El sueño de Gabriela
En 1923, una joven llamada Gabriela recoge su título de maestra. Mientras España vive los cambios históricos y políticos de la República, la revolución de Octubre y la guerra civil, Gabriela cumple el sueño de trabajar en lo más profundo de las escuelas rurales españolas y en la lejana Guinea Ecuatorial.
Contada desde la verdad del recuerdo, esta novela rememora aquella época de pobreza, ignorancia y opresión, y muestra el importante papel de aquellos que lucharon por educar un país.
Esta es una historia maravillosa. Cargada de sencillez, Historia de una maestra es un viaje por la memoria colectiva de un país, España, antes de que ésta se rompiera en dos.
Es la narración de su vida que Gabriela, la protagonista, le hace a su hija Juana. Una vida que comenzó con consistencia aquel día en el que se acabó la carrera de magisterio en Oviedo y se abrieron las puertas de su futuro, un futuro lleno de luz que se truncaría con la Guerra Civil.
La novela está dividida en tres partes: El comienzo del sueño, El sueño y El final del sueño.
En la primera parte, la historia de Gabriela nos lleva a uno de esos pueblos sin nombre de la provincia de León, un pueblo donde la vida era hostil, el frío se pegaba a los huesos y las noches eternas. Poco después, cuando la profesora tuvo la oportunidad de elegir el lugar donde quería dar clase, eligió lo que nadie quería: la Guinea Española. El entusiasmo de la protagonista, por entregarse a esos niños de caras negras y dientes blancos, radiantes. Y porque, a pesar de todo, algunas cosas no han cambiado tanto y "el hambre de África no terminará nunca. África es la víctima del hombre blanco", tal y como señala la protagonista tomando las palabras de su amigo negro.
La segunda parte coincide con el regreso a la Península de la profesora, después de tener que dejar Guinea por una enfermedad. Fueron los años del sueño. De la República que hizo tanto por la educación. Y la última parte, la más triste, es la que condujo a España a esa guerra. Gabriela y su marido, Ezequiel, daban clases entonces en Los Valles y la revolución de Asturias de 1934 marcaría su vida.
Historia de una maestra es una novela desprende ternura y belleza, desprende amor, pero no por un hombre porque esa clase de amor le llegaría a Gabriela tenuemente, primero en el rostro de Emile, su amigo médico sin que nunca llegara a culminarse y después de manera reposada en el rostro de Ezequiel, con el que compartía profesión. El amor que más brilla aquí es aquel por la educación, por la cultura. La pasión de enseñar a leer y a pensar a los niños de Guinea, a los niños de los pueblos humildes de Castilla que ha querido compartir en este libro.
Dice la protagonista que "lo que no se comparte no deja huella ni nostalgia. No se siente pesar por el bien perdido en soledad. Tampoco el dolor sufrido a solas sirve de referencia pesarosa"
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