La Nancy de Sender se maravillaba y hacía ver la riqueza del castellano a su prima Betsy. Estaba realmente sorprendida ante una lengua que emplea multitud de sinónimos para una sola acción, que hace de los giros lingüísticos un arte y que presenta en cada una de sus palabras, una bella morfología.
Las palabras, en general, son bonitas pero siempre depende del uso que hagamos de ellas, de donde estén colocadas en una frase o de lo que nos hagan sentir. En estos días que nos envuelven quería que nos centráramos en las palabras que adornan la Navidad. Éstas son especialmente bellas porque tienen la capacidad de evocarnos recuerdos y sensaciones de una determinada época del año, de hacernos felices, de ponernos tristes.
Todas aparecen en el marcapáginas navideño de este año. Algunos de vosotros lo habéis elegido al azar y otros habéis buscado la palabra que más os gustaba. Yo no he escogido ninguno pero si me permitís me voy a confeccionar uno inmenso con todas las palabras que os defina a cada uno de vosotros. Estoy convencida, totalmente segura, de que estará lleno de palabras bonitas.
Felices fiestas, felices lecturas.
Anotad: De vuestro cascabel, la esfera que hay dentro que permite la resonancia se llama escrupulillo.
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