La metaliteratura
Película Leer Lolita en Teherán del cineasta israelí Eran Riklis (2023)
Azar Nafisi ha hecho mi trabajo en Leer Lolita en Teherán (2003), un libro sobre un club de lectura, con varias reuniones sobre distintas obras, todo ello dentro de un contexto terrible y que tratamos en un club de lectura, el nuestro.
En un club de lectura, se leen libros y se habla de ellos. Tanto desde el punto de vista puramente literario como el de los sentimientos que despiertan, realizando una valoración personal sobre el comportamiento o sus enseñanzas y trasladando de ese modo no solo el pensamiento de la sociedad que refleja, sino también la sensación de una lectura activa por parte de los personajes que invita al lector a coincidir o no con sus opiniones. Somos, dicen las lenguas románticas, una parte de los libros que hemos leído. Esta autobiografía se divide en Lolita, Gatsby. James y Austen, autores y libros utilizados por Nafisi para estructurar sus pensamientos y recuerdos de esta época turbulenta, conectando los temas de las historias con sus emociones y las de sus alumnas.
El libro narra la época en que Nafisi fue profesora de literatura occidental en la Universidad de Teherán en los años 70, su expulsión de la universidad por negarse a llevar velo y su enseñanza secreta y devota a unas pocas alumnas en su propia casa, además entrelaza anécdotas personales con descripciones del impacto a gran escala de la revolución iraní de 1979, que llevó al poder al Ayatolá Jomeini y que trastocó completamente la forma de vida de la población, la guerra entre Irak e Irán hasta 1997, cuando Nafisi dejó definitivamente Irán.
En "Lolita", Nafisi presenta a sus estudiantes privados y se centra principalmente en sus discusiones sobre las restricciones impuestas a las vidas de las mujeres, especialmente en las escuelas y universidades.
Con "Gatsby", recuerda sus días de profesora en la Universidad de Teherán, incluido el ejercicio en clase de llevar a juicio a El gran Gatsby.
En la tercera parte, "James", se centra en su época durante la guerra entre Irak e Irán y en su docencia en la Universidad Allameh Tabatabai.
Por último, en la cuarta parte, "Austen", vuelve a los recuerdos de principios de los años 90: su clase privada, su "mago" y su decisión de dejar Irán para ir a Estados Unidos.
Manna, la poeta. Mahshid, delicada y sensible "como la porcelana" que estuvo encarcelada. Yassi, la más joven. Muy actriz, muy cómica. Azín, la más alta, de cabello rubio, casada, llamada "La indomable". Mitra, la pintora, serena y bella. Sanaz, influenciada por la presión de su familia y la sociedad. Nassrin, la única que "no llegó hasta el final" y Nima, el marido de Manna y único alumno varón de Nafisi. Estos son los personajes que conforman la obra. ¡Ah! y el Mago
En el taller analizan textos prohibidos por el régimen, de autores como Nabokov, Henry James, Fitzgerald y Jane Austen. Obras prohibidas por sus referencias sexuales, amoralidad de los personajes, o simplemente por el rol revolucionario y liberal de sus personajes femeninos. Las heroínas de James, Austen y Nabokov ilustran las vivencias en esta República Islámica, donde miles de personas, hombres y mujeres, fueron asesinados o torturados, donde las mujeres deben cubrir su cuerpo, no pueden pasear con un hombre que no sea esposo o familiar, donde el alcohol está terminantemente prohibido, y donde leer puede ser un crimen.
Fuera, soportan el patriarcado, la misoginia e incluso la violencia física. Pero en la seguridad del hogar de Nafisi, y acompañadas de magníficas opciones de frutas y pasteles, las mujeres acceden a sus pensamientos más profundos a través de la literatura, discuten sus dificultades, cantan y bailan, y debaten ideas liberadoras, incluso sobre sexo.
La historia también nos presenta la amistad de Nafisi con un hombre misterioso, un compañero intelectual que conoce mientras huyendo de una protesta callejera a quien suma a su círculo como mentor. Traza atentamente la trayectoria de la rica conexión y relación emocional del dúo, sin rehuir insinuar alguna tensión sexual entre los dos.
Los temas principales de la obra son:
Las mujeres. Azar Nafisi luchó contra el velo en dos universidades, lo que llevó a su expulsión de ambas, y muchas de sus estudiantes se pusieron en la línea de peligro al asistir a las protestas y violar las reglas de pequeñas maneras. El velo debe verse no solo como una cuestión religiosa y política en sí misma, sino como una representación de las leyes restrictivas impuestas sobre los cuerpos y las identidades de las mujeres.
La literatura. La obra funciona como un tratado sobre la lectura y el estudio de la literatura, así como sobre la vida en Teherán. La autora explora cómo la literatura se utiliza erróneamente como representación o guía de la realidad, pero que, no obstante, puede conducir a la comprensión, la empatía y la verdad del mundo real.
La religión. Nafisi se centra poco en las explicaciones religiosas de las leyes y los movimientos, ni siquiera describe una escena de oración o una verdadera discusión religiosa, y en cambio enfatiza las ramificaciones sociales y políticas de estas creencias religiosas y culturales. A menudo, sus devotos estudiantes musulmanes tenían problemas con la literatura que ella discutía en clase, sin embargo, muchas personas, especialmente mujeres, se aferraron a la religión como un medio para sobrevivir al mismo conflicto causado por ella, confiando en la idea de un poder superior para explicar, justificar y protegerlos de la situación actual.
La política y la expansión de la occidentalización. Es imposible leer la novela en su totalidad sin comprender el clima político y la evolución antes, durante y después de la revolución iraní, Nafisi oscurece la lógica y la cronología de esta evolución saltando en el tiempo a lo largo de la novela y centrándose en el impacto social de los líderes y las decisiones políticas. El símbolo clave de Estados Unidos y Occidente en las memorias es El gran Gatsby, lo que llevó a los estudiantes a confrontarla sobre la moral del libro en torno a la decadencia y el adulterio occidentales. Poner a El gran Gatsby en juicio en clase, es poner a Occidente en juicio.
Leer Lolita en Teherán es una memoria a través de libros y quizás por eso también deja una impronta en la novela el alma de la propia autora, la profesora preocupada, inquieta, que busca tocar el alma de sus alumnas. No solo eso, además lo hace, como es de esperar supongo, con una prosa cuidada cuya lectura es un placer pese a que hay muchas heridas y cicatrices en las miradas de sus personajes.