropsicoanálisis Mortimer Ostow, al que asistió durante dos años hasta que el grupo se disolvió después de la muerte de Ostow en 2006. Fue instructora voluntaria de escritura para pacientes psiquiátricos hospitalizados en la Clínica Payne Whitney del Hospital de Nueva York durante cuatro años. En 2006, sufrió una violenta sacudida mientras pronunciaba un discurso en memoria de su padre, un síntoma que se convirtió en el tema de su libro: La mujer temblorosa o Una historia de mis nervios. El libro es tanto un relato personal de la experiencia de Hustvedt como paciente con un síntoma inexplicable como una exploración de las ambigüedades del diagnóstico a través de la historia médica, el psicoanálisis, la neurociencia o la filosofía.

Doctora honoris causa por la Universidad Stendhal de Grenoble (2015), en 2004 recibió el Premio de los Libreros de Quebec por Todo cuanto amé y en 2012, el Premio Internacional Gabarrón de Pensamiento y Humanidades gracias a su labor investigadora.

En la entrega del Premio Princesa de Asturias 2019 en Oviedo

La Premio Princesa de Asturias de las Letras en 2019 considera que su mayor placer es pasar tiempo con su familia, su esposo y su hija, pero también con sus tres hermanas y sus familias. La muerte de su madre, en 2019, marca el inicio de la vía libre a sus recuerdos, que plasma en su último trabajo, Recuerdos del futuro, en el que es posible acercarse a la biografía de su propia familia, manteniendo su habitual profundidad reflexiva y un alto nivel intelectual, que profundiza en las causas y consecuencias del entorno cotidiano y los hechos que suceden en ese ámbito íntimo.

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