El escritor de culto al que no leía nadie
Si hay un autor que ha irrumpido con fuerza en el panorama literario, ese es Víctor del Árbol (Barcelona, 1968), Seminarista durante cinco años, mosso d'esquadra durante veinte años, estudió Historia en la Universidad de Barcelona.
En lo literario, Del Árbol se dio a conocer con El peso de los muertos (2006), a la que seguiría El abismo de los sueños, inédita y finalista del XIII Premio Fernando Lara en 2008. Posteriormente, recibió el prestigioso Premio Tiflos por la novela La tristeza del samurái (2013) , una de sus obras más conocidas.
Traducido a más de diez idiomas, Del Árbol ha recibido también premios fuera de España, como el Prix du Polar Européen o el Quercy Noir, los dos en Francia.
En 2013 publicó Respirar por la herida, a la que siguió en 2014 la que parece su obra más ambiciosa, Un millón de gotas, en la que además de una notable historia criminal habla de los españoles en la Unión Soviética bajo el dominio de Stalin.
Fue escritor de culto en sus inicios, "Eso quiere decir que no te lee ni Dios", ironiza el ganador del Nadal en 2015 por La víspera de casi todo. Es también el segundo escritor español nombrado Caballero de las Letras y las Artes de la Academia Francesa en 2018, después de Arturo Pérez-Reverte. Ese mismo año participó en el ciclo de encuentros literarios "Escritores en su tinta" en Molina de Segura y confiesa sin remilgos que "sueña" con ganar el Planeta desde se presentó por primera vez con solo quince años.
"Me niego a creer que hayamos caído en la locura colectiva. La palabra tiene un poder enorme, pone en evidencia todas las demagogias y ese es el papel del escritor", insiste. "Vivimos una desvirtuación de la palabra. Cuando se habla de franquismo, de represión, de democracia, de legalidad, de pueblo, de legitimidad, se hace un uso torticero de las palabras, que es lo que hace la demagogia en cualquier ámbito de la vida", plantea.
En 2017 nos sorprende con Por encima de la lluvia, "Es una novela escrita para los que aman la vida a pesar de las derrotas, porque son héroes sin saberlo". La historia de Miguel y Helena ha cautivado al lector, como la de Isaías Loweri, personaje que da voz a uno de los conflictos más sangrientos y dolorosos de las últimas décadas del siglo XX: la guerra civil en Uganda en la novela Antes de los años terribles (2019).
Su último libro El hijo del padre (2021), parte de un crimen por parte de un respetable profesor universitario, Diego Martín, hijo de la inmigración de la España rural a la industrial, a partir del cual explica el enfrentamiento ancestral entre dos familias --una trabaja para la otra-- que se prolonga en el tiempo y el "porqué, el cómo y el cuándo" de ese odio.
El escritor no ha dejado que sus novelas se conviertan en películas. Aunque quizá claudique y permita que en Francia se haga una serie de doce capítulos con Un millón de gotas, novela que se publicará en Estados Unidos, poco antes de que La tristeza del samurái aparezca en Japón.
Su calidad literaria abarca desde tramas elaboradas con un léxico muy amplio que utiliza para sentir el latido de los personajes y conocer, mediante justas descripciones, su entorno. Un equilibrio entre la psicología y la acción.
Del Árbol es un personaje algo novelesco al cabo, cuyos primeros pasos en la literatura nacieron de un poema de amor para una chica y que dejó su vida de funcionario público por su pasión literaria, con excelentes resultados.
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