Antes, pocos lo conocían, pero el autor tanzano Abdulrazak Gurnah (Zanzíbar, 1948) se convirtió de repente en un escritor de referencia al recibir el Premio Nobel de Literatura en 2021. Gurnah ya había sembrado una vasta obra narrativa centrada en los efectos del colonialismo y la esclavitud en África oriental. Sus novelas se mueven a través de personajes cotidianos que plasman el choque cultural, el sentimiento de extrañeza y la soledad de los africanos obligados a huir a Europa para sobrevivir.
Durante los primeros veinte años de su vida no se le ocurrió que podría ser escritor. “Primero de todo soy lector, y durante mi infancia y juventud hice crecer esta relación dentro de su complejidad”
El alzamiento violento y la revolución de Zanzíbar en 1964, poco después de que el país hubiera logrado la independencia como monarquía constitucional, marcaron el destino del entonces todavía futuro escritor. Junto a su hermano, Gurnah se vio obligado a huir al Reino Unido para sobrevivir, y esa decisión le cambió radicalmente la vida. Fue una época de añoranza y desubicación, y, para afrontarla, empezó a volcar en sus diarios todo lo que le iba por dentro. Esos textos se convirtieron en la semilla de su novela de debut, Memoria de una partida, que publicó en 1987. Centrada en su experiencia como migrante, refleja sobre todo el sentimiento de extrañeza y el choque cultural de un chico a miles de kilómetros de su hogar.
El tema de la perturbación del refugiado recorre todo su trabajo desde que comenzara a escribir a los 21 años en el exilio inglés, y aunque el suajili era su primer idioma, el inglés se convirtió en su herramienta literaria. En todo su trabajo, Gurnah se ha esforzado por evitar la omnipresente nostalgia por una África precolonial.
En The Last Gift (2011) y en A orillas del mar (2001) (Salamandra, 2022), plasma con precisión y profundidad los obstáculos con los que se encuentra un refugiado tanzano en Londres y cómo queda sometido al limbo de la Administración sin que nadie le ofrezca la ayuda básica para vivir en condiciones.
Abdulrazak Gurnah rompe con las convenciones, cambiando la perspectiva colonial para resaltar la de las poblaciones indígenas. Lo hace, por ejemplo en El desertor (2005) (Salamandra, 2023), donde cuenta una historia de amor llena de contradicciones, que él mismo ha denominado “el romance imperial”. Su universo literario está lleno de recuerdos, nombres e identidades.
Su prosa rechaza las descripciones estereotipadas, que tanto han marcado la historia de Inglaterra y África, y abre una nueva mirada al continente, mucho más diversa y desconocida en otras partes del mundo.
Al leer a Gurnah por primera vez, al lector le asalta la sorpresa de conocer cuán cosmopolita ha sido la costa oriental del continente africano. Comerciantes persas e indios conviven con tanzanos y sultanes omaníes, revelando la nutrida red de intercambio cultural, social y material que existió entre África, Oriente Próximo y Asia antes de la irrupción del colonialismo europeo.
La literatura de Gurnah es la antítesis del heroísmo colonialista que a menudo ha mostrado el prisma occidental: los personajes, sean nativos o colonos, se presentan en las novelas con todas sus fortalezas y debilidades, es decir, con toda su humanidad. “Estoy convencido de que en muchos lugares del mundo la gente siente la obligación de ayudar a los demás cuando se encuentran en una situación vulnerable o de peligro”, dice el escritor.
Sus novelas transcurren durante el período colonial alemán, país que dominó Tanzania, Ruanda y Burundi desde 1880 hasta el final de la Primera Guerra Mundial. En Paraíso (1994) (Salamandra, 2021), uno de sus títulos más conocidos y celebrados, Gurnah describe la llegada de los alemanes y cómo su irrupción rompe con el sistema establecido hasta entonces. La novela refleja con crudeza la brutalidad y la dureza que cae sobre la población local, un tema que retomará también en su última obra, La vida, después (2020) (Salamandra, 2022). El autor habla de un niño robado a sus padres por las tropas coloniales alemanas y que regresa a su aldea después de años luchando en una guerra contra su propia gente.
En la actualidad, Abdulrazak Gurnah es profesor y director de los estudios de grado en el departamento de inglés de la Universidad de Kent. Sus investigaciones se centran en el postcolonialismo, así como el colonialismo especialmente relacionado con África, el Caribe e India.
Diez novelas y numerosos cuentos y ensayos a lo largo de los cuales ha explorado, entre otras cuestiones, el exilio del lugar de origen, pero también dentro de uno mismo, siempre desde la mirada de quienes abandonan el país natal para buscar una vida mejor.
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