Harriet y David Lovatt tenían muchas ideas de cómo querían que fuese su familia, y eso era lo que más le reprochaban sus parientes. Ambos parecían perdidos dentro de la comunidad de su época y su personalidad difícilmente podía mezclarse otras personas de su edad. Fue esa diferencia con lo general lo que los convirtió en una pareja particular. El trabajo cada vez era mayor con cada niño, pero también la felicidad de la pareja que no perdía ocasión de invitar a familiares en Navidad o vacaciones. Todos parecían sorprenderse con la idea “descabellada” de la familia numerosa, pero los Lovett sólo sonreían con la confianza de que podrían afrontar todo.
Los cuatro niños eran un encanto. Dorothy, la madre de Harriet, se mudó con ellos un tiempo para ayudar aunque no estaba muy de acuerdo con el planteamiento familiar de la pareja. El equilibrismo que practicaba la familia parecía tener sentido en ese proyecto general del gran hogar.
Todo estaba medio controlado, hasta que llegó Ben, el quinto hijo.
Pero la situación comenzará a desmoronarse con el quinto embarazo: dolores intensos, gran incomodidad. Harriet siente que está ocurriendo algo distinto. Y cuando el bebé nace comprueba que no estaba equivocada, es una criatura salvaje de gran tamaño, rasgos extraños y comportamiento singular. Es un violento “niño de Neanderthal” que “iba a destruir la vida familiar”. Durante años, se esforzarán por educarlo o asimilarlo, pero todo resultará inútil.
Un feto desafiante, un niño hostil y un adolescente fuera de la ley, así es y ha sido Ben. Harriet juzga que todo esto les ha pasado “por engreídos. Por creer que podíamos ser felices porque nosotros lo habíamos decidido”
El quinto hijo (1988) de Doris Lessing es una novela dura, de temática nada complaciente, donde se abordan los peligros que nos puede deparar a la vuelta de la esquina de la vida. Un libro de los sueños destrozados o al menos de los sueños que tenían los Lovett, pues el lector verá como la unión familiar se destruye y comienzan los disturbios dentro de aquella familia que parecía tan feliz.
Su escritura tiene muchísimo ritmo y es digna de una calidad impecable. Sus párrafos son magníficos y sus personajes también ,logrando crear un clima tenso y de terror. Un libro corto y contundente que presenta lo mejor de la literatura y el peor de los resultados para el proyecto de una “familia feliz”.
En el libro de Doris Lessing no hay discriminación pues siempre se comenta, a través de los personajes médicos, que Ben era un niño completamente sano, sin conflictos mentales ni enfermedades físicas. Simplemente era extraño, parecía de otra especie, como un gnomo o un hobbit, aunque parecía más grande que los niños de su edad.
Doris Lessing retoma esta inquietante narración en la continuación titulada Ben en el mundo (2000) en donde nos encontramos a un Ben ya adulto que es un triste conocedor de la aversión y el rechazo que ha padecido desde pequeño. El contenido genérico de la primera novela desaparece en beneficio de una argumentación de corte social ya que el personaje ha experimentado el duro aprendizaje de la marginación social moderna: el mundo de los sin techo, los indocumentados, los despreciados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario