lunes, 30 de septiembre de 2013

Della descrittione dell'Africa


Retrato pintado por Sebastiano del Piombo, posible retrato de León el Africano  
(Galería Nacional de Arte de Washington)
     Tanto después de su publicación en el siglo XVI como hoy en día, la Descripción de África y de las cosas notables que ahí hay ha sido obra de lectura obligada para los interesados en la zona norte del continente africano; por derecho propio se ha convertido en uno de los dos o tres documentos de mayor importancia sobre la situación de esta parte del mundo a finales de la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna.   
   Pero no menos atrayente es su autor, Hasán ben Muhammad al-Wazzan al-Fazi al-Garnati, hijo de Mohamed el alamín de Fez, llamado también León el Africano. Se calcula que Hasan nació en Granada alrededor de 1488. Educado en Fez, protegido por el Papa en Roma, León el Africano muestra una personalidad compleja a través de las facetas de viajero, cortesano y erudito e incluso cautivo. Su vida es la de un nómada empujado por las circunstancias políticas y religiosas de su tiempo y por ello su obra refleja una época convulsa en la que tuvo que moverse entre dos mundos, cristiano y musulmán, para poder sobrevivir.
   Hasan bin Muhammed perteneció a una familia ilustrada que residió en Granada hasta que los Reyes Católicos la reconquistaron en 1492. Cuando la familia de Hasan bin Muhammed salió de la Península Ibérica, se estableció en la ciudad marroquí de Fez, donde vivió su juventud.
    Hasan recibió una educación privilegiada, como miembro de una familia culta, y estudió en la Universidad de Al Karaouine de Fez, obteniendo el título de faqih, experto en jurisprudencia islámica. Durante una corta temporada trabajó en un maristan, hospital y asilo, pero pronto dejó Fez para acompañar a su tío en un viaje diplomático hacia el Magreb, Kano y Tombuctú (en ese entonces perteneciente al Imperio Songhay, y que constituía uno de los centros culturales y comerciales más impotantes de África) y otras ciudades del oeste africano.
    Pocos años más tarde, Hasan había ya cruzado varias veces el Mediterráneo, y visitado Constantinopla, Egipto, y probablemente también Arabia. A los veinticinco años, mientras atravesaba el Mediterráneo fue capturado por navegantes cristianos cerca de Creta o la isla de Djerba. A raíz de este cautiverio, fue regalado al Papa León X, Juan de Médicis, que en 1520 lo liberó y lo bautizó con su propio nombre: Giovanni Leone di Medici, pero pronto se le conoció como Leone, il africano, es decir, León el Africano.  Parece ser que en fechas anteriores al año 1550 se trasladó a Túnez en donde transcurrió el resto de su vida, probablemente abrazando de nuevo el islam, y muriendo probablemente en 1554.  

   El Papa pidió a León el Africano que hiciera un compendio donde expusiera todo lo que conocía de África. Así, hizo en lengua italiana, su obra más importante: Della descrittione dell'Africa et delle cose notabli che ivi sono (Descripción de África y de las cosas notables que ahí hay). Tan importante fue esta obra que durante mucho tiempo no existió otro texto en Occidente en donde se hablara de Sudán. Fue acabada en el 1526. Redactada en italiano, guiándose por las notas que previamente había escrito en árabe. Editada en Venecia, en el 1550, en una compilación titulada Navigationi e viaggi, nada más ver la luz tuvo una gran aceptación, e inmediatamente después fue traducida a varios idiomas.  
   En 1521 el Papa León X, mentor de León el Africano, murió, y Hasan se mudó a Bolonia. Más tarde visitó Florencia y Nápoles. No sólo publicó sus viajes en la Descripción de África; hizo también una traducción al árabe de las Cartas de San Pablo, las biografías de treinta árabes ilustres (de los cuales veinticinco son musulmanes y cinco judíos), un diccionario entre el árabe, el latín, y el hebreo, entre otras.
   Amin Malouf en su novela León el Africano hace un compendio de lo que fue la vida de Hasán ben Muhammad al-Wazzan al-Fazi al-Garnati en una pequeña frase: 
«Mi sabiduría ha vivido en Roma, mi pasión en el Cairo, mi angustia en Fez, y en Granada vive aún mi inocencia».

No hay comentarios:

Publicar un comentario