lunes, 3 de abril de 2017

Por qué nos gustan las mujeres

El insólito «objeto literario no identificado»
 

    ¿Que nos trae ante nuestros ojos el escritor rumano Mircea Cartarescu
   Simplemente historias mágicas —pero reales como la vida— cuyo denominador común es la presencia de mujeres. Historias que un narrador de excepción cuenta con gran sensibilidad, en las que el sexo y el amor conviven gozosa y fraternalmente.
 En Por qué nos gustan las mujeres (Funambulista, 2006), Mircea Cartarescu abandona momentáneamente los clásicos territorios oníricos de sus grandes novelas —Nostalgia, Cegador I y II— para adentrarse, a través de las anécdotas que habitan en el recuerdo, en su «intrahistoria» sentimental, la que en cada uno de nosotros da cobijo a lo más extraordinario de nuestra existencia.

«En el mar no hago el amor más que una sola vez, generalmente la última noche, con una mujer que apenas conozco, siempre alta y de hecho siempre la misma, puesto que ella para mí es únicamente el mar. Es la esencia de aquellos días de arena y de sal, de estatuas de bronce yacentes sobre la playa como sobre una lápida interminable de sarcófago etrusco, de efectos de lente, violetas o irisados, de un sol triunfador…»
  

   Este libro de título tan sugerente y abierto presenta un único y decisivo denominador común, la presencia en ellas, en su desarrollo y desenlace, de mujeres, de todo tipo de mujeres, cualesquiera pueda ser su edad, su raza y sus circunstancias. Los textos incluidos en este provienen de distintos lugares, algunos eran inéditos hasta su inclusión, otros habían sido publicados ya, por ejemplo, en la edición rumana de la revista Elle, Dilema, România Literară, Lettre Internationale y Tabu.
  
   Siguiendo la moda en la narrativa europea de las últimas décadas, las prosas de nuestro autor son inclasificables en género: son «objetos literarios no identificados», son cuentos, pero también memorias, también reflexiones, también pura ficción salida de la mente literaria de un hombre elocuente con las apreciaciones sobre los mundos ficticios (la imaginación, la ensoñación y los sueños). Historias con apariencia autobiográfica que siempre acaban fundiéndose con la memoria y donde brotan imágenes poéticas que cobran vida en la mente del lector.

Nota: La edición de Funambulista incluye las simpáticas ilustraciones de Aifos Álvarez, una magnífica introducción a cargo del editor Max Lacruz y una cubierta muy sugerente con la actriz Vivien Leigh sobre la luna.

Fuente: Funambulista

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