Mi vivencia con los saltos temporales ha sido un poco como un sueño psicótico, ha habido párrafos en los que no sabía dónde me encontraba. Y podría haber sido interesante, pero para mí el recurso literario ha enlentecido y enrevesado el avance de la obra innecesariamente. No ha aportado al argumento, para mí ha sido farragoso.
No volvería a leer la obra pero me alegro de haberla leído. Porque la historia es hermosa. El amor, en cualquiera de sus vertientes, nos da el punto de luz que ilumina los días de nuestras vidas.
Sed felices.
En la segunda parte -excelente crónica de lo que fue el genocidio llevado a cabo por los croatas contra los serbios- me ha asaltado la duda sobre qué hay de cosecha propia y qué de ‘copia y pega’, a tenor de los extensos párrafos entrecomillados. Me gustaría aclarar este asunto para opinar con más fundamento sobre la autora. (Agradecería que alguien me sacara de dudas).
Al hilo de lo comentado, decir que es una novela para iniciados. ¿Recomendarla…?
Veo como positivo el fundamento histórico de los relatos del militar republicano sublevado en Jaca para acabar con la monarquía de Alfonso XIII y del franciscano croata que colabora en el exterminio de los serbios (la Iglesia no queda por cierto bien parada, ¡vaya papelón!). En ambos casos se pone de manifiesto la crueldad de la guerra. La historia de Mati, por el contrario, no me ha aportado gran cosa: me ha parecido insustancial.
Concluyo con la impresión de que tal vez el mayor acierto de la autora haya sido ofrecernos una obra cuyo principal atractivo consista en el empleo, más o menos logrado, del recurso a la técnica del ‘patchwork’: una serie de retazos hábilmente pegados.
Comentario de Loly
Quería hacer una pequeña reflexión sobre el libro. Lo más visual ha sido su prosa poética, preciosista y metafórica. Que si bien comenzó encantándome, como un delicioso pastel de alta repostería, llegado un punto, estaba empachada. Habiendo veces que me resultaba tedioso. La reflexión sobre el paso del tiempo se ajusta a ese concepto que tengo yo de, no deberías volver a los lugares en los que has sido feliz. Porque la vida cubre los lugares y los momentos de una pátina de deliciosa melancolía, volviéndolo siempre más amables y dichosos de lo que en realidad fueron. Cada tiempo tiene su paisaje y en él, tenemos unos ojos para mirarlo que cambian con la vida. Me ha gustado menos de lo que esperaba. Aunque he disfrutado de lindos pasajes.Nos vemos allá arriba de Pierre Lemaitre (3/11/2020)
Comentario de Josefina
Descubrí esta novela por azar en la biblioteca de Molina hace unos meses y me fascinó hasta el extremo de leer la trilogía completa y toda la obra de novela negra del autor. Ahora he releído parte de la misma nuevamente y la he descargado en Internet subrayando lo más representativo desde el punto de vista de la estructura narrativa, muy elaborada que mezcla tras una apariencia muy asequible, un proceso creativo muy prolijo.
La trama se enmarca en un hecho histórico y traza la responsabilidad moral del individuo que no duda en comportarse deshonestamente para subsistir o para triunfar socialmente. Hay drama, romanticismo, personajes cercanos y héroes anónimos (Véase Ëdouard, un extraordinario instinto de supervivencia) en un alegato antibelicista. o a Pradelle con su obsesivo afán de recuperar su estatus social," un aristócrata en versión pobre”, o bien desde la perspectiva de Albert viendo a Pradelle como “el ángel exterminador” (¿Se refiere a la película de Buñuel o a Abadón ángel de carácter destructor del libro del Apocalipsis?)
La novela tiene mucha acción, es una novela de aventuras, con toda clase de historias reflejada en el comportamiento de sus personajes con un fuerte contenido crítico del negocio y de la corrupción en todos los ámbitos característicos de la postguerra.
Y, sobre todo, veo contrastes acusados de lenguaje popular y lenguaje culto. Cito, por ejemplo, en boca del narrador al narratario (para describir la instancia discursiva a quien el narrador dirige su discurso) “cojonudo. El tipo está ahí abajo. Menudo gilipollas! y “... ya estaban camino del Walhalla” y vuelve al lenguaje vulgar “Ahora podrán meterles mano a las valquirias”. O cuando comenta que Albert se “apuntó a una guerra stendhaliana... ", ahondando además en cómo la historia debe su curso al azar y el individuo es sólo un personaje.
Comparaciones profusas que iluminan su lenguaje visual y popular “como si Dios hubiera pitado el final del partido” Frente a “ si parece un san Sebastián”, aunque obviamente el lector fácil no identifique esto nada más que con el dolor y la crispación, pero no con el cuadro de Mantegna del Quatrocento italiano.
También en el lenguaje del arte "para ser gráficos, un personaje de Tintoretto” cuando describe a Albert.
Igualmente y con profusión de recursos literarios como la catáfora, avanza la narración “Bueno, no adelantemos acontecimientos” o incluso cuando dice “No es verdad que en el momento de morir veamos toda nuestra vida en un vertiginoso instante, pero si vemos imágenes”, sin duda alude a comentarios de la gente que ha pasado por momentos difíciles próximos a la muerte y dice haber visto…” Pero este narrador omnisciente, me parece a mí que sabe mucho. Creo que Lemaitre se ha debido morir de risa cuando escribía tantas exageraciones como aparecen en el libro, reir a carcajadas, dentro de la tragedia, Por cierto que hipérboles proliferan a lo largo de su obra.
En la misma línea de anticipar la acción del obús que va a estallar. “No le quedará mucho de vida, pero sí suficiente para comprender a la perfección lo que está sucediéndole” Y sus deseos, que también comenta con su interlocutor narrativo cuando llama la atención sobre el deseo de sobrevivir “como el que deben sentir las ratas de laboratorio cuando las agarran de las patas traseras”, “una resistencia primitiva"
Así mismo unas imágenes profundamente visuales como Albert aferrado a los viscosos belfos del caballo muerto, salpimentado con profusión de oraciones de relativo explicativas y epítetos descriptivos que revuelven las tripas del lector.
Lo dejo aquí. Es un libro que ofrece mucho. Un placer y un narrador deslumbrante de apariencia accesible, de diferentes capas de lectura, divertido, intrigante, creativo. Hacía tiempo que no había leído nada que me hubiera dado tanto.
Que disfrutéis de la tertulia. Josefina
Comentario de Matías
Lo primero, decir que la lectura de esta obra me ha resultado bastante dura (repugnante la mención al negocio de “las dentaduras postizas usadas, incluso rotas o inservibles” p. 354), hasta el punto de haberme asaltado, en varios momentos, la tentación de abandonarla.
· Sobre el título… (no le veo mayor justificación)
· Los personajes principales creo que están bien definidos.
- Édouard, cercano a esa especie de dandy que disfruta con la provocación (me ha recordado, salvando las distancias, a Dalí)
- Albert, que con su comportamiento (huida hacia adelante) hace bueno el juicio que la madre nos proporciona sobre él.
- Henri, individuo siniestro, sin escrúpulos, para quien el fin justifica los medios, corrupto donde los haya, capaz de sobornar a todo el mundo con tal de recuperar, a toda costa, su anterior status
- Marcel Péricourt, magnate que precisamente por instalarse lejos de la realidad resulta víctima de la gran estafa ideada por su propio hijo, al que repudió en su día y que más tarde pretende recuperar, empresa en la cual fracasa.
- Merlin, funcionario que con sus pocos medios logra descubrir el gran escándalo y se niega al soborno tentador (ascenso en el escalafón, dinero…)
- El personaje de la niña Louise (12 años) me resulta desconcertante: hueco, vacío, desinflado, pasivo (una hoja seca a merced del viento), mera comparsa que muestra nula curiosidad por lo que está ocurriendo allí, limitándose sin más a amasar la pasta de papel para las máscaras: “Miraba la palangana con expresión soñadora, indiferente a los gritos: entre aquellos dos, había tantos…” (p.317) Me pregunto si una niña de esa edad no tiene mayores inquietudes; veo que no ha evolucionado ni se ha producido transformación alguna en ella, no ha crecido, una pieza contrahecha de difícil encaje en la trama (para mí)
Sobre la cabeza de caballo, de la que nunca se separa Albert, creo que debe tener alguna significación… A mí no se me ocurre otra que relacionarla con la nobleza que caracteriza a ese animal con la que él prodiga a su amigo.
En cuanto a la construcción de la trama, he apreciado, hacia el final, una cierta prisa en cerrar las distintas subtramas al decir por la brevedad con que las trata (lo que contrasta con la dilatada atención dedicada anteriormente a las mismas)
Por lo demás, quiero expresar que ha removido estratos profundos en mi sensibilidad al tratar de un asunto tan sagrado como negociar descaradamente con la memoria de quienes han dado su vida por nobles ideales y para que nosotros la tengamos mejor. No he podido evitar relacionar este tema con la opacidad (amen de la chapuza) que a menudo se advierte en el tratamiento de ciertos asuntos en el ejército (p.e. el accidente del Yak-42) al igual que en otras esferas de la administración pública.
Comentario de Rosario
De una narrativa brillante y descriptiva tal, que parece que estés presente en los escenarios descritos por el autor. El principio me resultó duro de leer, después fue más fácil continuar, pero sin dejar de mantener la alerta por lo que pudiera sorprender el devenir de los siguientes acontecimientos. La guerra saca lo mejor de unos y lo peor de otros, o, dicho de otra manera, acentúa más el buen fondo o el mal fondo de las personas. La guerra, el peor invento de la humanidad sin duda en donde unos pocos hombres con mucho poder, ambición y pocos escrúpulos utilizan y sacrifican a miles y miles de sus congéneres para conseguir sus objetivos y llenarse de gloria, como hizo el teniente Pradelle, a menor escala, con los soldados de su compañía. Siendo Pradelle, Albert y Édouard estafadores, deseas que estos salgan victoriosos y consigan llevar a buen término su plan, como si tuvieran derecho a ello, debido a lo que han padecido en las trincheras y las batallas y como han sido tratados tan injustamente antes, durante y después de terminar la guerra por sus superiores y por la sociedad y que al teniente Pradelle, le caiga todo el peso de la ley encima por mala persona. El final es el predecible, según mi parecer y lo deja todo bien ajustado y rematado.
Comentario de Ana
El libro me está gustando, pero la verdad esperaba más de él. A mí parecer está bien escrito, aunque no me enganchó al principio, lo veía macabro y se me hacía pesado. Conforme he ido avanzando me está gustando más, es fluido y tiene mucha dureza de trasfondo.
Lo estoy terminando por eso no te puedo decir nada más.
Comentario de Malu
Noviembre de 1918, frente de Somme (Norte de Francia) días antes del armisticio. Lemaitre nos sumerge en plena ofensiva absurda de un teniente, Pradelle, tipo odioso, ya empezamos a odiarlos para conseguir a cualquier precio, honores de guerra, y de esta manera recuperar su estatus perdido, es un aristócrata de medio pelo arruinado, dos de sus hombres (Albert y Edouard) advierten con desesperación que intenta asesinarlos, un obús sepultará al apocado y llorón Albert, un humilde contable que será milagrosamente salvado por el acomodado, extravagante afeminado y magnífico dibujante Edouard. Ya tenemos a los personajes principales acompañado por secundarios de lujo, padre y hermana de Edouard, los Pericourt, serán determinantes en esta trama de saqueo, picaresca, políticos corruptos y generales idiotas, Lemaitre tiene para todos con su habitual humor negro despiadado. Empieza la burla, porque esta narración es una broma del autor sobre las guerras, los que pierden (Albert y Edouard) y los amorales que se enriquecen con la muerte (Pradelle) pero acabará pagándolo, menos mal.
Desarrollo: Los dos jóvenes pasarán meses hospitalizados, Albert cuida, se siente obligado, de un desfigurado Edouard que finge su muerte, se niega a volver a casa, la miseria les rodea, apenas tienen para sobrevivir mientras Pradelle, casado con Madeleine Pericourt, organiza un negocio repugnante a costa de los soldados muertos y la construcción de cementerios enormes naturalmente con el visto bueno de alcaldes e hijos de generales y diputados.
La narración de lo sórdido es admirable, siento decir que en algunos momentos me reía, Albert y Edouard para no ser menos y hartos de miseria traman una estafa bien urdida" El Recuerdo Patriótico" estelas, monumentos y estatuas, consiguen cientos de miles de francos, naturalmente van a por ellos mientras tanto la buena estrella de Pradelle se va apagando, su suegro y su mujer lo abandonan, morirá solo y arruinado. Albert pone con su novia tierra por medio y Edouard de suicida lanzándose al coche de su padre que empezaba a querer a su hijo y ya intuía que no había muerto.
Momentos de humor negro. La reunión de Pradelle con el carpintero Lavalleé ajustando precios para los ataúdes, de roble y medidas de 1,70 pasa a pino y 1,30 si hay que trocear, se trocea. Mientras Albert vuelve a la vida, Edouard le da palmaditas en la espalda y maldice al cielo, ve caer un trozo de metralla del tamaño de un plato sopero que revienta en su cara "La respuesta de los dioses" piensa. El momento maravilloso que Pradelle va a pedir ayuda desesperada a su mujer, está recostada sobre la cama acariciándose la barriga "No, Henri, no lo entiendes. Lo q no me interesa no son tus negocios, eres tú"
Al final, el único funcionario honrado Joseph Merlín, el responsable de que salga toda la mierda fuera.Nosotros en la noche de Kent Haruf (6/10/2020)Comentario de Teresa
La novela deliciosa, sencilla. Los personajes muy reales valientes que encuentran una oportunidad para vencer la soledad y volver a tener ilusiones, se encuentran y se acompañan en el día a día con los problemas cotidianos de cada uno, pero no les dejan...
Comentario de Malu
Novela póstuma de Kent Haruf. Nos cuenta la historia de dos viudos mayores, Louis y Addie, que pasan la noche en soledad en un pequeño pueblo de Colorado. Addie se presenta en casa de su vecino Louis y le propone compartir cama y charla sin sexo. Louis tarda muy poco en aceptar. Narración sencilla y hermosa de paisajes y personajes. Louis y Addie se hacen confesiones sin engaños, sin artificios y va surgiendo amistad y más tarde, amor. Es un canto a la esperanza, a vivir sin miedo, sin ataduras ridículas, viviendo de verdad una vejez maravillosa y lo importante, el día a día. Me gustó que ella tome la iniciativa y me frustró el comportamiento intransigente y egoísta de los hijos y que Addie, tan valiente, claudique ante un hijo que no ama a su madre. Creo que el escritor muy enfermo y sabiendo que le queda poco tiempo de vida, "cerró" una bonita historia de manera precipitada.
Comentario de Matías
Destaco la forma franca, decidida y firme que tiene Addie de afrontar el problema de la soledad para hacer una proposición tan sincera (y arriesgada) a Louise.
· Es de admirar el coraje de los protagonistas que se proponen hacer valer el afecto, el cariño, su necesidad de compañía… por encima de la curiosidad (chismorreos) de los vecinos, incluso del rechazo e incomprensión de la familia.
· Advierto en Louis como si con esta relación se propusiera enmendar errores del pasado.
· La llegada del nieto Jamie supone una alteración en sus vidas ya encarriladas; sin embargo, representa un reto para poner a prueba, dada la distancia generacional, su capacidad de adaptación.
· No me esperaba un final así: ese corte radical, esa separación incontestable que unilateralmente impone Addie - conocida su trayectoria “siempre había llevado la iniciativa” (*) - resulta que ahora claudica y se pliega a las exigencias egoístas de su hijo Gene… La única justificación que se me ocurre es la de suponer que, con esta decantación por la familia, Addie proporcionará una influencia beneficiosa para el futuro de su nieto Jamie, supliendo así la nefasta de los padres de éste que, según él, “discuten y gritan"
· El autor explora y sugiere una alternativa muy válida -por sensata, imaginativa y pragmática- para hacer frente al terrible problema de la soledad en la edad avanzada. La favorable disponibilidad y el buen talante con que dota a los protagonistas de esta entrañable historia proporcionan los mimbres necesarios para que el resultado final sea todo un éxito.
(*) “… si querrías venir a casa a dormir conmigo.” (p. 10)
“Y ni siquiera hacemos lo que la gente cree"
¿Quieres hacerlo?, preguntó Addie” (p.106)
“Bueno, ¿vas a besarme…?” (p.113)
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