jueves, 30 de mayo de 2019

La felicidad es un té contigo

Comedia romántica en tiempos de crisis

   La periodista y escritora Mamen Sánchez hizo un cambio de pie en su trayectoria novelista, convencida de que en tiempos de crisis el humor, el amor y la ironía son más necesarios que nunca. Y el resultado es La felicidad es un té contigo, una comedia romántica en clave de intriga.
   Pero La felicidad es un té contigo (Espasa, 2013), es un mucho más porque ofrece muchas más lecturas y toca temas como los efectos de la crisis en la profesión periodística, las diferencias sociales, la idiosincrasia inglesa, la picaresca española o el amor de la autora por la literatura.
   Un amor que plasma haciendo un repaso a algunos de sus autores favoritos, como Tolkien, Miller, Nabokov, Duras o Lawrence.

También hay ciertos guiños hacia algunos personajes que tienen nombres muy conocidos como Sherlock, Marlow, Atticus…, así como varios toques de magia, como el fantasma de Tolkien y su hobbit, el té de la señora Candela con propiedades especiales, o la mujer que posee unos curiosos poderes terapéuticos.

"Bueno, la novela es un texto que nació para subir el ánimo a una gran amiga, y a partir de un hecho policial, de una intriga, tiré del hilo. Y volqué toda mi experiencia. Todo lo que llevo vivido, por eso en la novela hay una redacción de una revista, pequeña, con cinco trabajadoras todas mujeres, que ven cómo los dueños que están en Inglaterra van a venir a Madrid para ver que van a cerrar".

   Y es que la obra, contó con una lectora excepcional, que no es otra que la dama blanca de la literatura Ana María Matute, que la recomendó porque le había gustado muchísimo, según reza en la faja del libro.
   La novela narra la llegada a España de Atticus Craftsman, un gentleman que viene a cerrar la revista Librarte por orden de su padre, dueño del grupo editorial británico Craftsamn, y desaparece de forma incomprensible. 
El inspector Manchego será el encargado de localizar al inglés desaparecido.
   A partir de esta desaparición, Sánchez teje toda una historia de intriga, una comedia de enredo, con una presencia constante del té, y que se desarrolla entre Inglaterra, Escocia, Madrid y el Sacromonte granadino.

"Pero, además de pasarlo bien, lo que he querido es hacer que la gente se ría y disfrute; porque para mí, el humor es hacer que los demás pasen un buen rato", subraya.

   Con ritmo y una agilidad trepidante, fruto de su larga experiencia como periodista, Mamen Sánchez tampoco soslaya en el libro temas como la crisis de la prensa y la publicidad.

"Estamos pasando por un momento de parálisis y crisis, y de no saber muy bien qué hacer. En el libro se refleja la vida de redactoras muy distintas, con diferente edad, que se quedan de pronto en la calle", sostiene Sánchez, "personas muy normales", como dice la autora, y personajes diferentes a sus anteriores novelas más de clases altas o más excéntricos.


   Sánchez mantiene que cada persona tiene su propio sentido del humor y hacer que encaje con él una mayoría es más difícil. Sin embargo, todos lloramos y nos lamentamos por lo mismo. También es cierto que cada historia tiene su propia manera de ser contada.

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