En "María la Bonita" (Juventud, 1998) del escritor Elías Meana, se narran las vicisitudes de unos trabajadores de la mar, que no solo se enfrentan a la dureza de los elementos. En un período histórico marcado por los conflictos entre España e Inglaterra, y en una mar plagada de piratas, también han de empuñar las armas en numerosas ocasiones para defender sus vidas.
La obra obtuvo en 1998 el II "Premio Literario Nostromo. La aventura marítima", un premio dedicado a la narrativa viculada a la navegación en el mar.
María la Bonita es una goleta mercante de dos palos, 117 pies de eslora por 22 de manga y 184 toneladas de desplazamiento y que fue construida en el año 1794. Navega a lo largo de los más de cien días que dura el viaje entre Cádiz y la costa chilena, unas siete mil millas. Tripulación y goleta han de sortear a los hombres que quieren arrebatarles su libertad y sus bienes, y lidiar con la mar, que enloquecida los arrastra hasta el cofín del mundo.
De la mano del grumete Antonio, conoceremos las historias de sus compañeros de tripulación. La inquebrantable amistad que une al "Viejo" Don Luis y a Don Álvaro, su relación con Andrés, el Ovejero, la presencia de unos pasajeros muy particulares, los jesuítas Carlos y Javier, las anecdotas con Macias, el cocinero y hasta nos retrata una gata que merodea por cubierta.
En esta aventura viviremos los ataques de los ingleses, el contrabando, la llegada a puerto pero también la camaradería y el cumplimiento de la ley del mar.
Quizás lo más complicado de adentrarnos en esta obra haya sido el vocabulario técnico marítimo, en algunos capitulos más denso que en otros, que aunque el autor haya tenido la deferencia de incluir al final del libro un glosario de términos y acepciones náuticas, puede resultar tedioso para la lectura y su comprensión
Los navegantes, los exploradores, la vuelta al mundo, las islas, los naufragios son muchos de los temas que hacen que la literatura náutica sea tan atractiva. Melville, Hemingway, Defoe, London, Conrad, Kipling, entre muchos otros, con sus títulos más conocidos, nos sumergen en un mundo de aventuras en alta mar y en esa profunda conexión entre el ser humano y el océano.
Con Elías Meana y su María la Bonita zarpamos a una travesía literaria única donde confluyen todos los elementos que nos transportan a la vida del mar y sus marineros.
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