jueves, 2 de mayo de 2024

El mito de Isis y Osiris

Rosa e Iván


Uno de los dioses más transcendentales del Antiguo Egipto era Osiris, el dios de los muertos. Su esposa era Isis.

Cuenta la leyenda que Osiris había reinado en Egipto y había enseñado a los hombres la cultura y las artes de la agricultura. Gobernaba la franja fértil del país y su hermano Seth, el desierto estéril, por eso le tenía envidia. Así que Seth organizó una fiesta e invitó a su hermano Osiris.

En la fiesta había un ataúd muy grande y muy lujoso. Seth prometió que se lo regalaría a aquel que cupiera en su interior perfectamente. Todos lo probaron sin éxito, pero al entrar Osiris, Seth y sus compinches se abalanzaron para cerrar la tapa y la clavetearon para que no pudiera salir. Cogieron el ataúd y lo tiraron al río.

Isis encontró el ataud y lo dejo a la orilla del río para que al día siguiente hacer los rituales que le permitirían pasar al Más Allá. Más tarde esa noche, Seth volvió al Nilo, para asegurarse de que el cuerpo de Osiris había desaparecido del río. Encontró el cadáver de su hermano fallecido y lleno de ira, cortó el cuerpo de Osiris en catorce trozos y los esparció por todo Egipto. Isis, con ayuda del dios Anubis, fue juntando uno a uno los pedazos y recompuso el cuerpo.

Cuando despertó Osiris, Isis se convirtió en un ave y voló sobre él levantando un aire que le reanimó y posándose sobre él, se quedó embarazada de su hijo Horus. Pero aunque Osiris resucitó, pasó a reinar en el de los muertos.

Esta leyenda dio origen a que los egipcios pensaran que Horus se encarnaba en el rey mientras vivía, sin embargo al morir, se convertiría en Osiris.

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