jueves, 30 de mayo de 2024

José Luis Sampedro

El humanista


Cuando uno nace en Barcelona, su madre en Argelia, su padre en La Habana, su abuela en Lugano y su abuelo en Manila, con un año se va a vivir a Tánger, en la adolescencia se instala en Aranjuez, y después recorre muchos lugares más a lo largo de todo el mundo; cuando todo esto pasa, uno destila muchas cosas y todas interesantes. la tolerancia, la mezcla de ideas, de costumbres, de experiencias y de inquietudes.

José Luis Sampedro (1917-2013) fue funcionario de aduanas en Santander primero y después estudió Ciencias Económicas en Madrid, donde tuvo lugar la mayor parte de su carrera profesional. A la economía se entregó, haciendo todo lo posible por que fuera "más humana". Fue profesor en la Universidad y llegó a ser catedrático de Estructura Económica en la Universidad Complutense de Madrid. Fue directivo del Banco Exterior de España, aunque luego criticó a los bancos y su poder. Y, junto a la economía, también vino todo lo demás: la literatura, el pensamiento, las conferencias… Todo con un halo de cercanía, sensatez y “filosofía a pie de calle” que lo convirtió en un escritor y orador seguido por masas, el pensador de cabecera para muchos.

Su vida literaria se gesta en Aranjuez. Su novela, por la que se da a conocer, El río que nos lleva (1961), esa maderada que muere en el río Tajo, nos la sitúa en esta ciudad, así como, en su obra Real sitio (1993), también ambientada en Aranjuez.

Madrid fue realmente el detonante de su formación intelectual. Era un chico muy precoz, a los 16 años acabó el bachillerato, hizo dos cursos en uno, se presentó a unas oposiciones, las sacó en seis meses. Allí estuvo en contacto con gente con la que nunca se había relacionado. No solamente de clases sociales distintas, sino también de otras ideologías, lo cual contribuyó a una gran apertura de mente.

En 1952 publica su primera novela, Congreso en Estocolmo, tras la asistencia a un congreso bancario. La novela fue bien acogida por los críticos de entonces, Torrente Ballester y Eugenio de Mora.

A mediados de la década escribió la obra de teatro Un sitio para vivir (1958), una comedia en tres actos contra el desarrollo económico insostenible que como catedrático de Estructura Económica ya proclamaba entonces. 

En lo literario empieza la década de los 70 con 
El caballo desnudo, su novela más divertida, más corta y la única que escribíó de un tirón. En cambio, su novela mundo, Octubre, Octubre (1981) la concluyó tras diecinueve años. En ella se entrelazan historias fechadas en tiempos diferentes lo que entraña una estructura bastante complicada. Lo que él no sabía es que esta novela fue el inicio de la trilogía títulada Los círculos del tiempo, cuyos dos títulos siguientes son La vieja sirena (1990) y Real Sitio (1993). 
En 1977 tuvo un paso fugaz por la política, donde fue senador por designación del rey, durante la legislatura constituyente. Duró un poco más de un año.

“Los hombres, con la soberbia que nos caracteriza, pensamos que dirigimos los acontecimientos, que somos los que dirigimos la historia, que llevamos el timón del barco. En cierta medida sí. No cabe duda de que la voluntad humana entra y, por decirlo así, interfiere en la evolución natural, pero con límites enormes, porque en el fondo somos, no los autores, sino los protagonistas de una obra de teatro”.

En el terreno personal, sin duda lo más relevante fue el nacimiento de su nieto en el ochenta, que a su vez se convirtió en acontecimiento literario. La novela inspirada por este pequeño, La sonrisa etrusca (1985) resultó ser la más popular, la más vendida, la más conocida y traducida, proporcionándole muchas satisfacciones.

Tras El amante lesbiano (2000), novela con la que rompió muchos tabúes, a José Luis Sampedro le dió tiempo a volverse a casar, a doctorarse nuevamente, esta vez Honoris Causa por las Universidades de Sevilla y Alcalá de Henares, a seguir impartiendo conferencias y a publicar títulos sobre economía y novelas como La senda del drago (2006) sobre su preocupación por la preservación de la naturaleza frente a la codicia y Cuarteto para un solista con Olga Lucas (2011), novela de ideas, alegoría de nuestro tiempo y radiografía del ser humano en toda su complejidad..

De la asamblea del 15-M de Chamberí (su barrio madrileño), al Ministerio de Cultura (que en 2011 le concedió el Premio Nacional de las Letras); de los vecinos anónimos de Mijas (donde pasaba parte del invierno) a sus ilustres colegas de la Real Academia Española (que en 1991 le vieron ocupar el sillón F), pocas veces un intelectual español habrá sido tan reconocido en sitios tan distintos como José Luis Sampedro y tan llorado tras su fallecimiento en 2013.

“Sin libertad lo que vivo no es mi vida, sino la vida que me imponen”. Esta frase, que salió de la mente y el compromiso de José Luis Sampedro, resume las ideas de este economista, escritor y humanista español. La defendió sin descanso. Y dentro de ese cofre incluía todas las libertades: la personal (“Hazte quien eres. Sin doblegarte, sin hundirte, sin ceder”), de pensamiento («Para vivir hay que ser libre, para ser libre hay que tener el pensamiento libre y para tener el pensamiento libre hay que educarse») y con respecto al dinero (“Poner el dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe”)

No hay comentarios:

Publicar un comentario